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El golpe del COVID-19 a la noche ¿cuánto afectó a pubs y boliches?

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Foto: Pixabay

Bailar de lejos no es bailar

El aforo, horario, miedo de salir, entre otros, son motivos que algunos bolicheros destacan en la caída de su facturación. Piden extensión de horario y que no se den permisos bailables en 24 meses.

Un año atrás, al llegar el fin de semana, las redes sociales se llenaban de mensajes que decían “es viernes y mi cuerpo lo sabe”. Hoy, dueños de boliches y pubs aseguran estar facturando un 30% de las noches pre COVID-19, algunos teniendo dudas de si podrán continuar abiertos y otros con esperanza de que la vuelta sea aún mejor para el sector.

“Lo más difícil fue tratar de explicarle a la gente que no somos un local bailable y funcionar como pub. Iban todos los fines de semana a bailar y, de un momento para otro no se podía, no se podía tener a la gente parada, no se permitían los espectáculos públicos, nos sacaron nuestra esencia. La gente dejó de ver asado y empezó a ver ojitos. El ejemplo más claro es ese, pasamos de ser un boliche a un pub, es como que un cliente entre todos los días a una carnicería y de un día para el otro vea bizcochos”, sostuvo Nicolás García Giménez, director de Mandarine.

A su vez, uno de los cofundadores de Casa Uma, Gerardo Galán, afirmó: “iba a ser nuestro año, hicimos toda una reforma divina de cada punto que habíamos tomado de los clientes. Este era el año, pero el Covid-19 nos mató”.

El aforo, el recorte de hora, el miedo de salir, la baja en el consumo de las personas, entre otros, son los motivos que encuentran algunos dueños de boliches y pubs, en cuanto a la pérdida en su economía.

“En cuanto a facturación, si lo comparo a un bar normal, estamos a un 20%. En cuanto a lo que era el baile, es incomparable. Tenía 10 horas de facturación, abría a las 21 y cerraba a las 7 de la mañana. No hay comparación en horario, ni en facturación, tenía recambio de gente, venían a comer, se iban y funcionaba como bar, levantaba las mesas y empezaba a funcionar solo con bebida, era muy diferente todo. Es incomparable”, dijo Galán.

Del mismo modo, Gonzalo Santos, director de Renata, explicó que en Punta del Este tienen un aforo para 250 personas, donde originalmente poseen una capacidad para 1.000.

En la temporada actual, registran un 30% de facturación, en relación a la anterior, teniendo como contra que “las marcas no apoyan. Antes apoyaban con dinero, hoy en día no tienen presupuesto. No tenés exclusividad, trabajás con todas. Antes por trabajar solo con FNC (Fábrica Nacional de Cerveza) me daban efectivo y mercadería gratis, para arrancar. Ahora eso no lo tenés”, afirmó.

Bagatelle Beach. Foto: Archivo
Bagatelle Beach. Foto: Archivo

En esta línea, agregó que en la temporada pasada, con la presencia del dj italiano Marcos Carola, “vendías una mesa de US$ 2.000 dólares para arriba. Ahora es todo restaurante y dj's nacionales. Una mesa tiene un promedio de $ 1.000 pesos por cabeza. Para cuatro personas es la mesa y, si es al aire libre, de seis. Una noche buena es de $ 250.000, después hay que sacarle los costos. Estamos muy complicados. Ahora dependo de carnaval, que vamos a estar abiertos, para ver si empato”.

Según el director de Promoción Económica de la Intendencia de Montevideo, Carlos Varela, desde el año pasado se conformó una mesa de trabajo con los colectivos representativos del sector, en donde se trataron beneficios sobre las cargas tributarias, ocupación del espacio público, entre otros. En el período de noviembre de 2020 a enero de 2021, en la capital del país, se autorizaron 16 eventos en locales y 33 en espacios públicos, además de las 63 solicitudes de ampliación o instalación nueva de mesas, sillas o entarimados.

“En lo que hace a la movida nocturna más joven ha sido una temporada con muchas restricciones, lamentablemente han habido muchas fiestas clandestinas, donde se han hecho públicos los esfuerzos que se han hecho en coordinación de las distintas autoridades, a los efectos de evitarlas”, sostuvo el director de Turismo de la Intendencia de Maldonado, Martín Laventure. Agregó que, en enero del año pasado, entraron 230.000 personas del exterior. Se nota la ausencia. Es una temporada que la notás con mucha menos gente. Habrá que ver en la facturación de los comercios. Están en un 30%, 40% o 50% menos”.

A contra reloj

Uno de los mayores desafíos que han sufrido los locales nocturnos es el corte del horario, expresan algunos dueños de boliches.

Ahora los bares en Montevideo están a punto de cerrar por el horario. La gente no va a las 19 horas a cenar. La gente trabaja a esa hora, va a su casa, se baña, si a las 0 hora cierra, no te da el tiempo de facturación. El horario mató y, para mi, no incide en nada que un bar pueda abrir hasta las 2 de la mañana o hasta las 0. Los casos siguen subiendo igual, la gente a esa hora queda re manija, se van 15 o 20 a sus casas. al final, el gobierno se equivocó en el horario. Porque vos tenés controlada en los bares a la gente, la intendencia va todos los días, cómo nos cae a nosotros en Renata y tenés a la gente controlada, sin matar a los bares. Por lo menos termina a las tres de la mañana, ya disfrutaste y te vas a dormir. Pero ahora, cuando empiezan a tomar algo, quedan re manijas y se hacen juntadas en las casas, eso no lo puede controlar la intendencia. Ahí es donde aparecen los focos”, afirmó Gonzalo Santos.

Una moza este sábado en un pub en Londres. Foto: AFP
 Foto: AFP

Hay muchas personas que sí hacen las cosas mal, que tienen una lucecita para prender cuando entra la Intendencia, para que se siente todo el mundo, para meter más cantidad de personas de las que tiene permitido. Nosotros sí hacemos un esfuerzo por seguir el protocolo”, afirmó Nicolás García Giménez, director de Mandarine.

Por su parte, Varela sostuvo que “no es un tema de si el virus circula más después de las 0 hora en Montevideo, que en Maldonado o en Rocha, no se trata de eso. El tema es que, todos los horarios , todas las edades, todos los límites, terminan siendo un valor arbitrario. Este horario, viene de la medida del Poder Ejecutivo, cuando Uruguay empezó a tener una incidencia de casos en aumento”.

No creo que dos horas determine un turno de trabajo nuevo, más gente trabajando, pero sin duda algunos perjuicios tiene. Sería contradictorio en una situación de aumentos de casos en Montevideo aumentar el horario, porque aumenta la circulación de gente cuando la tendencia es a contener la movilidad”, concluyó.

Permisos bailables

Otras peticiones a la IMM

El cierre a la medianoche no es la única queja que los dueños de locales nocturnos han hecho a la Intendencia de Montevideo (IMM). La ampliación en la capacidad de aforo y los futuros permisos bailables, cuando vuelva la normalidad, son temas que han intentado hacerle llegar a la comuna.

“Ahora estamos preocupados los boliches en que, por favor, cuando comience la normalidad que la Intendencia no de más permisos bailables, al menos por 24 meses, sino sería una tomadura de pelo, una competencia desleal. Nosotros venimos arrastrando esto, haciéndonos cargo de los costos, de la pérdida que llevamos hace casi un año”, sostuvo García Giménez sobre la petición para el restablecimiento del sector.

“24 meses para estabilizar nuestra economía, no solamente la del negocio, la economía a nivel personal. Se debe a deudas con proveedores, deudas de alquileres, deudas personales. Nuestro rubro y la hotelería fueron los que más sufrieron”, agregó el director de Mandarine.

Varela, al ser consultado sobre esta petición, indicó: “estamos abiertos a charlarlo, no tenemos una agenda cerrada. Nos preocupa la situación del sector, como la del sector hotelero, toda la actividad comercial asociada a la actividad turística”.

Hay "más de 8.000 personas sin poder trabajar

Se ha visto el cierre de locales, porque al principio se cerró, se usó el seguro de paro rotativo, se dieron las licencias, en el momento que esto se prorroga por tanto tiempo, el comerciante comienza a perder sus ahorros, a poner todo arriba de la mesa. Muchos nos lo han planteado directamente, no cierran porque saben que el perjuicio también lo tienen sus empleados, entonces cerrar es dejar en la calle a mucha gente. Hacen un esfuerzo por tratar de mantenerse, es una solidaridad que en momentos adversos siente en la gente. Hay una cantidad de gente que ganaría más plata si cerrase, viene a costo, a pérdida, a consumir sus ahorros, en función de pensar en el otro”, afirmó Carlos Varela.

Por otro lado, García Giménez afirmó que en Mandarine se perdieron 30 puestos de trabajo y que, en total, son 8.000 personas del sector sin poder trabajar. aunque podrían ser más si se contaran los músicos.

En cuanto a la contratación de personal para el local de Renata en Punta del Este, Santos explicó que fue baja. “En Renata los primeros días bien, entre semana corté porque La Barra después del 10 muere. Además los fines de semana con uruguayos, porque no hay argentinos. Entonces abro solo los fines de semana y en carnaval sí voy a abrir toda la semana. Contraté cerca de 30, pero ahora ya bajé a la mitad. El año pasado había el doble. Está muy afectado nuestro rubro”.

A su vez, Galán expresó que el contratar nuevo personal tiene sus riesgos, ya que si uno va a una fiesta y se contagia, tendría que cerrar nuevamente. “Los chicos que trabajan ahora confío que no son unos desbolados”, agregó.

Sería un mentiroso si no digo que también hay que agradecerle al gobierno, porque el tema del seguro de paro y BPS, ha sido una ayuda tremenda para nosotros” concluyó Walker.

Creatividad, esfuerzo y reinvención

Desde food trucks para rellenar el growler (envase de cerveza), hasta deliverys, mesas redondas, eventos por streaming y botones en el baño para que se prendan las luces de colores y suene música, fueron algunos cambios que adoptaron los boliches para reinventarse y que su marca no muriese en la pandemia.

Algunos incluso lamentaron no poder permitir que se baile en momentos en los que salieron las canciones Bésame, de El Reja, y Si me tomo una cerveza, de Migrantes.

La creatividad también tiene un límite. En el marco de lo que se puede hacer, ha habido mucho esfuerzo y mucha creatividad, sin duda es limitado porque hay cosas que no se pueden sustituir”, sostuvo Laventure

A su vez, Gonzalo Santos contó que les “costó reinventarse, está costando el reinvento. Lo más difícil fue ajustarse a los protocolos, porque estos hacen que la gente no se ha divertido al salir. Los horarios, la gente prefiere juntarse en sus casas con amigos que salir a comer. Si salís a comer no te dejan poner un dj, no te dejan pararte de la mesa. Ya está, me hago un asado con mis amigos y chau”.

Con otra mirada, Johnny Walker explicó que “es un poco de creatividad, tal vez que las mesas no sean cuadradas y sean redondas para que la gente se sienta más integrada. Capáz que darle más bola a la música ambiente, la calidad del sonido, comprar mejores parlantes. El tema del servicio, la comida, las luces. Va a ser lo mismo, porque no puedo tenerte parado o moviéndote, no puedo ponerte una banda en vivo, pero puedo hacer que cuando vayas con amigos a tomar una cerveza, sea la más rica del mundo, con el lugar más lindo del mundo, con el jardín más lindo del mundo. con la moza mejor vestida del mundo. La gente tiene muchos lugares para elegir y más ahora que estamos todos iguales, nadie puede hacer nada, nadie puede hacer fiesta”.

En esta línea, Galán contó que “se canalizó un montón la falta de baile y contacto a través de las redes. TikTok fue un boom y, tanto es así, que desde Instagram se copió la idea con los reels. Nosotros, partiendo de esta base, les dimos la excusa a las chicas e hicimos un botón en el baño, con el que tienen la posibilidad de volver por 10 segundos a la normalidad. Lo aprietan y se apagan las luces del baño, se enciende una luz de colores junto con música de cachengue”. Agregó que este botón, lo pusieron en primera instancia en el baño femenino, porque “son las que más se animan a subir videos”.

Casa Uma botón en el baño
Casa Uma

Explota la normalidad que viene

“Esto va a pasar, después de la tormenta viene la calma, y va a estar muy bueno cuando pase. El que no se casó se va a casar, el que no viajó va a viajar, el que no compró el auto lo va a comprar, el que no salía va a querer recontra salir, creo que si Uruguay sigue bien con el tema de la logística, a partir de fin de año, va a ser una de las mejores temporadas de la historia del Uruguay”, afirmó con esperanza Johnny Walker.

Con la misma esperanza, Galán expresó que son “creyentes de que va a ser un boom salir a bailar. No te digo que vamos a recuperar todo lo que estamos perdiendo, pero nos va a ir muy bien. Se aspira a sobrevivir y no morir en medio de la pandemia”.

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