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Las explicaciones detrás de la caída del precio del dólar

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FLUCTUACIONES DE LA DIVISA

Factores externos principalmente y algunos internos, según los analistas.

El año comenzó en Uruguay y el resto de los mercados financieros con una tendencia que no deja de sorprender a los analistas: pese a todos los pronósticos en ese sentido, el dólar no logra fortalecerse y pierde fuerza frente al resto de las monedas.

A nivel local, la divisa viene acumulando un sesgo a la baja en los últimos meses alineado con las presiones internacionales. Mientras tanto, el Banco Central (BCU) cambió su actitud y adoptó una política más agresiva de intervención, acaparando el 61% de la operativa en la primera quincena de enero.

La divisa cerró el 2017 a un valor de $ 28,764 y ayer culminó la jornada en $ 28,552 —tomando el promedio diario del dólar interbancario fondo— con lo que acumula una caída de 0,74% en lo que va del mes. El valor actual del dólar contrasta con los $ 29,663 que alcanzó hace casi tres meses (24 de octubre), una variación de -3,74%.

Al público en las pizarras del Banco República (BROU), en la pasada jornada la moneda estadounidense cayó cuatro centésimos tanto a la compra como a la venta para cerrar en $ 28,19 y en $ 28,89 respectivamente. Mientras que a través de la Bolsa Electrónica de Valores (Bevsa) se realizaron en total 71 transacciones por un monto equivalente a US$ 56,64 millones, con un dólar que osciló entre un precio mínimo de $ 28,54 y un máximo de $ 28,56, para finalmente cerrar al menor valor.

La evolución de la divisa también puede verse claramente al tomar los promedios mensuales: $ 29,349 en octubre; $ 29,202 en noviembre (0,5% menos que el mes previo); $ 28,847 en diciembre (1,2% menos); y $ 28,621 en lo que va de enero (0,78% menos). Así la divisa acumula una variación "punta a punta" entre octubre y la última sesión de -1,89% (lo que implica $ 0,55 menos).

"La debilidad del dólar es un fenómeno de carácter global", dijo a El País el economista de CPA Ferrere, Germán Deagosto. Aunque apuntó que de manera coyuntural inciden en esta evolución otros temas de origen local, como la temporada turísti-ca que acentúa el ingreso de dólares al país y "la política monetaria un poco más dura" que mantiene el BCU —paga tasas altas para dominar la inflación, pero hace que más inversores se vuelquen a pesos y vendan dólares.

En la misma línea, la economista Tamara Schandy, de Deloitte, evaluó "que hay una tendencia muy generalizada de debilitamiento de la divisa en el mundo en el arranque de 2018, que no estaba en los pronósticos". También su colega, Aldo Lema, sostuvo que al inicio del año el peso uruguayo "profundizó la tendencia al fortalecimiento impulsado por la debilidad global y regional del dólar".

De hecho, la cotización del euro alcanzó ayer su mayor valor respecto al dólar (US$ 1,224 por un euro) desde diciembre de 2014 y lleva una revalorización del 2% en dos semanas de 2018. Además, el billete verde ha perdido cerca de 1% frente al yen y la libra, y se ha debilita- do en los mercados emergentes —hubo "bajas intensas" del dólar en Colombia (-4%), México (-3,1%) y Brasil (-2,7%), indicó Schandy.

Según Lema, la pérdida de valor del dólar "está asociada a la reaceleración mundial más sincronizada", mientras que en el contexto regional responde "al mayor dinamismo de Argentina y Brasil".

Este proceso del dólar hace que la idea original "de un fortalecimiento global siga sin consolidarse", afirmó Deagosto, pese a que los hechos para llegar a eso sí han pasado: Estados Unidos aprobó la reforma fiscal impulsada por Donald Trump, y la Reserva Federal (Fed) está ejecutando un cambio en la política monetaria con una suba gradual de tasas.

Al tiempo que Schandy advirtió que dentro del proceso de depreciación del dólar existen "puntos de partida diferentes", dado que "la presión a la baja del tipo de cambio encuentra a Uruguay muy caro en dólares, con un desalineamiento respecto a la media histórica de tipo de cambio real con Estados Unidos que en la región solo es comparable al que tiene Argentina". Para la analista, de ese análisis se desprenden "los incentivos para procurar amortiguar esa presión con compras de divisas" por parte del BCU.

Con la adquisición de US$ 45,3 millones ayer, la autoridad monetaria lleva nueve sesiones consecutivas (todas las de 2018) interviniendo en el mercado para evitar una caída mayor del dólar. El total comprado asciende a US$ 271,3 millones y representa el 61,19% del total operado en lo que va del año (US$ 443,4 millones). El monto adquirido por el BCU en 15 días es solo equipara- ble a lo comprado en mayo (US$ 295,1 millones) y diciembre (US$ 278,1 millones) de 2017.

Lema planteó que "la apreciación del peso (contrapartida de la caída del dólar) empieza a reflejarse en una reaceleración de la inflación" a nivel local y pronóstico que el índice de precios "estará poco tiempo bajo el techo del rango" del BCU —que es 7% y al cierre de 2017 llegó a esa meta luego de siete años.

Pese al panorama mundial explicado, los analistas aún esperan que el dólar aumente levemente su valor hacia el cierre de 2018 —el promedio de 13 proyecciones privadas recabadas por El País anticipó una divisa a $ 31,1 al final del año. "Tenemos prevista una depreciación del peso, pero en ningún caso será suficiente como para consolidar avances en términos reales: vamos a seguir muy caros en dólares", aseguró Deagosto.

El economista de CPA Ferrere dijo que hay algunos "factores de riesgo que podrían generar presión sobre el tipo de cambio" como un endurecimiento monetario más rápido del previsto en Estados Unidos —esto "no parece muy probable", subrayó— o "malas noticias en la región" dado que la recuperación económica de los vecinos no está consolidada y depende "de las condiciones financieras laxas" debido a los desequilibrios fiscales que acumulan.

En 2017 retornó flujo de divisas

El 2017 fue el año de mayores ingresos de capitales a economías emergentes desde 2014, según un informe del Instituto de Finanzas Internacionales. “Las entradas netas de cartera de no residentes a los mercados emergentes llegaron a US$ 9.400 millones en diciembre, cerrando el mejor año para los flujos de cartera hacia los mercados emergentes desde 2014 con US$ 235.000 millones”, afirmó el reporte. El ingreso de dólares a países emergentes es uno de los factores que ha estado detrás del fortalecimiento de esas monedas frente a la estadounidense. Los ingresos de divisas “a los mercados de deuda de emergentes dominaron 2017, llegando a US$ 170.000 millones, ya que los gobiernos y corporaciones de países emergentes emitieron deuda a un ritmo vertiginoso”, explicó el Instituto de Finanzas Internacionales.

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