Las ventas puntuales de algunos bancos fueron determinantes.

En una semana de un volumen de operativa muy reducido, el precio del dólar estadounidense en el mercado local se movió con una clara tendencia vendedora, pero más por factores locales que por incidencia del exterior.

En este contexto, el dólar interbancario fondo se operó en la víspera en su nivel más bajo desde el 5 de enero, $ 30,308, lo que implicó una caída diaria de 0,46%. De esta manera, el tipo de cambio retrocedió por segunda semana consecutiva, esta vez un 0,24%, y acumula una caída de 0,9% en julio y un incremento de 1,46% en 2016.

El Banco República (BROU), en tanto, redujo ayer respecto al jueves 15 centésimos la cotización al público hasta $ 29,70 la punta compradora y $ 30,90 la punta vendedora. La variación semanal fue de un ajuste a la baja de cinco centésimos.

Por medio de las pantallas de la Bolsa Electrónica de Valores (Bevsa) se operaron solamente US$ 54,4 millones entre lunes y viernes, el monto más reducido desde principios de octubre del año pasado para una semana completa.

Si bien se operó al alza entre lunes y martes, algo lógico si se toma en cuenta que el viernes anterior el dólar había alcanzado los niveles más bajos desde principios de año, sumado al hecho de que los mercados internacionales estuvieron muy volátiles, a partir del miércoles la tónica cambió.

Dicha jornada inició también al alza y parecía que continuaría en esa senda, pero en determinado momento surgió una fuerte presión vendedora por parte de algunos bancos privados. Esta tendencia se mantuvo hasta ayer.

Operadores cambiarios consultados por El País coincidieron en que las ventas de los bancos privados se debieron más que nada a negocios o necesidades puntuales, pues los niveles de liquidez están siendo buenos en estos días.

Agregaron que, debido a la reducida operativa, cualquier negocio provoca variaciones más pronunciadas en el precio del dólar.

TIPO DE CAMBIO