Aunque las cifras económicas lo respaldan, se le critica la falta de innovación que muestran los nuevos productos de la compañía.

El 24 de agosto de 2011, Steve Jobs dejó su cargo como presidente ejecutivo de la compañía que fundó el 1° de abril de 1976. Cuarenta y dos días después, en Cupertino (California), el genio de Apple murió a causa de un cáncer de páncreas que arrastraba por años.

Él mismo eligió a su sucesor, Tim Cook, un hombre de 51 años, quien hasta entonces dirigía las operaciones de la compañía. Se vislumbraba como el hombre que tomaría el mando de Apple, ya que las veces que Jobs debió ausentarse por sus problemas de salud, fue Cook quien lo reemplazó.

Desde un principio, Cook dejó en claro que su estilo sería distinto al de Jobs. Es más comunicativo y cordial con los empleados y, a diferencia de este, aboga porque los productos y su embalaje sean "amigables" con el medio ambiente.

Recientemente, también dejó en claro que irá hasta las últimas consecuencias para defender la privacidad de sus clientes, al enfrentarse al FBI, que presionó a la compañía para que revelara el método para acceder a teléfonos bloqueados.

A Cook se le reconoce, tanto en el pasado como hoy, por optimizar la cadena de producción y los procesos. "Cook maneja mejor las operaciones de la compañía, mientras que Jobs la innovación", declaró a USA Today Angelo Zino, analista de S&P Global Market Intelligence.

Un ejemplo de ello fue el lanzamiento del iPhone 6 plus, con una pantalla mayor a las 5 pulgadas, el límite que estableció Jobs. Más que eso, era considerado por él como una aberración de diseño. Las ventas le dieron la razón a Cook.

Apple tiene US$ 230 mil millones en efectivo en sus arcas actualmente y, bajo el mandato de Cook, vendió mil millones de iPhone. A fines del año pasado, la compañía registró los mejores beneficios trimestrales de su historia, US$ 18.400 millones. El precio de las acciones en estos últimos cinco años ha crecido en un 103%. 

Si bien los números lo acompañan, a Cook se le critica que bajo su mando la compañía no ha innovado al nivel de Facebook, Google o Samsung. El único producto nuevo lanzado en estos últimos cinco años es el Apple Watch, que se posicionó como el líder de su categoría.

Apple se ha quedado atrás en tecnología considerada clave, como los vehículos autónomos, la realidad virtual o la inteligencia artificial. Los rumores apuntan a que están trabajando en ello.

Sin embargo, mientras sus competidores ya tienen productos nuevos en el mercado, Apple solo ha presentado dispositivos que mejoran las características de sus antecesores.

"Hemos aumentado el gasto en investigación y desarrollo porque invertimos mucho en el futuro, tanto en líneas de producto actuales, como en cosas que hoy todavía no son evidentes, entre otras, la oferta de servicios", ha dicho Cook cuando se le pregunta al respecto.

Steve Jobs, antes de morir, le dijo a su reemplazante -según relata el mismo Cook- que nunca debía preguntarse "¿qué haría Steve ahora?". Lo instó a tomar sus propias decisiones. Y parece que así lo ha hecho.

La dura tarea de suceder a Steve JobsEL MERCURIO/GDA