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Las buenas noticias para Uber vinieron de parte de su división Uber Eats, el servicio de delivery de la compañía
Un año de escándalos, profundos cambios en su directiva y pérdidas económicas fue el que cerró Uber en diciembre pasado.
Aunque durante el último trimestre los ingresos de la firma aumentaron un 61%, a US$ 2.200 millones, en relación con el mismo período de 2016, y redujo sus pérdidas hasta los US$ 1.100 millones entre octubre y diciembre, de todas maneras la compañía de transporte privado cerró el año con pérdidas de US$ 4.500 millones, según lo informado a sus inversores este miércoles.
Pese a que la cifra ya despierta reparos respecto de la rentabilidad de la empresa en los próximos meses, las buenas noticias para Uber vinieron de parte de su división Uber Eats, el servicio de delivery de la compañía.
Según lo informado por el CEO, Dara Khosrowshahi, esta división ya supondría el 10% del negocio de Uber, con repartos que alcanzaron los US$ 4 mil millones.