EVALUACIÓN

La pandemia del coronavirus mostró que el sistema financiero uruguayo era “una herramienta” para dar “soluciones” y “no un problema”, señaló el presidente del Banco Central (BCU) Diego Labat al disertar ayer en la Academia Nacional de Economía.

Labat enumeró las medidas que se tomaron y los resultados que se obtuvieron. “La industria estuvo a la altura”, dijo y agregó que “tuvimos otras medidas en carpeta, pero no hubo necesidad de implementarlas”.

“Los teléfonos han estado abiertos” con las instituciones financieras y “fue importante tener información diaria”, afirmó el presidente del BCU.

Una de las medidas implementadas fue liberar encajes (porcentaje de los depósitos que las instituciones deben inmovilizar en el Central) para que los bancos tuvieran pesos para dar crédito. Esos encajes se liberaban contra aumento del crédito.

De los $ 16.550,6 millones (US$ 383,3 millones) que el BCU puso a disposición de los bancos, se utilizaron $ 5.461,7 millones (US$ 126,5 millones), el 33%, informó Labat.

“Hubo bancos que lo utilizaron y otros que no” y varios manifestaron que “no tenían demanda. La evaluación de esto es muy satisfactoria”, apuntó.

Otra medida fue permitir a bancos y financieras que postergaran vencimientos de cuotas de préstamos y tarjetas sin tener que recategorizarlos (lo que implica asumir pérdidas por los mismos). Las extensiones de plazo abarcaron a 1,17% de la cartera de créditos, dijo Labat.

Pero, sobre todo para personas, implicó un alivio. Se extendieron plazos de pago en créditos al consumo por $ 1.206,8 millones (US$ 27,9 millones) y en préstamos de vivienda por $ 288,5 millones (US$ 6,7 millones), explicó Labat. En crédito comercial las prórrogas implicaron $ 2.599,2 millones (US$ 60,2 millones), añadió.

“La evaluación es más que positiva, el crédito fluyó, se logró dar liquidez y que no hubiera restricciones”, aseveró el presidente del BCU.