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Experiencias y calidad: una nueva fórmula para atraer inversores inmobiliarios

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Fabián Kopel y Sebastián Sánchez, directores de Kopel & Sánchez Arquitectos.

INN CONTENT PARA COMUNIDAD VENTURA

Comunidad Ventura, un proyecto del estudio Kopel & Sánchez Arquitectos, innova con actividades recreativas y espacios de cowork en sus edificios residenciales.

En un mercado tan competitivo como el inmobiliario, para destacarse hay que ofrecer algo más que viviendas de calidad. Esa es la mentalidad detrás de Comunidad Ventura, un programa que apuesta a experiencias colectivas en salud, recreación y trabajo para vincular a vecinos de todas las edades.

El proyecto es una iniciativa de Kopel & Sánchez Arquitectos, el estudio detrás de Ventura, una marca con más de 15 edificios en Montevideo. Según Fabián Kopel y Sebastián Sánchez, directores de la firma, la idea surgió a partir de una simple pregunta: ¿cómo va a afectar la tecnología a la vida en estos nuevos emprendimientos?

La respuesta, que incluye aspectos técnicos y domótica, se extendió a la relación entre los vecinos. «En un edificio se da un contacto muy íntimo, y queríamos transformar ese vínculo en algo positivo. Así como las redes sociales ayudan a construir comunidad, queremos lograr lo mismo en nuestros residentes», explica Kopel.

Y el medio para lograrlo son las experiencias. A los tradicionales servicios de salones comunes, barbacoa y gimnasio, Comunidad Ventura agregará clases de cocina y yoga, clubes de corredores, talleres de arte y trabajo de huertas. Lo innovador es que los propietarios o inquilinos podrán participar no solo de las actividades que se realicen en su propio edificio, sino en todos los de la red Ventura.

«Lo que hoy se entiende como amenities pasarán así a ser soportes generadores de experiencias, que fomenten el intercambio dentro y fuera del edificio. Es un modelo que está marcando tendencia en Uruguay y en el mundo», asegura Sánchez. 

El otro pilar es la creación de espacios de cowork. En un principio estarán destinados únicamente a los residentes, pero no se descarta abrir las puertas a los vecinos del barrio en un futuro. La gestión de todas estas actividades se realizará a través de una app propia de Comunidad Ventura.

El proyecto fue presentado por los arquitectos al director del MIT en Bostón, en el Salón Inmobiliario Internacional de Madrid y el PropTech en Chile. La próxima semana lo estarán haciendo en la EXPO Real Estate de Argentina.

Un valor agregado para el inversor

Los espacios para alojar este proyecto fueron contemplados en los edificios a inaugurar en los próximos años: Ventura Urquiza y Moreno, Ventura Tres Cruces II, Ventura 810 (8 de Octubre y Jaime Cibils), Ventura Cultural (Monterroso y Juan Paullier) y Ventura Boulevard (José Battle y Ordoñez y Avenida Italia) y Terrazas de Ventura (Montecaseros y Quinta de la paraguaya).

Estos proyectos implican una inyección de más de 800 unidades al mercado, que se suman a las más de 600 unidades ya ejecutadas por el estudio de arquitectos.

Según Kopel y Sánchez, hoy lo que empuja al sector son los alquileres, y en consecuencia la mayoría de los compradores son inversores que piensan en este público. Mientras que hace unas décadas un inmueble era visto como una caja de ahorros, hoy compite con un instrumento financiero, ya que entre los ingresos por alquileres y la revalorización puede alcanzar una rentabilidad de un 10% anual.

También reconocen el éxito de la ley de vivienda promovida, que fomentó la compra de unidades con destino alquiler, empujando la construcción en barrios como Centro, Cordón y La Blanqueada, hoy los más requeridos por los millennials. Tomando en cuenta este mercado, Comunidad Ventura es un diferencial tanto para residentes como inversores.

«Es una forma de defender la inversión a largo plazo, ya que ante precios iguales, quienes busquen alquilar se van a inclinar por estos apartamentos por la cantidad de beneficios. Es un valor agregado al producto inmobiliario tradicional», aseguran.

Si bien Comunidad Ventura está en su etapa inicial, el plan es ir probando las experiencias con los nuevos edificios, para en los próximos dos años terminar de dar forma definitiva al proyecto.

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