Del PIB de Uruguay
El organismo prevé un menor crecimiento de la economía de América Latina y el Caribe en 2018 y además ve riesgos (aunque un mejor desempeño) para 2019.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) redujo la proyección de crecimiento para el promedio de la economía regional y para Uruguay.
En el caso de América Latina y el Caribe, la Cepal modificó su previsión de expansión del Producto Interno Bruto (PIB) de 1,5% a 1,3%. Para Uruguay, redujo la proyección de 2,3% a 1,9%.
"Como es habitual, la dinámica del crecimiento mostrará diferencias entre países y subregiones. Las economías de América del Sur, especializadas en la producción de bienes primarios, en especial petróleo, minerales y alimentos, crecerían a una tasa positiva (+0,7%) este año, levemente inferior al año anterior. Para 2019 se espera un mejor desempeño en esta subregión, que crecería 1,6% en promedio", indicó la Cepal en un comunicado divulgado ayer.
Según los pronósticos del organismo, Uruguay crecería por encima del promedio de América Latina y el Caribe y del de América del Sur.
Sin embargo, en 2019 prevé que la situación se revierta. Es que proyecta que la economía uruguaya se siga desacelerando y aumente 1,5%, mientras que la de América Latina y el Caribe lo haría en 1,8%.
Respecto a Argentina, el organismo proyecta que su PIB se contraerá este año y el próximo (-2,8% y -1,8% respectivamente).
En el caso de Brasil, el PIB crecería 1,4% en 2018 y 2,1% en 2019. Respecto de Venezuela espera una caída de su economía de 15% este año y de 8% el próximo.
La Cepal señaló que "las proyecciones para 2019 se dan en un contexto de aumento de la incertidumbre y de los riesgos en el mediano plazo. Un riesgo que subsiste para las economías emergentes en general y, dentro de estas, para América Latina y el Caribe en particular, es el de un mayor deterioro del ambiente financiero internacional. Los altos niveles de deuda corporativa y soberana acumulados a lo largo de años de condiciones financieras globales laxas, constituyen un riesgo para algunas economías más expuestas a los cambios en el escenario financiero (mayores necesidades de financiamiento externo, mayor proporción de deuda en moneda extranjera, entre otros)".