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Habilidades blandas versus habilidades duras. Aptitudes sociales y comunicacionales versus las aptitudes laborales, racionales y la capacidad de cumplir con metas trazadas. Tal vez así se podría haber concebido esa disputa, como valores contrapuestos que se medían para evaluar a los empleados en una empresa. Para Nestlé el desarrollo de ambas categorías es fundamental, por eso, por su modelo de gestión de talentos y por sus programas de capacitación, han desarrollado una alianza con referentes clave como Desem Junior Achievement, una organización internacional sin fines de lucro, que se enfoca en preparar a niños y jóvenes para las formas presentes y futuras del trabajo.

A lo largo de los últimos cinco años, la alianza entre la empresa y la organización se ha profundizado a través de varias propuestas. Por una parte, Desem ha jugado un rol fundamental en la convocatoria para los Encuentros de Jóvenes del Mercosur, cuya primera edición se realizó en Montevideo en 2018, con la participación de más de 600 asistentes de Argentina, Paraguay, Brasil y Uruguay, 300 de ellos jóvenes uruguayos.

Por otra parte, se cuenta la iniciativa de acompañar las propuestas educativas que Desem Junior Achievement acerca de forma gratuita a 10 mil estudiantes por año en Uruguay, de acuerdo a datos proporcionado por Pablo Marroche, su director ejecutivo.

Los efectos de la buena adquisición de habilidades blandas se hacen visibles en el día a día de una empresa. La efectividad, la eficiencia y el logro de mejores resultados mejores y más duraderos se logran gracias a que los empleados tienen aptitudes para resolver problemas, son asertivos en la comunicación y en la toma de resoluciones, son curiosos y están motivados por un aprendizaje continuo.

“En Nestlé, nos esforzamos por hacer de nuestra empresa un gran lugar para trabajar, ahora y en el futuro. Queremos fomentar un entorno atractivo y satisfactorio que ofrezca interesantes oportunidades y carreras variadas”, afirma Joaquín Mendiola, gerente de recursos humanos de Nestlé.

Los talentos empleados en una empresa como Nestlé, formados en habilidades blandas, tienden a sentirse más motivados y capaces de llevar adelante desafíos de manera proactiva. Esto, a su vez, repercute en una mayor confianza entre los líderes de cada sector, ya que se sienten más acompañados en su gestión.

“Nuestros colaboradores están en el centro de nuestro compromiso de ser lo que llamamos una fuerza para el bien", explica Rodríguez.

“Colaboradores creativos, comunicativos, curiosos, adaptables, resilientes, entre muchas otras habilidades conductuales, emocionales y sociales, son los que hacen la diferencia en el resultado de nuestra innovación y contribución para los consumidores, las comunidades, la sociedad y el planeta”, agrega.

Nestlé apoya el programa Empresas Juveniles y así acompaña la formación de miles de estudiantes. De ese modo reciben capacitaciones con profesionales destacados del ámbito emprendedor y empresarial, para luego poder desarrollar emprendimientos que atiendan necesidades en sus comunidades.

Marroche destaca una iniciativa reciente, el programa Socios por un Día. Mediante este programa, Nestlé abrió las puertas de sus oficinas y planta industrial para recibir estudiantes y permitirles compartir una jornada con profesionales de la empresa. “Son instancias muy enriquecedoras para el desarrollo de la juventud uruguaya”, agrega Marroche.

Si bien el paradigma de que las habilidades blandas deben ser fomentadas en una empresa puede parecer relativamente nuevo, no lo es para Nestlé. La denominada Matriz de Liderazgo Nestlé es una fórmula que les ayuda a identificar los comportamientos clave que apoyan el desarrollo de sus talentos contratados en todo el mundo. La matriz aborda y profundiza sobre factores de éxito, aplicables a todos los empleados de acuerdo con el nivel de su posición en la empresa, a si tienen o no una responsabilidad de gestión de personas, o son responsables de liderar un negocio o función.

“Las competencias y comportamientos de nuestra Matriz de Liderazgo nos permiten ser coherentes en atraer, desarrollar y comprometer a nuestros empleados, lo que conduce a un mejor desempeño individual y los resultados del negocio”, concluye Mendiola.