Con casi 58 kilómetros de largo y un costo de 11.500 millones de euros, el túnel ubicado en la base del macizo San Gotardo en los Alpes suizos, reducirá los tiempos del tránsito en uno de los más concurridos corredores de transporte.

Con esta obra inaugurada el 1° de junio, Suiza realiza un aporte considerable a la política europea de transporte y ayuda al acercamiento de Europa. El túnel es el fruto de una idea que germinó en el país y es el resultado de una estrecha cooperación internacional.

Este emprendimiento permitirá aumentar significativamente el tráfico turístico entre las distintas regiones.

Tanto empresas como trabajadores de unos quince países estuvieron
involucrados en la construcción: las tuneladoras son de fabricación alemana, la empresa especializada en la construcción de pozos llegó desde Sudáfrica y gran cantidad de ingenieros y mineros vinieron de Italia, Austria y los Balcanes.

Unos 70 años después y luego de 17 años de construcción, el túnel de base de San Gotardo con sus 57,1 km destronó al túnel de Seikan en Japón, el cual, con 53,9 km, era hasta ese momento, el túnel ferroviario más largo del mundo.

Con la preocupación de lograr un tráfico ferroviario competitivo, Suiza desea construir desde ahora y hasta el 2020 un corredor ferroviario de 4 metros que unirá Basilea con el norte de Italia por medio de los túneles de base de San Gotardo y de Ceneri. 

Se trata de un proyecto importante dado que el transporte combinado es un sector en pleno auge. Suiza invirtió 990 millones de francos (900 millones de euros) en el desarrollo de la infraestructura ferroviaria existente en los tramos de acceso a San Gotardo. 

Suiza e Italia firmaron un acuerdo en 2014 con el objetivo de garantizar los trabajos necesarios del lado italiano. El Parlamento suizo aprobó créditos por un importe de 280 millones de francos (255 millones de euros) a invertir en suelo italiano, especialmente para la línea de Luino.

pANORAMA