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¿Cómo lograr más fuentes de ingresos de manera mensual?

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Ahorros, rentabilidad.

FINANZAS DE BOLSILLO

Descubrí diferentes alternativas para mejorar tu economía personal

Ahorros, rentabilidad.
Ahorros, rentabilidad.

El dinero. Uno siempre está pensando cómo generar aún más patrimonio del que ya tiene, aspirando a conseguir un mejor presente personal, o tal vez simplemente para invertirlo en alguna actividad de ocio o también, por qué no, ahorrarlo y generar aún más capital para usarlo como un salvavidas en alguna situación extrema.

Lo cierto es que existen mecanismos para obtener información precisa acerca de dónde, cómo y cuándo invertir el dinero, aunque obviamente estos datos deben de utilizarse de manera cautelosa, ya que generar más capital y lograr una correcta administración del mismo también implica contar con cierta disciplina para no malgastarlo.

En este Finanzas de Bolsillo repasaremos los principales puntos para cada mes seguir generando (o al menos intentarlo) más dinero del que ya tenemos en nuestro bolsillo o cuenta bancaria. Esto siempre organizados en función de los ingresos y gastos de cada individuo, ya que cada situación personal relacionada al punto a tratar es diferente.

El primer consejo de la lista es generar (en lo posible) tres fuentes de ingresos distintas.

La mayoría de las personas están acostumbradas a conseguir un trabajo estable para obtener un salario fijo o contar con un negocio propio que brinde ingresos similares a los de un asalariado promedio. En este caso, resulta difícil convencer a la gente de sentarse y pensar cómo generar otra fuente de ingresos. Sin embargo, existen varias fuentes diferentes a lo ya mencionado anteriormente para incorporar a nuestra entrada de dinero.

Para ello, se puede contar con ingresos pasivos financieros, tales como los plazos fijos, bonos e inversión en criptomonedas, por ejemplo. A su vez, también se puede optar por generar ingresos pasivos monetarios (un emprendimiento propio que no demande demasiado tiempo en el mediano plazo, para así monitorearlo cuando uno tenga tiempo para hacerlo). Otras opciones viables pueden ser alquilar propiedades, cocheras o maquinaria (ingresos pasivos propietarios) o contar con regalías por la creación de alguna franquicia o autoría de libros (ingresos pasivos patentados).

Lo recomendable es -como primer objetivo- generar ingresos de dos de las fuentes mencionadas y, en lo posible, sumar alguna más en el corto o mediano plazo. De esta manera uno logra diversificar sus fuentes, reduciendo el riesgo económico que se puede generar si alguna no funciona como se esperaba.

El segundo punto a tratar es generar metas de aumento de ingresos a largo plazo. A pesar de que las opciones para generar más fuentes de ingresos son variadas, no es realista pensar que dentro de un mes uno va a estar generando el mismo dinero que se consigue con un trabajo estable. Por ello, un objetivo financiero debe ser cuantificable, realista y realizable. Ponerse un objetivo difícil o prácticamente imposible de alcanzar a corto plazo es la forma más rápida en la que uno puede frustrarse y abandonar cualquier plan de metas por el simple hecho de que no funcionó o tomó fuerza rápidamente.

En tercer lugar, hay gastos que inevitablemente se deben evitar para no perder el ritmo de ahorro y de aumento del capital, o al menos comenzar a practicarlo poco a poco para generar el hábito. Lo positivo es que es fácil identificarlos para así eliminarlos de nuestros gastos mensuales.

Uno de ellos son los famosos “gastos hormiga”. En este caso nos referimos a las comidas fuera de casa, pago de comisiones en cajeros automáticos de bancos en los que no tenemos una cuenta bancaria, lavar el auto muy seguido, solicitar tarjetas de crédito que luego se utilizan poco, bebidas o cafés al paso y golosinas son algunos de los ejemplos de estos gastos que a primera vista parecen invisibles, pero cuando llega la hora de hacer cuentas a fin de mes, uno se sorprende de la cantidad de dinero que se pierde por culpa de ellos.

El segundo punto son los gastos diferidos, es decir, los que se realizan mayoritariamente con tarjeta de crédito. Puede que dichos gastos se disfruten en el momento por el hecho de que se pagarán más adelante. Sin embargo, lo cierto es que a la hora de afrontar el pago ese disfrute desaparecerá y uno no comprenderá cómo se acumularon tantos gastos, perdiendo más dinero del que se pensaba. Es por ello que dejar para mañana los gastos que podemos afrontar hoy puede convertirse en una mala costumbre si uno suele hacerlo repetidamente.

Otro punto clave de los denominados “gastos hormiga” son los gastos derivados. ¿Cuáles son? aquellos que se derivan de un gasto ya realizado anteriormente. Por ejemplo: si uno compra una mascota, no solo se gasta dinero al momento de adquirirla, ya que mensualmente necesita de mantenimiento (comida, veterinario y más). También se puede sumar a esta lista la adquisición de un auto, moto o una casa de verano. En este caso, el problema parte en que a veces las personas solo tienen en cuenta el costo de la adquisición del bien y se olvidan de lo que sigue, o también calculan que esos gastos serán menores de lo que en realidad les costará.

¿Es necesario abusar del uso de las tarjetas de crédito?

El correcto uso de la tarjeta de crédito dependerá de las compras que se realicen con ella cada mes. Sin embargo, es clave saber el importe que se va acumulando día a día en ella y procurar que cuando llegue el momento de pagarla uno cuente con el dinero suficiente para cancelar esas deudas por completo para no utilizar más dinero del necesario de tus ingresos mensuales. También es importante realizar una planificación del pago de una compra realizada en cuotas para separar ese monto una vez que se cobre el sueldo mensual.

El último pero no menos importante consejo de este Finanzas de Bolsillo es llevar mensualmente un control meticuloso de los gastos. ¿Qué quiere decir esto?, en lo posible, saber diferenciar (dentro de los gastos totales) los gastos fijos (alquiler, comida, tarifas de agua y electricidad) de los variables (actividades de ocio, comprar ropa, realizar un viaje) para saber con exactitud a dónde se dirige el dinero que sacas de tu bolsillo.

De esta manera, con el tiempo uno puede lograr ajustar esos gastos y reducirlos para contar con un gasto total menor del que tenía en los meses anteriores.

De lo contrario, si uno continúa realizando estos gastos se acostumbrará a ellos y a fin de cuentas vivirá por encima de sus posibilidades, ya que puede ocurrir que nunca logren pagar el resumen de la tarjeta de crédito y aumenten sus deudas a niveles inalcanzables.

En conclusión, conocer estas recomendaciones y empezar a intentar realizarlas llevará a un aumento de los excedentes mensuales.
Conseguirlos mediante un nuevo trabajo, inversión o emprendimiento puede llevar tiempo, pero de todas formas controlar los gastos realizados mensualmente para así disminuirlos es una buena forma de ir practicando estos consejos. [En base a La Nación/GDA]
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Formas de administrar el sueldo y los ahorros

Es indispensable saber organizar los ingresos a la hora de recibir dinero gracias al sueldo de cada individuo, por alquilar algún bien o por una inversión en especial. ¿Cómo se puede lograr? Existen plataformas virtuales donde uno puede detallar no sólo sus ingresos, sino también sus gastos, como por ejemplo una planilla de Excel. Así es como se puede calcular los gastos realizados en cada mes para así intentar disminuirlos para el próximo. Otra manera de planificarlos es utilizar apps para la organización de finanzas. Permiten visualizar tendencias, facilitan la carga de datos y brindan información sobre el comportamiento financiero personal para así poder mejorarlo.

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Finanzas sostenibles

Antes de realizar una inversión, uno debe determinar mecanismos imprescindibles para no fallar en el intento.

Lo más importante es saber de antemano en qué quiero invertir. Las posibilidades son varias, como por ejemplo hacer un viaje, comprar una casa, vehículo, mudarse o hasta generar un fondo de retiro. Es determinante tomarse el tiempo de pensar en la inversión más conveniente para luego determinar el cómo.

El siguiente punto es el plazo. Imprescindible para definir con antelación el objetivo que se busca para así saber el plazo de dicha inversión. Hay objetivos que son de largo plazo, como generar un fondo de retiro. Por otro lado, existen objetivos más inmediatos como realizar un viaje o la compra de un bien en específico que requerirán de una inversión a corto plazo.

Por último, hay que apostar en una moneda en especial. En este sentido, conocer el objetivo de inversión es importante para lograr determinar en qué tipo de moneda conviene ahorrar. Por ejemplo, si el objetivo es un viaje, puede que lo mejor sea ahorrar en dólares o euros, ya que son las monedas típicas que se utilizan en ellos.

En cambio, si el objetivo es el retiro, conviene invertir en Unidades Indexadas, en el caso que el mismo sea en Uruguay.

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