Para el Fondo Monetario Internacional (FMI), en los seis países financieramente integrados de América Latina (Brasil, Colombia, Chile, México, Perú y Uruguay) "el seguimiento atento de los riesgos relativos a la estabilidad financiera ha cobrado más importancia en un contexto de fuertes movimientos de tipos de cambio, menores ingresos y, en algunos casos, tasas de interés en ascenso".

Ese es uno de los aspectos que abordó el informe "Perspectivas Económicas: Las Américas" que fue presentado ayer en Santiago de Chile.

Allí además, el director del Departamento para el Hemisferio Occidental del FMI, Alejandro Werner se refirió a lo que puede esperar la región ante una suba de tasas en Estados Unidos. Sobre esta alza, aún no hay pistas claras (ver aparte).

"Uno pensaría que el escenario de incrementos se dará en un entorno ordenado, sin gran volatilidad. La región está bien preparada, cuenta con amplias reservas internacionales, una estructura de deuda buena, finanzas públicas sanas, inflación baja. La región está bien preparada. Ahora, existen escenarios en donde el ajuste de tasas, aún siendo bien comunicado, genera escenarios de volatilidad", apuntó Werner.

El movimiento en Estados Unidos puede llevar a un "aumento de tasas de interés a largo plazo, volatilidad de los mercados domésticos, volatilidad cambiaria" por lo que "las autoridades tienen que estar muy vigilantes, muy atentas y dispuestas a evitar que estos escenarios afecten la liquidez y que los precios de los activos tengan movimientos exagerados", señaló el funcionario.

El informe del FMI también se refirió a las dos economías más problemáticas: Venezuela y Argentina. En el primero "será imposible revertir rápidamente el daño causado por años de mala gestión económica. Aun así, cualquier estabilización efectiva deberá incluir una mayor depreciación del tipo de cambio oficial (promedio), una reducción del gran déficit fiscal y terminar con el financiamiento monetario, así como el retiro de una cantidad de medidas dirigistas que asfixiaron la actividad del sector privado", indicó.

"Aunque sus distorsiones económicas son menos extremas, Argentina necesitará una combinación similar de políticas macroeconómicas más restrictivas, un tipo de cambio más débil y un menor nivel de distorsiones microeconómicas" para volver a la estabilidad.

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