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Consumo con ahorro o con crédito, ¿cómo saber elegir?

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Esperar o no, esa es la primera cuestión a definir. Foto: Archivo El País
Gente comprando electrodomésticos en local Multiahorro Hogar en día de descuentos de Montevideo Shopping Center, descuento del Iva, compras, consumo, ND 20111209, foto Inés Guimaraens - Archivo El País
Archivo El País

Los aspectos a tener en cuenta, según cuánto se esté dispuesto a esperar.

La compra de un electrodoméstico es una oportunidad para plantearse la pregunta: ¿ahorro para adquirirlo o lo hago con un crédito? Lo que más conviene —que a priori parecería ser sencillo— es ahorrar, pero un análisis más detallado llevará a ver que "depende".

Para empezar hay que ver si ese electrodoméstico es muy necesario: por ejemplo si se rompe la heladera o el termotanque y no tiene arreglo, la decisión seguramente sea la de comprar ya, sin esperar por ahorrar.

En otros casos, no tan necesarios en la vida cotidiana, dependerá de la tasa subjetiva de descuento (para ciertos consumidores dicha tasa es tan alta que no están dispuestas a ahorrar e incluso están dispuestos a endeudarse para consumir hoy). Luego, se pueden analizar las diferentes alternativas. Supongamos que el electrodoméstico a comprar vale $ 10.000 y que el valor del dólar se mantiene en un año —por lo que el precio no variará demasiado en pesos—, de la alternativa elegida dependerá el costo final y cuánto demora la compra.

Ahorro en el "colchón bank".

Si se está dispuesto a esperar, ahorrando de a $ 835 por mes, en un año se tendrán los $ 10.000 ($ 10.020 para ser exactos). Ahora, aquí hay un problema, $ 10.000 hoy tienen menos capacidad de compra que $ 10.000 dentro de un año. ¿Por qué? Se llama inflación, la suba de precios, llevará a que con el mismo monto de dinero hoy pueda comprar más bienes que dentro de un año. El "colchón bank" no protege de la inflación.

Ahorro en banco o fondo.

Ahorrando de a $ 835 mensuales leva menos tiempo obtener los $ 10.000 que en el "colchón bank". Según la opción de mercado que se tome, puede llevar a adelantar casi un mes llegar a los $ 10.000. Ahí las alternativas van desde el "Ahorro en Sueldo" del banco República, una cuenta de ahorro en Fucerep o los Fondo Ahorro Básico de SURAy Fondo Valores de la Bolsa.

Compro con tarjeta.

Una opción para obtener ya ese electrodoméstico, es comprar con tarjeta de crédito. Según el caso, se puede llegar a pagar en hasta 12 cuotas sin recargo. Eso implicaría en el ejemplo, que lo compro hoy y lo termino de pagar en un año, a razón de unos $ 833,33 mensuales. En este caso, no se corre el riesgo de inflación porque las cuotas quedan ya fijadas al momento de la compra. De hecho, tengo un efecto financiero favorable, que es evitar una inflación que en los 12 meses a septiembre era de 8,9%.

En esta opción, puede haber otra ventaja y es que varios comercios tienen promociones de descuentos al comprar con la tarjeta de un banco en particular. Esas promociones, van desde 10% hasta 25% de descuento. Por lo que de encontrarse una oportunidad de estas, el costo del electrodoméstico en cuestión sería menor a $ 10.000, es decir entre $ 9.000 y $ 7.500. Lo que llevado a 12 cuotas sin recargo, da entre $ 750 y $ 625 por mes.

Saco un préstamo.

Si no se tiene acceso a una tarjeta de crédito y sus promociones y se quiere (o necesita) consumir ya, la opción de tomar un préstamo al consumo está ahí.

Las ofertas de crédito al consumo son múltiples: desde bancos, pasando por financieras y hasta los propios comercios en algún caso.

La opción más barata es aquella que contempla descuento de la cuota en el sueldo. Al ser más factible su cobro, la tasa de interés que se paga por estos créditos es menor a cuando el mismo no se descuenta del sueldo.

El crédito social del Banco República es el que tiene las menores tasas: 33% anual (cuando se retiene la cuota del sueldo) y 39% anual (sin retención) para un préstamo a 12 meses de plazo.

Eso llevaría a que por un crédito de $ 10.000 se terminarían pagando unos $ 11.631 (en cuotas mensuales de $ 969,27) en el primer caso y $ 11.899 (en cuotas mensuales de $ 991,60) en el segundo. Este cálculo no tiene en cuenta otros costos como el IVA.

Si el préstamo de $ 10.000 se va a obtener a una financiera, sin tener en cuenta los gastos fijos ni promociones por pago en fecha, la tasa de interés anual puede llegar a 143% en el caso que sea a un año y para una persona sin convenio de descuento en el sueldo.

Allí, el cálculo da que se terminarían pagando $ 15.660 (con una cuota de $ 1.305 por mes).

Otra oferta de una financiera marca que para un crédito de $ 10.000, a pagar en un año, la tasa de interés anual llega hasta 115%. También en este caso sin tener en cuenta gastos fijos ni promociones por pagar en fecha las cuotas. Aquí, los $ 10.000 se convierten en $ 14.777 pagados al cabo de un año (con una cuota mensual de $ 1.231,44).

Lo que no hay que hacer: pagar el mínimo.

Si se quiere tomar la opción de consumir ya y para eso utilizar la tarjeta de crédito, hay algo que conviene tener en cuenta. Si ese consumo se financia en X cuotas, lo que nunca hay que hacer al llegar el estado de cuenta mensual de la tarjeta es optar por el pago mínimo. El contador y licenciado en administración Nelson Chicurel fue gráfico al respecto en una edición anterior de Finanzas de Bolsillo. "Abonar el mínimo es algo tenebroso por el interés que se termina pagando", afirmó Chicurel a El País.

Si no es claro el alcance, hay que preguntar.

La ley 18.212 de 2007 es la normativa vigente para las tasas de interés y usura, además de la regulación de las operaciones de crédito. Entre las operaciones que comprende incluye a las de crédito realizadas por personas físicas o jurídicas. Además, de revisar la normativa para ver si la tasa de interés que voy a pagar es correcta, el Banco Central dispone del Portal Usuario Financiero (www.bcu.gub.uy/Usuario-Financiero) con preguntas frecuentes, calculadora de créditos y formularios para hacer denuncias.

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