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L’Oréal: “las empresas éticas son las que sobrevivirán”

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L'Oréal

ENFOQUE

En un mundo de cambios dinámicos prevalecen los principios y valores, afirma el gigante francés de la belleza y la cosmética, donde las mujeres ocupan el 54% de sus puestos estratégicos.

Una charla sobre el bien y el mal, y cómo se relacionan con la moral y el comportamiento humano. Este fue el foco de la conversación que tuvo El País con Emmanuel Lulin, vicepresidente senior y director de Ética de L’Oréal, durante su reciente visita a Montevideo.

Un fuerte compromiso con el desarrollo sostenible, principios éticos inquebrantables y sólidos lazos de confianza son tres pilares clave del desempeño de L’Oréal, una empresa francesa líder de cosméticos y belleza presente en 150 países, con ventas anuales de 27 mil millones de euros, 86.000 empleados y más de 500 patentes registradas en 2018.

Durante varias décadas, la ética ha sido parte del ADN de L’Oréal. A nivel mundial, L’Oréal es considerada una de las empresas más éticas del mundo y es reconocida como líder en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.

CUATRO PRINCIPIOS

Basada en la convicción, la ética tiene un lugar privilegiado en las esferas internas y externas de L’Oréal. El respeto, la integridad, el coraje y la transparencia son los cuatro principios éticos de la empresa.

“El respeto a la ley a menudo se confunde con el respeto a la ética; estos son dos aspectos bien diferenciados: el comportamiento ético existe antes de que se cree la ley”, reflexionó Lulin.

En esta era de cambios rápidos, dominada por la tecnología digital, la ley puede quedar obsoleta ante nuevos eventos y hábitos. Como ejemplo, el director de Ética de L’Oréal mencionó el tema de la privacidad, en relación con la ola de datos personales que circulan en la economía digital.

“En el pasado no había una protección clara en relación con la privacidad y la gestión responsable de los datos, pero se llegó a un acuerdo en la sociedad que dio lugar a leyes posteriores. Ahora nos enfrentamos al fenómeno de los grandes datos, que no está contemplado en el marco legal actual, por lo que la ley una vez más se ha vuelto obsoleta, y aquí es donde la ética siempre va un paso adelante”, afirmó Lulin.

CONFIANZA

Según el ejecutivo de L’Oréal, las personas obedecen la ley, pero cuando hablamos de comportamiento ético, entramos en el campo de la convicción.
“La ética no es algo que obedece, sino que la gente hace lo correcto en función de su propia convicción”, dijo el director de Ética de L’Oréal.

VACíO LEGAL

Desde la Edad Media, cada vez que ha habido un descubrimiento técnico o científico, ha sido seguido por la ley, que regula los derechos y deberes. Y este marco legal funcionó muy bien hasta el siglo XX, pero en la actualidad la situación ha cambiado.

“La velocidad del cambio ahora es cada vez más rápida y la ley no tiene tiempo para abordar las innovaciones científicas y técnicas; entonces, cuando finalmente se aprueba una ley, se vuelve obsoleta rápidamente o es insuficiente debido a un cambio muy rápido. A pesar de esto, hay que tomar decisiones. Pero, ¿cómo podemos tomar decisiones cuando hay un vacío de la ley? Y aquí es cuando prevalecen nuestros principios y valores”, dijo Lulin.

PERECER

En el complejo escenario actual, la importancia de la ética en el mundo de los negocios ha aumentado. “Solo cumplir con la ley ha llevado a catástrofes, como los casos recientes de fraude corporativo y fracaso. Faltaba la pieza clave: una cultura de ética que da importancia a los valores. Y cuando las personas actúan con integridad, generan confianza, que es la base de la ética”.

Lulin afirma que cuando se evalúa el desempeño de una empresa, es necesario tener en cuenta la confianza que la empresa ha generado en todos los niveles.

“En L’Oréal necesitamos la confianza de nuestros consumidores, para que compren nuestros productos, nuestros proveedores, nuestros empleados y nuestros accionistas. Si careciéramos de la confianza de cualquiera de estos grupos, pereceríamos”, señaló.

“Si un producto no es bueno y se miente al consumidor, estamos generando desconfianza. Si actuamos correctamente, la confianza y las ganancias crecen. No hay oposición entre ganancias y ética: esta es la clave para la sostenibilidad de una empresa. No tengo dudas de que las compañías que sobrevivirán en el futuro son las compañías éticas”.

También dijo que la sinceridad es otra diferencia clave y cada vez más valorada. “Hay que hacer lo que se dice que se va a hacer ”, enfatizó.
Lulin también destacó el coraje de L’Oréal cuando alienta a los empleados a hablar.

“Tenemos un Día de la Ética, cuando los empleados tienen la posibilidad de tener una conversación directa y sin censura con el CEO de la compañía, quien responde preguntas en línea. Durante el último Día de la Ética se recibieron más de 7.000 preguntas”, señaló.

EQUIDAD

La equidad de género es otra preocupación del Director de Ética de L’Oréal, quien reconoce que aún existe una gran disparidad entre hombres y mujeres en todos los niveles.

Sin embargo, en L’Oréal, no solo se habla de la equidad de género, sino que también se practica. Según datos de 2018, las mujeres ocupan el 54% de los puestos estratégicos en la empresa y representan el 69% de las promociones, el 66% de los puestos clave de la marca están ocupados por mujeres y en varios casos la compensación de las mujeres es mayor que la de los hombres en la misma posición. “Estamos muy cerca de la equidad”, concluyó.

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