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Cómo es el ahorro de los uruguayos, según estudio

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La “incertidumbre” está detrás de los motivos, a la vez que la cuenta bancaria y el “colchón” son los lugares.

Uruguay es un país con "relativamente bajo ahorro", donde el 70% de los uruguayos declara que "le alcanza" su ingreso para cubrir necesidades, pero de este universo solo 41% de ellos dice que "le sobra", según datos de la Cátedra SURA de Confianza Económica incluidos en la encuesta "El ahorro en Uruguay: la percepción de los consumidores" —que elaboró junto a la Universidad Católica (UCU) y Equipos Consultores— y que presentó ayer.

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La investigadora del Departamento de Economía de la UCU, Silvia Vázquez, explicó que este tema es muy importante para el país por ser la forma de lograr "inversión para un desarrollo sostenible", que se financia a través del ahorro. A su vez, es esencial para brindar estabilidad a la población en momentos de fluctuación de ingresos.

"Ese ahorro es crítico, no solo para el desarrollo sostenible sino para amortiguar el impacto de las crisis macroeconómicas. Por eso es importante concienciar la necesidad de generar ahorro", afirmó la académica.

Uno de las principales datos que se desprenden del estudio local es el alto porcentaje de personas que utilizan su casa ("abajo del colchón") para ahorrar.

"Si el ahorro se queda en casa, no va al sistema financiero. Por un lado, a la familia no le genera rentabilidad, por otro, a la economía no le permite canalizar ese dinero para financiar inversión. No está cumpliendo con el rol de desarrollo que uno le pide al ahorro", argumentó Vázquez.

Recalcó en la oportunidad que el significado del término "ahorro" es algo que no está claro para los uruguayos, quienes lo confunden con "economizar". Ir al shopping en el día de los descuentos y gastarse el sueldo, sería economizar el gasto. "Acá se cree que es ahorrar. Ahorrar habría sido no gastarlo", puntualizó.

La encuesta establece que al 70% de los consultados le "alcanzan" sus ingresos para cubrir sus necesidades básicas. De estos, al 41% le sobra para ahorrar (pero de estos apenas 25% declara haberlo hecho el mes anterior).

De los que les sobra para ahorrar, solamente al 46% le ocurre esto "regularmente" mientras que al otro 56% se le da "algunas veces".

En los niveles socioeconómicos más altos se percibe una mayor capacidad de ahorro al igual que a mayor nivel de educación.

El ahorro en los uruguayos está asociado básicamente a la "incertidumbre" o "riesgo". Casi la mitad de los que ahorran reparten sus motivos entre "imprevistos", "vejez", "cubrir fluctuaciones de ingresos".

Hay escasa penetración de productos financieros diferentes de la cuenta bancaria. Eso se ve en la pregunta "¿qué formas de ahorro utiliza?" (con posibilidad de dar más de una respuesta). El 65% utiliza la cuenta bancaria, seguido por el "colchón bank" (la casa) con 37%.

¿Cómo podría ahorrar más? A esta pregunta, una amplia mayoría respondió a acontecimientos externos como una caída de precios e inflación (77%) o que mejore la confianza en la economía (71%). Pocas respuestas estaban vinculadas a cuestiones internas, como bajar el gasto actual para ahorrar más (56%). "Hay un problema para hacerse cargo", acotó Vázquez.

En cuanto a la moneda de preferencia para generar ahorro, el estudio muestra que el consumidor es sensible al tipo de cambio. En los momentos en que baja el dólar, las personas se pasan a pesos y, apenas vuelve a subir, se cambia a esa moneda.

La capacidad de ahorro es una de las variables que se ajusta más rápidamente en el Índice de Confianza del Consumidor. Desde abril de 2015 hasta ahora, las respuestas de los participantes sobre si sus ingresos les permitían ahorrar se fueron desplazando de "le alcanza" a "no le alcanza". En concreto, del 2014 al 2015 la suma de las respuestas de ambas categorías de "alcanza" bajan en 9,4 puntos porcentuales. En 2016 y 2017 se observa un desplazamiento en la misma dirección (1,4 y 1,6 puntos porcentuales, respectivamente).

En general se desconoce función del sistema mixto.

En la encuesta se detectó que existe un desconocimiento acerca del sistema mixto. Menos de la mitad (44%) lo diferencia del BPS. Además, solo el 28% tiene claro que es propietario de lo acumulado en las AFAP y el 36% lo ve como un complemento del BPS.

"Vemos desinformación. Se necesita educación financiera. No vas a tomar las mejores decisiones ni para el país ni para tu familia si tenés ideas equivocadas de cómo funciona esto", aseguró Silvia Vázquez.

SU EFECTO EN LA ECONOMÍA

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