Según repasa el instructivo de Bergstein Abogados, si el vínculo laboral es finalizado por el empleador sin "justa causa", el trabajador tiene el derecho de recibir una indemnización por despido que consistirá en la remuneración total de un mes de trabajo, por cada año trabajado (o fracción), con un máximo de 6 mensualidades. Los delegados sindicales, mujeres embarazadas y trabajadores en situación de enfermedad cuya relación de trabajo es unilateralmente rescindida deberán recibir una indemnización por despido especial. A su vez, los cambios drásticos en las condiciones de trabajo que puedan causar perjuicios al trabajador —reducción del salario o la jornada laboral, o cambio del lugar de trabajo— pueden ser considerados como "despido indirecto", y en estos casos el empleador debe abonar al trabajador la indemnización descripta antes. La posibilidad de realizar acciones legales por un hecho originado en una relación de trabajo prescribe al año (contando a partir del día siguiente al que cesó el vínculo laboral), mientras que los créditos laborales prescriben a los cinco años (contando desde la fecha en que pudieron ser exigibles).