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El gasto “inútil” que afecta al bolsillo y que la pandemia del coronavirus dejó al descubierto

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Uruguay con buena percepción de la economía. Foto: archivo El País

FINANZAS DE BOLSILLO

La crisis económica lleva a mirar con más detalle los gastos para lograr la meta de generar un ahorro.

Dada la actual situación económica generada por los efectos de la pandemia del coronavirus, resulta importante reducir gastos y convertirlos en ahorro. ¿Lo mejor es reducir deudas o ahorrar? ¿Qué gasto innecesario dejó al descubierto la pandemia del COVID-19?

Carlos Silva, un joven de 27 años, inicia el mes con la tranquilidad de haber revisado satisfactoriamente su presupuesto mensual.

“La verdad es que era sencillo detectar de dónde salía ese sobrante”: estando en casa por el teletrabajo, “no gastás en algunas cosas que normalmente consumís diariamente camino al trabajo. Lo que sí me sorprendió es lo considerable que ese sobrante puede ser”, comentó.

En un día normal previo a la irrupción del coronavirus, Carlos salía a trabajar, para lo que invertía $ 66 solo en transporte. Antes de llegar a su oficina, compraba su desayuno (un café y un sánguche) en una cafetería cercana y destinaba $ 170 para ello.

El almuerzo en un restaurante le costaba $ 300. Antes de regresar a cumplir los últimos reportes del día para el área de márketing, compraba un café más y snacks para la tarde, lo que le demandaba un gasto de $ 95.

“Si a ello le sumas que algunos días de la semana iba al cine y, por la hora, regresaba a casa en taxi, hablamos de gastos que llegan a una suma considerable. Al comprar, uno cree que es poco, pero van sumando”, explicó.

Hoy, Carlos hace sus reportes bajo la modalidad de teletrabajo. Al estar en casa, se ha dado cuenta de que en un solo día podía gastar hasta $ 631. “Eso es solo un día. Si consideras que un día así (con almuerzo fuera de la oficina) se repite al menos dos veces a la semana, ya son más de $ 1.000, que al mes superan los $ 4.000. Y solo hablamos de gastos pequeños en un día laboral”, señaló.

Las nuevas formas de utilizar bases de datos puede definir que a una persona le aprueben o no un crédito. Foto: Archivo
La pandemia dejó al descubierto a los denominados "gastos hormiga". Foto: Archivo

A este tipo de pequeños gastos, se le denomina “gasto hormiga”. Son aquellas erogaciones de dinero menos visibles pero más traicioneras y que pueden representar hasta el 25% del presupuesto mensual. La pandemia dejó a los “gastos hormiga” al descubierto, ya que muchos, como Carlos, no reparaban en ellos.

El docente de la Facultad de Negocios de la UPC de Perú Jorge Luis Ojeda explicó que detectar un denominado gasto hormiga es tan sencillo como preguntarse: “¿Puedo seguir mi vida sin realizar ese gasto? ¿Resulta realmente esencial?. El problema no es el gasto, porque es cierto que son pequeños” y un alfajor puede costar tan poco como $ 14.

“En un día, no te va a afectar. El verdadero problema es la frecuencia”, dijo Ojeda.

"El problema no es el gasto, porque es cierto que son pequeños. En un día, no te va a afectar. El verdadero problema es la frecuencia", dijo el profesor Jorge Luis Ojeda.

Ese monto que no se gasta mensualmente puede ayudar a mejorar la salud financiera de la persona, aseveró Christian Borja, especialista en finanzas personales del ABC del Banco Central de Perú. “Tienes dos alternativas. La primera siempre será ahorrarlo. Sin embargo, si se tiene una deuda, también está la opción de realizar prepagos”, sostuvo.

Adelantar las cuotas de pago es —en palabras del especialista— “más beneficioso que incluso buscar rentabilizarlas”.

TRES TIPOS DIFERENTES

¿Qué tipo de deuda fue la que se contrajo?

Puede haber tres tipos de deuda distintos: a) Deuda ficcional (nos endeudamos para vivir por encima de nuestras expectativas); b) Deuda hormiga (nace por la falta de control de nuestras finanzas y se apoya en numerosos pequeños gastos); y c) Deuda de subsistencia (tomada para poder llegar a fin de mes). Saber con exactitud qué tipo de deuda es la contraída nos puede ayudar a cambiar nuestros hábitos de gasto con el fin de cortar el espiral de endeudamiento e ingresar en un círculo virtuoso que nos lleve a desendeudarnos de manera gradual pero constante. Cada vez que sumás deuda, tu situación patrimonial empeora.

“Pongámonos en la situación de que tengo un sobrante considerable de mis ingresos. Tengo un crédito o un gasto cualquiera con la tarjeta a una tasa de interés de 14%. Mi segunda opción es guardarlo y quizá capitalizarlo, pero los depósitos a plazo pagan menos que eso. Al final del día me resulta mejor prepagar para reducir la cuota mensual o el plazo de mi deuda”, aseveró.

La administración de los gastos y ahorros no puede dejar de lado la situación actual de crisis económica (la economía uruguaya está en recesión), donde resultará siempre importante contar con un dinero adicional por precaución.

“Aquellos que hoy tienen la posibilidad de mantener su empleo tampoco tienen la certeza de saber si lo tendrán en el futuro, dada la crisis. Por eso ahorrar se convierte en una opción casi necesaria en este momento”, consideró Javier Swayne, gerente de Asset & Wealth Management del banco BBVA en Perú.

HERRAMIENTA CLAVE

¿Por qué y para qué sirve el presupuesto?

Cualquiera sea nuestra situación económica, el presupuesto es la herramienta imprescindible para planificar nuestro día a día y nuestro futuro. Saber cuáles son nuestros ingresos y gastos mensuales permitirá realizar una planificación financiera para que el dinero rinda más. Todos tenemos planes de futuro que incluyen desde la compra de una casa, un auto, viajar, jubilarnos y vivir cómodamente, etc. Llegar a cumplir esas metas se hará más fácil si aprendemos a hacer un presupuesto y ajustarnos a él. Es común ver que esas metas de largo y mediano plazo, resultan cada vez más difíciles de lograr porque el dinero “se va” en gastos diarios. Esto no solo se da en familias de bajos recursos sino también en familias que disponen de buenos ingresos. Hacer un presupuesto y monitorearlo día a día, le será muy útil.

En su opinión, es recomendable lograr un ahorro equivalente a tres o seis meses de gastos, lo que en promedio demora reinsertarse en el mercado laboral. “Si ya lo tienen, entonces sí se recomienda destinar el excedente al prepago de gastos”, agregó.

Si se quiere ahorrar, un primer paso es visibilizar los consumos frecuentes y preguntarse si son realmente esenciales.

También hay que realizar un presupuesto personal (o familiar) para identificar los ingresos fijos y variables y contrastarlos con los gastos, lo que permitirá visibilizar su posibilidad de ahorro.

Luego, hay que trazar un plan de ahorro con metas fijas. Ya sea para una necesidad o para cautela, se debe fijar una meta, que bien puede ser de plazo o de monto.

Posteriormente, hay que revisar constantemente el presupuesto, ya que sin tener claridad de los ingresos futuros, los gastos deberán ajustarse.
Definir un presupuesto, marcar metas de ahorro, limitar los gastos, entre otras tareas, es posible gracias a las aplicaciones especializadas, muchas de ellas de las propias entidades financieras, que hay en el mercado.

A través del celular se puede acceder a comparadores de precios, simuladores de productos, ‘chatbots’ para asesorarse y manejar mejor las Finanzas de Bolsillo.

La pregunta del experto: ¿Cómo hacer para terminar con los gastos hormiga?

LA RESPUESTA: Transformar un gasto en un ingreso no es quimera

Fumigar los gastos hormiga puede resultar fácil o difícil. Depende en gran medida de encontrar una razón que nos impulse al cambio de conducta. Transformar un gasto en un ingreso no es una quimera. Consiste simplemente en fijarse metas claras y trabajar día a día para alcanzarlas, por ende tener una causa de ahorro.

También hay que planificar. Aplicar la regla 50/30/20 sobre tus ingresos es la manera más conveniente de fumigar los gastos hormiga: el 50% de tus ingresos debe destinarse a los gastos necesarios, el 30% a los gastos variables y el 20% restante al ahorro, que luego te permitirá obtener ingresos pasivos cada vez mayores. Aplicar esta regla a rajatabla puede hacer que tu economía doméstica viva una revolución impensada tiempo atrás, una revolución positiva.

Otro paso necesario en tus Finanzas de Bolsillo consiste en realizar un control estricto de cada peso que sale de tu bolsillo. ¿Debés anotar cada gasto por más pequeño que sea? Sí, no se pueden ignorar los gastos pequeños.

Sin embargo, no se trata de una tarea eterna. Mantener esta conducta durante dos meses, nos permitirá comprender cuáles son los gastos hormiga más dañinos para nuestra salud financiera y cortarlos de raíz, de modo de poder incorporar hábitos de consumo más amenos con nuestros intereses.

[EN BASE A EL COMERCIO / GDA]

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