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"El" celeste junto a "la" celeste

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Uruguayos. Tres jugadores se destacan en el equipo argentino.

Marketing deportivo

Clubes de fútbol recurren a estrategias extra deportivas para captar simpatizantes de otras nacionalidades

Parece que fue ayer, pero lleva un año. Montevideo Wanderers fue el inspirador al crear «El más venezolano de los clubes uruguayos». Aquella idea que se le ocurrió a mediados de 2018 a Carlos Ham, quien reparte horas entre el banco Itaú y los bohemios, fue un verdadero éxito, está repleta de historias y, además, ya tiene su correlato del otro lado del Río de la Plata.

Temperley es un club de la zona sur del Gran Buenos Aires. A exactamente 20 kilómetros del Congreso, donde toda distancia nace en Buenos Aires, algunos le dicen «el gasolero» por algunas temporadas de buenas campañas con jugadores rendidores y bien baratitos.

Sin embargo, su apodo más común es «El Celeste», por el color de su camiseta que hoy, por obra y gracia de la necesidad de fondos, se ve camuflado entre una decena de logos monocromáticos.

Los Celestes del Sur seguramente miraron de reojo la estrategia de los bohemios de Montevideo, y al ver un detalle interesante y bien curioso en el plantel de futbolistas, ya se autodenominan «el club más uruguayo de la Argentina».

El primer motivo es el color de la camiseta: «el» Celeste está a tono con «la» Celeste. Pero el disparador principal fue una cuestión más coyuntural, y plenamente futbolística, como es el regreso al equipo de Mauro Guevgeozián.

Confirmada la vuelta a casa del centrodelantero, desde el club lanzaron una campaña muy particular: «Si sos uruguayo o descendiente armenio y te hacés socio de Temperley, te bonificamos la inscripción y no te cobramos los gastos administrativos».

La promoción fue exclusiva durante febrero de este año y se difundió en los canales oficiales de la institución.

Guevgeozián, de 32 años, nació en Montevideo, debutó en Fénix, pero por sus abuelos paternos adquirió la nacionalidad armenia y jugó dos partidos en la selección, además de registrar un paso fugaz por el Pyunik, de la Premier de Armenia.

La estrategia desplegada por Temperley la explica Pablo Dubilet, gerente general del club: «Mauro estuvo en el club un semestre en 2017 y la rompió. Con él nos terminamos salvando del descenso ese año. Hizo 10 goles en 12 partidos. Después se fue a Newell’s, a Gimnasia, a Belgrano y ahora volvió a casa. Así completamos la columna vertebral del equipo con jugadores uruguayos: el arquero Matías Castro, el ‘5’ Roberto Brum y Mauro», destacó.

Le quedó picando la pelota en el área al club que, al sumar el color de la camiseta, tuvo todo para hacer esta acción «que desde la comunicación y la creación de nuevos socios nos salió muy bien», culminó Dubilet.

Carlos Ham dijo al lanzar la campaña de los caribeños a Montevideo Wanderers: «Yo lo que siempre les digo a los nuevos venezolanos es: ‘no aspiro a que ustedes sean hinchas, yo aspiro a que sus hijos lo sean».

¿Será que en «el» Celeste se dará lo mismo con «la» Celeste?

*Periodista especializado en empresas y marketing deportivo.

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