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¿Por qué ahora empezó a subir el valor del dólar?

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Billete de un dólar. Foto: Archivo El País
Una lámina de billetes de dólar vistos durante su etapa de producción en Washington. Imagen de archivo, 14 noviembre, 2014. El dólar caía el martes, en opinión de los estrategas monetarios por el sorpresivo descenso de los pedidos de bienes duraderos en Estados Unidos, aumentando la especulación de que la Reserva Federal podría aplazar la subida de las tasas de interés por más tiempo del que se espera actualmente. REUTERS/Gary Cameron
GARY CAMERON

FINANZAS DE BOLSILLO

Durante gran parte del año estuvo “planchado”, pero desde septiembre aumenta.

El uruguayo tiene una cuasi "obsesión" por el dólar. Cuando la moneda estadounidense empieza a subir un poco, se inquieta, no sabe qué está detrás de ello (muchas veces cree que es el presagio de algo malo) y por las dudas compra dólares. Esta es una "mala" forma de ahorro o protección.

Durante gran parte del año esa inquietud no se vio. El dólar se movió en un margen acotado, entre $ 28 y $ 29. Eso posibilitó el consumo de bienes importados (electrodomésticos, vehículos, etc.) ante la perspectiva de un billete verde "planchado". Es que el poder de compra que tienen los salarios con un dólar estable es mayor, que si la divisa sube.

Pero, en las últimas semanas de septiembre y en lo que va de octubre, la moneda estadounidense ha empezado a subir. Todavía es incipiente, pero a nivel interbancario ya el viernes cotizó a $ 29,635 y al público a la venta a $ 30,10.

¿Qué pasó para que la moneda estadounidense que se encontraba estabilizada, tenga esta incipiente alza?

"El fortalecimiento del dólar en Uruguay está en línea con lo que está pasando en el resto del mundo. Es un fenómeno bastante global", dijo a El País el supervisor del Departamento de Economía de la consultora CPA Ferrere, Santiago Rego.

El socio de Vixion Consultores, Aldo Lema coincidió con esa visión y agregó otro aspecto. "Esta depreciación reciente del peso (frente al dólar) está relacionada a cierto fortalecimiento del dólar a nivel global y la mayor expansión monetaria a nivel local", señaló Lema a El País.

Esto último, implica que el Banco Central —la autoridad que emite el dinero en Uruguay— ha volcado más pesos al mercado. "Un precio que sube refleja una mayor demanda o una caída en la oferta. Por el contrario, el precio baja cuando refleja un exceso de oferta o la contracción en la demanda", escribieron en una columna publicada ayer en El País, los economistas Horacio Bafico y Gustavo Michelin.

En este caso, al volcar más pesos al mercado, el BCU genera una oferta mayor a la demanda y su precio ante el dólar baja.

En el plano internacional, desde septiembre se vienen sucediendo varios elementos, analizó Rego. Por un lado apuntó a "mejores datos macro en Estados Unidos (en especial un Producto Interno Bruto más sólido y algo más de inflación)". Si a la economía estadounidense —que es la que emite el dólar— le va mejor, su moneda tiende a fortalecerse.

Otro aspecto que mencionó Rego es el de "anuncios del desarme gradual de la hoja de balance de la Reserva Federal" (Fed). Este es el banco central estadounidense, que durante la crisis de 2008, volcó "al mercado una cantidad excesiva de dólares con un impacto a nivel mundial. Este exceso llevó a una mayor demanda por monedas locales de otros países", explicaron Bafico y Michelin. Al desarmar esa política, la expectativa es que la moneda estadounidense se fortalezca.

Por último, Rego mencionó el anuncio de "parte del plan fiscal (del presidente Donald) Trump (aunque falta tiempo y negociación antes de su aprobación)".

Los tres aspectos, tuvieron "impacto al alza en las tasas de interés de largo plazo en Estados Unidos (por ejemplo, los bonos estadounidenses a 10 años pasaron de estar cerca de 2% a 2,3%) y en el dólar respecto a la mayoría de las monedas".

¿Qué puede pasar?

Determinadas las causas, la otra pregunta clave es si este aumento del billete verde va a seguir o es algo momentáneo.

"El alza está dentro de la volatilidad típica de un régimen de flotación sucia (donde el Banco Central interviene para suavizar las subas o bajas de la divisa) y no necesariamente representa un cambio de tendencia", afirmó Lema.

La suba del dólar en Uruguay desde el 7 de septiembre, ha sido similar a la de otros países de la región como Chile y Brasil.

Para Rego, "esto es muy incipiente todavía y no tiene impacto en los flujos de capital (por ahora). La región (y los países emergentes en general) siguen recibiendo capitales, porque en perspectiva las tasas siguen bajas y se mantiene la búsqueda de retorno en emergentes. Con esto, es probable que el fortalecimiento reciente del dólar sea relativamente acotado".

Ese factor de la llegada de capitales del exterior que buscan ganancias atractivas en monedas como el peso o el real brasileño, es uno de los que explicó que la moneda estadounidense estuviera "planchada" gran parte del año. Nuevamente, ante un "exceso" de oferta (en este caso dólares, que llegan del exterior), el precio de un bien (en este caso el billete verde) tiene a bajar o al menos a no aumentar.

"Si el escenario internacional no registra alteraciones fuertes y repentinas, todo da a pensar que pasado este primer impacto habrá una estabilización de la relación cambiaria", concluyeron Bafico y Michelin.

Comprar dólares como ahorro: un mal negocio.

Comprar dólares como forma de ahorro no es lo más conveniente e incluso puede llevarle a perder capacidad de compra (aunque piense lo contrario). Salvo en las crisis de 1982 y de 2002, y por un período muy corto de tiempo en ambas, el dólar ha sido un mal negocio. Con un ejemplo, se puede ver más claro. Juan, tuvo el "timing" de comprar dólares en mayo de 2002, el mejor momento, justo antes de que su valor saltara y María, decidió comprar Unidades Indexadas (UI) a la inflación en el mismo momento. Ambos tenían $ 1.000. A Juan le dieron US$ 57,94 y a María 1.000 UI. El viernes, ambos fueron a ver cuántos pesos les daban por los dólares y por las UI. A Juan, le dieron $ 1.686 (a un dólar a $ 29,10 que pagaba el Banco República a la compra) y a María le dieron $ 3.689,60 (a una UI de $ 3,6896 el viernes). Es decir, María recibió más del doble que Juan y vio multiplicar por 3,7 veces su dinero, que casualmente es lo mismo por lo que se multiplicaron los precios entre mayo de 2002 y septiembre de 2016. Juan tiene más pesos que en 2002, pero puede comprar menos que en aquel año. El economista Aldo Lema suele utilizar una frase que lo define: "La UI te protege siempre contra la inflación, el dólar solo esporádicamente". Además, salvo que alguien vaya a ser un viaje y gastar en dólar (y por tanto "asegurarse" una cotización de la moneda por las dudas que suba), lo que buscan las personas es proteger su ingreso (salario, pasividad) de la suba de precios que consume localmente.

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