INN CONTENT PARA ZONAMERICA

Todos quienes forman parte de la comunidad de Zonamerica han asumido un fuerte compromiso ambiental materializado en acciones concretas, que van desde importantes inversiones para mejorar la eficiencia energética y mitigar los efectos de las operaciones, hasta el cambio de hábito de los colaboradores a través de la educación ambiental”, explicó Mauricio Escobar, gerente de Desarrollo Organizacional del campus de negocios, que nuclea a más de 350 empresas y 10.000 personas a diario.

Con el cambio climático y la contaminación del suelo, el agua y la atmósfera como los principales desafíos a nivel global, el tema se transforma no solo en una tendencia de trabajo, sino en una necesidad de actuar y en una herramienta de gestión.

La constante medición de la huella de carbono es uno de los ejemplos más significativos. Por medio de este registro, se ha podido determinar que se emiten 1.900 toneladas de CO2 al año por la operación del campus, y actuar en consecuencia capturando parte de ese carbono con el inventario forestal propio de Zonamerica, que posee más de 7.000 árboles de 76 especies.

Paralelamente, el campus ha realizado una fuerte inversión para ir hacia la sustentabilidad y el uso de fuentes renovables. Los resultados son fácilmente apreciables al recorrer el predio y observar los casi 4.000m² de paneles solares (con proyección de alcanzar los 10.000 este año), una luminaria basada en tecnología LED, la disposición de cargadores para vehículos eléctricos o la disponibilidad gratuita de monopatines eléctricos para la circulación interna, así como 2.500 lugares de estacionamiento donde más del 20% son parkings considerados verdes.

En lo que respecta al destino de los residuos, Zonamerica ha puesto especial énfasis en lo que entienden como un diferencial en la gestión. Su planta de tratamiento de residuos de 2.000 m² dedicados exclusivamente al tratamiento de residuos similares a los domiciliarios, con un sistema de clasificación que engloba a la totalidad de las compañías presentes en la zona franca y comienza en cada una de las oficinas y espacios comunes, logra insertar más de 400 toneladas de materiales en un nuevo ciclo de vida para evitar que terminen contaminando.

Con los años, la responsabilidad ambiental se ha convertido en un denominador común en las empresas que integran el ecosistema de negocios de Zonamerica. Un ejemplo es la corporación japonesa Ricoh, pionera en la automatización de lugares de trabajo, cuya estrategia fundamental está basada en alcanzar a través del negocio un balance entre las tres “p”: prosperidad, planeta y personas.

A nivel global, la compañía cuenta con fábricas con cero emisiones de CO2 y pretende replicar ese logro en los diferentes países donde está instalada. Para ello hace una medición real de las emisiones producidas por su actividad directa e indirecta para tomar acciones al respecto con la herramienta natural más eficaz, los árboles.

Actualmente planea plantar 25 árboles frutales y duplicar ese número en poco tiempo, lo que permitiría generar un crédito en cuanto a la captura de CO2, ya que estas especies absorben el doble de carbono que las convencionales.

En la misma línea, Costa Oriental trabaja para dar su máximo aporte a la causa ambiental, aunque su operativa diaria no genere un gran impacto.
El centro logístico de distribución regional posee certificaciones en calidad, medioambiente y seguridad laboral, que conforman un sistema de gestión integrado con un enfoque similar al que tiene Zonamerica, por lo que ambos abordan aspectos ambientales de forma coordinada.

La transformación de su operativa ha llevado a sustituir ciertos materiales por otros reciclables y a pensar en diferentes finales para aquellos insumos que ya no cumplen una función en la empresa. Un claro ejemplo son los más de 1.000 pallets donados a distintas organizaciones sociales, como parte de sus iniciativas solidarias.

Para Trafigura, el enfoque medioambiental también forma parte de su ADN y se trazan distintas metas en este sentido.

Recientemente, la multinacional dedicada al comercio y logística de materias primas aplica una tarifa por viajes corporativos y destina lo recaudado a proyectos en las oficinas que busquen bajar el impacto de las emisiones de CO2 en el ambiente.

Por otra parte, su sede central en Uruguay fue construida atendiendo todos los aspectos posibles en cuanto a la utilización responsable de los recursos. Esto incluyó sistemas inteligentes, colectores solares para el calentamiento del agua, el aprovechamiento del agua de lluvia para riego y uso sanitario, así como la reciente incorporación de 244 paneles solares, que representan el 8% del consumo energético del edificio.

Otra de las compañías comprometidas con la generación de un efecto positivo en las comunidades donde opera es Sabre, empresa tecnológica relacionada a la industria del turismo. En su sede de Montevideo se realizan varias iniciativas orientadas a la protección del medio ambiente, entre las que se destaca la creación de un ECO Team, conformado por colaboradores voluntarios que presentan ideas para sumar a la causa.

Cada acción tiene un notorio enfoque social, buscando una mayor concientización de las personas, ir más allá de las oficinas para llegar a los hogares y trabajar junto a organizaciones como Gurises Unidos, Fundación Sophía y Unidos, para contagiar este espíritu.

Al igual que Sabre, el hub regional de distribución de productos biotecnológicos y proveedor de servicios Merck, considera que Zonamerica ha sido un gran aliado para potenciar sus propuestas ambientales.

Corporativamente, Merck apunta a ser una compañía totalmente sustentable y para eso tiene lineamientos que comparte con sus distintas sedes. La gestión de residuos, la disminución en las emisiones de CO2 y el consumo de agua están dentro de sus principales metas.

Respecto a las Tecnologías de la Información, están liderando campañas para intentar disminuir la cantidad de envíos de correos electrónicos y el almacenamiento de archivos, para reducir la huella de carbono digital.