“Es fundamental que las empresas integren políticas que redunden en el bienestar del colaborador en el diseño del trabajo en sí mismo, y no solamente a través de iniciativas puntuales. Al integrar estas dimensiones la organización demuestra a los colaboradores que la vida personal es también importante para la organización y que trasciende al trabajo en sí mismo. Políticas y prácticas en ese sentido redundarán en una gran conexión y sin duda en beneficios compartidos, fortaleciendo la conexión entre el bienestar del colaborador y el rendimiento de la organización”.

Cuando las personas encuentran el equilibrio entre su vida laboral y familiar ese balance se traslada de forma directa a la organización. Esto no sólo tiene un impacto fundamental en la vida personal del colaborador sino que es determinante del éxito de la organización como tal. Colaboradores felices y motivados contribuyen al incremento de las ventas, a la disminución de la rotación, entre otros indicadores de mejora, conformando así un espiral productivo que favorece a todos los involucrados”.

“La responsabilidad social en una empresa no tiene que ser solo hacia afuera, empieza por casa, es hacia adentro y empieza por nuestros colaboradores. Si realmente promovemos que nuestros colaboradores dispongan de tiempo para estar con su familia, para descansar, para encontrar el equilibrio sin duda eso es bueno para ellos pero además tiene positivos impactos en la organización. Es ganar-ganar”

“Desde la entrevista inicial manifestamos a nuestros colaboradores la trascendencia de que puedan conciliar la dimensión familiar con el trabajo en nuestra organización; que puedan ir a la reunión de padres en la escuela de sus hijos, que puedan quedarse con ellos cuando están enfermos o acompañarlos al médico, eso es clave para nosotros. Es imposible separar el trabajo de la vida personal, lo importante es mantenerlos balanceados”.