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Los múltiples precios del dólar volvieron a Argentina y analistas ven riesgo potencial

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Bolsa de Buenos Aires. Foto: AFP

ECONOMÍA

La brecha de esas cotizaciones con el tipo de cambio oficial aún es baja, pero advierten que si creciera podría afectar la fijación de precios; la probabilidad de que el cepo se refuerce está atada a la escasez de dólares

Las múltiples cotizaciones del dólar están de vuelta en Argentina. Al igual que lo ocurrido durante el férreo cepo cambiario impuesto por el gobierno de Cristina de Fernández de Kirchner entre 2011 y 2015, en las últimas tres semanas se reactivaron los mecanismos para sortear las restricciones lanzadas el 1° de septiembre pasado.

Además del incremento de la demanda del dólar paralelo o “blue” que se consigue a través de cuevas o “arbolitos”, vienen creciendo con fuerza operaciones legales con las que se pueden comprar divisas en el mercado de capitales, ya sea para dejarlas en el país o para enviarlas a una cuenta en el exterior.

“En este nuevo control de cambios, las restricciones están dirigidas básicamente a las empresas. Por eso, las compañías que quieren dolarizar sus carteras y girar dividendos o recursos al exterior no tienen otra alternativa que acudir al dólar MEP o al Contado con Liquidación”, dice Eric Ritondale, economista jefe de la consultora Econviews, en Buenos Aires.

El MEP es el dólar que se obtiene a través de la compra en pesos de bonos que luego se venden en dólares en el mercado local. El Contado con Liquidación surge de un mecanismo similar, pero la diferencia es que la venta de los bonos o acciones se acredita en el exterior, lo que permite sacar divisas del país.

A diferencia de lo que ocurrió con el cepo implementado por el kirchnerismo, los actuales controles impactan menos sobre las personas. En aquella oportunidad, todos los individuos que querían comprar dólares debían pasar antes por el filtro de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP). Ese cerrojo discrecional limitó al extremo la compra de dólares en el mercado oficial para distintos fines, desde atesoramiento hasta viajes al exterior. En esta ocasión, en cambio, los nuevos controles permiten la compra de hasta US$ 10.000 mensuales por persona sin la necesidad de pedir ninguna autorización. Además, no hay restricciones para acceder a dólares para viajes ni ningún impuesto extra para las compras en el exterior.

El control es mucho más estricto para las empresas. Las compañías y los inversores institucionales están impedidos de comprar divisas en el mercado oficial para atesoramiento y solo pueden acceder a dólares en el mercado oficial para pagar importaciones o deuda.

DATO

20,5%

Es el sobrecosto que están pagando las empresas por el valor del dólar para poder sacar divisas del país, según se desprende de las operaciones Contado con Liquidación.

“Las empresas tienen prohibido transferir utilidades o dividendos al exterior, lo que las lleva a dolarizarse mediante mecanismos alternativos teniendo en cuenta el temor por lo que vendrá”, dice Fernando Baer, economista asociado de Quantum Finanzas, en Buenos Aires. “Desarmar el esquema cambiario actual de restricciones necesariamente impulsará al alza el precio del dólar y esas expectativas hacen que quienes quieren tener dólares paguen un precio más alto a través de las vías disponibles”, agregó.

El viernes pasado, el valor del dólar que resultó de las operaciones de Contado con Liquidación alcanzó a 68,29 pesos argentinos. En la práctica, eso implica que las compañías prefieren pagar un 20,5% de sobrecosto por encima del tipo de cambio oficial mayorista para dolarizar sus carteras y colocar las divisas fuera del país. El dólar MEP, en tanto, cerró a 65,86 pesos argentinos, un 16,2% más que el tipo de cambio oficial.

El riesgo de la brecha

Con las limitaciones a la compra de dólares, el gobierno de Mauricio Macri logró estabilizar el precio de la divisa estadounidense en el mercado oficial en torno a los 57 pesos argentinos y, tan importante como eso, frenar el masivo retiro de depósitos de los bancos. No obstante, los analistas ponen el foco en la evolución de la brecha entre el tipo de cambio oficial y el resto de las cotizaciones que resultan de las operaciones legales para adquirir divisas. “Por ahora, el acceso al mercado de cambios no está tan restringido como en los años del kirchnerismo y, por eso, no hay una brecha tan grande como la de entonces”, dice Ritondale. “Pero si los controles llegaran a intensificarse, la brecha seguramente tenderá a crecer hasta niveles del 50%”, añadió.

La probabilidad de que el cerrojo se refuerce está atada a la escasez de dólares.

Aunque las reservas brutas del Banco Central de la República Argentina (BCRA) suman cerca de US$ 50.000 millones, si se descuentan, entre otros ítems, un swap de monedas con el Banco de la República Popular de China, préstamos con el Banco Internacional de Basilea y una parte de los desembolsos del Fondo Monetario Internacional (FMI) que tiene como único destino fortalecer el stock, las reservas netas ascienden a unos US$ 13.000 millones.

“Si finalmente no se concreta el desembolso de US$ 5.400 millones del FMI que estaba pautado para este mes, el gobierno va a tener que recurrir al BCRA para honrar la deuda de acá a diciembre”, dice Ritondale. Los vencimientos del Tesoro suman unos US$ 6.500 millones hasta fin de año.

Con un poder de fuego cada vez más limitado para intervenir en el mercado de cambios, nadie descarta en Argentina que el control de cambios sufra una vuelta de tuerca. “Muy probablemente en las próximas semanas vayamos viendo endurecimiento de las restricciones cambiarias en rubros en los que el BCRA detecte que hay mayores filtraciones”, dice Baer.

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