Ministros de Finanzas se reunieron tras dos años.
China y Japón acordaron profundizar su cooperación en materia financiera e iniciar un diálogo sobre temas de interés mutuo, en el primer encuentro de estas características entre los países vecinos en dos años.
En un encuentro que tuvo lugar aprovechando su asistencia a la 50 junta anual del Banco Asiático de Desarrollo (ADB), que finalizó ayer en la ciudad japonesa de Yokohama, los ministros de Finanzas de Japón y China coincidieron en la necesidad de colaborar en los campos económico, financiero y de inversión.
El ministro nipón Taro Aso y su homólogo chino Xiao Jie, así como representantes de los bancos centrales de ambos países, se reunieron en la penúltima jornada de la junta, y se mostraron de acuerdo en la necesidad de abordar el exceso de capacidad y la deuda de China.
"Ambas partes reconocieron la necesidad de una reestructuración económica", afirmaron en un comunicado conjunto recogido por la agencia japonesa Kyodo. Los titulares de Finanzas también coincidieron en la importancia de establecer un acuerdo monetario bilateral, aunque esta es una "cuestión política", indicó Aso.
Pese a su continuo crecimiento, China afronta una serie de retos estructurales que podrían repercutir en su vecino. Pekín es el principal socio comercial de Tokio, y su principal fuente de turistas extranjeros, por lo que cualquier problema en la segunda economía mundial tendría repercusiones inmediatas, incluida una apreciación del yen o una caída en el mercado de valores. Japón es, por su parte, una de las mayores fuentes de inversión extranjera directa y de experiencia en manufactura para China.
Aso y Xiao también debatieron cómo promocionar la cooperación entre el ADB y el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (AIIB), patrocinado por China. Desde su fundación en 2015, el AIIB ha sumado más miembros que el ADB, financiado principalmente por Japón y Estados Unidos, países que no se han unido al proyecto chino.
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