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La brecha cambiaria trajo a un viejo "enemigo" a la carne

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Carne. Uruguay aprovechó su momento y pasó a Argentina, ubicándose 7° exportador mundial, pero este año se puede revertir. Foto: Reuters.

Prevén caída en exportaciones

Salto del dólar en el vecino lleva a Argentina a competir con Uruguay.

Luego del derrumbe provocado por las políticas aplicadas durante el período kirchnerista, las exportaciones argentinas de carne vacuna están recuperando a paso acelerado su histórico protagonismo en el mercado mundial. Según las proyecciones del sector cárnico en el país vecino, este año las ventas externas alcanzarán unas 435.000 toneladas, más del doble que las 200.000 toneladas registradas en 2015. Si se cumplen esas estimaciones, Argentina se convertiría en el séptimo exportador mundial y superaría a Uruguay luego de varios años en ese ranking.

La expectativa es que el avance de la carne argentina en los mercados internacionales tome aún más vigor a partir de la reducción de costos en dólares provocada por la devaluación del peso argentino en los últimos meses. "El cambio brusco del tipo de cambio claramente favorece las exportaciones, más allá de la reciente reinstauración de las retenciones. Ya llevamos exportadas 275.000 toneladas en el año y, si se mantiene el ritmo, estaremos por arriba de las 400.000 toneladas", dijo a El País Fernando Herrera, director de la Asociación de Productores Exportadores de Argentina (APEA), en Buenos Aires.

El panorama actual contrasta con la crisis que sufrió el sector a partir de 2006. Por entonces, el gobierno de Néstor Kirchner decidió suspender los envíos al exterior de carne vacuna, con excepción de los correspondientes a la cuota Hilton, como respuesta al aumento del precio de la hacienda en el mercado interno. En los años siguientes las restricciones a las exportaciones se mantuvieron con cupos y trabas a los permisos de embarque, entre otras limitaciones. El resultado fue obvio: en 2015 las ventas externas se encogieron a la cuarta parte con respecto a las 774.000 toneladas registradas 10 años antes.

Efecto en Uruguay.

El espacio abandonado por Argentina en los mercados internacionales, en un contexto de incremento de la demanda impulsada por China, fue ocupado por Uruguay.

Entre 2005 y 2015, las exportaciones de carne bovina se duplicaron en dólares. "Al dejar Argentina de cumplir con su cupo Hilton durante una década, conseguimos buenos clientes en la Unión Europea, sobre todo en Alemania. No solo aumentamos el volumen, sino que también logramos incrementar los precios de exportación. Pero, lamentablemente, ahora las cosas están cambiando de forma muy pronunciada", dijo a El País Daniel Belerati, presidente de la Cámara de Industria Frigorífica de Uruguay.

Al levantamiento de buena parte de las limitaciones a las exportaciones dispuesto por el gobierno de Mauricio Macri ahora se le suma la mayor competitividad de la carne argentina provocada por la devaluación. En ese marco, el sector cárnico encendió las alertas ante el riesgo que las ventas argentinas terminen desplazando a las uruguayas en algunos mercados.

"Argentina está compitiendo en forma muy agresiva en China, Unión Europea e Israel, tres de los mercados más importantes para Uruguay. De hecho, el período cerrado al 30 junio fue el primero en 10 años en que Argentina vendió sus 29.500 toneladas de cupo Hilton a Europa. Eso en el mercado lleva a dos cosas: una mayor oferta, lo que determina una caída del precio; y un desplazamiento de los competidores. La última devaluación en Argentina agravó más un problema que ya se insinuaba", señaló Belerati.

Fue parte del Menú del Prado

En el reciente almuerzo que mantuvieron la semana pasada la directiva de la Asociación Rural (ARU) con el equipo económico en el marco de la Expo Prado 2018, el problema de la brecha cambiaria con Argentina estuvo sobre la mesa. El ministro de Economía, Danilo Astori dijo tras el encuentro que "quienes conversaron con nosotros reconocieron que hay otros aspectos en juego a los que tenemos que prestar atención" además del dólar. "Hay que tener en cuenta lo que plantea. Le pedimos que Uruguay no quede muy descolgado de la región (en cuanto a la suba del dólar). En la carne cuando se sale a terceros mercados, Argentina hoy tiene una ventaja (cambiaria)", dijo a El País el vicepresidente segundo de la ARU, Gerardo García Pintos.

Hasta ahora, el incremento de la demanda mundial permitió sostener el ritmo de ventas externas de Uruguay pese al reingreso de la oferta argentina.

De hecho, entre enero y agosto las exportaciones de carne bovina sumaron US$ 1.088 millones, un alza del 9,5% con respecto al mismo período de 2017, según datos de Uruguay XXI. Solo en agosto, el alza interanual fue del 27%. Pero ese panorama amenaza con cambiar en los próximos meses.

"En volumen no hay una disminución y en precio estamos prácticamente igual que el año pasado. Pero quienes operamos en el mercado ya sabemos a qué precio vamos a vender en octubre y noviembre, y por eso abrimos el paraguas. En un par de meses las estadísticas van a empezar a mostrar caídas en los volúmenes y en los precios. El problema no es solo Argentina: Brasil también exporta a China y en lo que va del año la devaluación del real es del 27%. Quedamos carísimos en dólares frente a Argentina y Brasil", señaló Belerati.

Para Herrera, en cambio, el regreso a los mercados de Argentina no impactará sobre los volúmenes de exportación de Uruguay, aunque sí podría tener efectos en los niveles de rentabilidad.

"El espacio ganado por Uruguay en los últimos años no corre riesgo porque los mercados crecieron y cada uno tiene su lugar. Lo que puede ocurrir es que haya una disputa de precios. Históricamente, en cuota Hilton el importador europeo estaba dispuesto a pagar por la carne argentina hasta US$ 2.000 más por tonelada que por la uruguaya. Hoy en día, como saben que Argentina puede vender más barato, vienen presionando a la baja los precios y los importadores ya pagan casi lo mismo por la carne argentina que por la uruguaya. Si se mantiene el actual escenario, los precios de todos los países exportadores sudamericanos tenderán a acomodarse. En ese caso, habrá un impacto más en la rentabilidad que en los volúmenes de exportación", señaló el dirigente gremial argentino.

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