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Argentina: un alumno con boletín "en baja" en segundo semestre

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EL presidente argentino, Mauricio Macri, realizó una ruda de prensa. Foto: AFP

Calificaciones

Proyecciones de las variables económicas son desalentadoras.

Si la economía argentina fuera un alumno, no tendría en los próximos seis meses un boletín con buenas calificaciones para mostrar, ya que, otra vez, las proyecciones para el tan mentado "segundo semestre" no son alentadoras.

Tan solo podría echar mano a la promesa de que sus notas mejorarán en el futuro apoyado en dos espaldarazos: el Fondo Monetario Internacional (FMI) dio el visto bueno final para el envío de los primeros US$ 15.000 millones a Argentina y la sociedad Morgan Stanley Capital International (MSCI) recalificó al país como mercado emergente.

Estas dos noticias, que aparecen como un respiro ante tanto dato negativo, pueden generar ilusión ya que según la consultora Eco Go las acciones locales de los últimos tres países calificados como mercados emergentes subieron 38% en el año posterior al anuncio. De pasar algo similar, se estima que podría llegar al vecino país el 1% de los US$ 500.000 millones que tienen los inversores globales en mercados emergentes.

Pero, volviendo al "boletín" económico, una de las primeras "calificaciones" que se miran es la inflación. Y en ese aspecto, el país se mueve en terreno pantanoso, luego de una política de metas que no resultó efectiva y de una reformulación de objetivos que tampoco parecen alcanzables: se pasó de estimar con un "1" adelante en el índice anual a rezar para que la cifra final no sea antecedida por un "3".

Para Marina Dal Poggetto, economista de Eco Go, la inflación anual va a estar cerca de 30% porque hubo mala praxis, errores y también algo de mala suerte. Analiza que de ahora en más habrá que saber qué va a pasar con tres variables: el dólar (el gobierno secó la plaza, con la intención de frenarlo en $ 28), los salarios (las paritarias pueden cerrar con aumentos de 24%) y las tarifas (la suba puede moderarse al cambiar el gabinete).

Otra de las notas bajas viene de parte de uno de los motores históricos de la economía, la construcción. Este sector es muy procíclico y por eso se ve afectado por una reducción en el crecimiento, que según la consultora Analytica pasará de una proyección de un alza de 2% a una caída de medio punto.

En la industria automotriz, un sector que venía creciendo muy fuerte apalancado por el crédito prendario, "hoy el salto del tipo de cambio se trasladó en gran parte al valor de los autos y eso los aleja del comprador", dijo Rodrigo Álvarez, CEO de Analytica.

Relacionada a esto hay una variable que marca el humor de la gente: el consumo. Posicionado como central en el modelo económico de la anterior administración, este ítem empezó a flaquear a partir de 2015 y como están las cosas no se vislumbra un repunte de acá a fin de año. Juan Manuel Primbas, director del Cono Sur de la consultora Kantar Worldpanel, dijo que prevé una caída de 2% junto a "un humor muy negativo del consumidor".

El dólar, otra de las variables que influye en el bolsillo de los argentinos, terminará el año con casi 55% de apreciación respecto de 2017, según el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) que elabora el Banco Central.

El mentado segundo semestre está por comenzar, pero, según el panorama pintado por los analistas, lejos está de entusiasmar con signos positivos. 

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