Los inversores internacionales volvieron a mostrar una fuerte aversión al riesgo ayer ante la persistente incertidumbre respecto de la situación en Grecia y ante la preocupación por los desplomes de las bolsas en China, con lo que el dólar estadounidense fue una de las opciones más buscadas como refugio.

En el mercado local se dio un fuerte rally alcista en las primeras horas de la jornada, lo que determinó que el tipo de cambio registrara el tercer incremento diario consecutivo, esta vez de 0,4%.

En efecto, el dólar interbancario fondo se operó en la víspera en $ 27,54, un nuevo máximo desde el 19 de octubre de 2004. De esta manera, la divisa ha avanzado ya un 1,63% en los últimos tres días y acumula un avance de 1,92% en julio y de 13,18% en 2015.

Por su parte, el Banco República (BROU) mantuvo inalterada la pizarra en $ 27,05 la compra y $ 27,85 la venta. En el caso de la punta vendedora, en el intradía llegó a estar por encima de los $ 28.

La diferencia entre el movimiento alcista de la cotización interbancaria y la estabilidad de la pizarra, se debió a que en el primer caso se dio un fuerte incremento en el intradía que llevó a subir el promedio, y en el segundo se trata del valor al cierre de la jornada.

De hecho, operadores cambiarios consultados señalaron a El País que al inicio de la jornada fue cuando se dio el mayor impulso sobre el dólar, llevándolo hasta un máximo diario de $ 27,61.

Luego surgió una lógica presión vendedora, a la que hicieron bajar rápidamente hasta culminar en $ 27,43, un centésimo por debajo del cierre de la jornada previa.

Los agentes destacaron que esta mayor volatilidad del billete verde generó la posibilidad de mayores negocios, algo que no venía sucediendo. Esto se vio reflejado en un aumento en la operativa por la Bolsa Electrónica (Bevsa), donde se operaron US$ 18,3 millones.

Pese a que subió en promedio, al cierre se operó en descenso