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El Índice de Confianza del Consumidor (ICC) en febrero tuvo el puntaje más alto desde que se anunciaron los primeros casos de COVID-19 en Uruguay. Tuvo un puntaje de 49,2, por lo que continúa en moderado pesimismo,  aunque está "muy cercano al límite del moderado optimismo", según el informe divulgado este lunes. 

El ICC está compuesto de tres subíndices. Uno de ellos es Situación Económica Personal. Creció 2,4 puntos en comparación a enero, "pero aún no se recuperó de la caída del mes anterior (-3,8 puntos)". 

Asimismo, el subíndice tiene dos componentes. La situación económica personal actual se mantuvo prácticamente estable (-0,2) en febrero en relación a enero. Por otra parte, la situación económica personal a un año subió 5 puntos. Eso muestra que la "población continúa siendo sistemáticamente más optimista con las expectativas a futuro". En el informe se explica que puede estar relacionado "al inicio del proceso de vacunacióny a un posible retorno a la 'normalidad' en los próximos meses".

Otro subíndice es Situación Económica del País. Sus dos componentes, situación económica del país a un año y a tres años, también mejoraron en febrero. 

El tercer subíndice es Predisposición a la compra de bienes durables. Fue el único de los tres que cayó (-1,3). La compra de electrodomésticos bajó 3,6 puntos "tal vez relacionado con el remplazo" de la adquisición de estos productos  "por gastos asociados al regreso a clases u otros gastos destinados a comienzo del año". Por su parte, la categoría vivienda y automóviles creció un punto, "obteniendo el puntaje más alto desde marzo 2018".