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Economía crece en el tercer trimestre, pero a un menor ritmo

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El Producto Interno Bruto

Tuvo un incremento interanual de 2,2% entre julio y septiembre, informó el Banco Central.

Un "poquito peor de lo previsto". Fragilidades y asimetría. Algo más "frío" de lo que se esperaba. Estos fueron algunos de los conceptos que usaron los analistas privados consultados por El País ayer, luego de conocerse la noticia de que la economía uruguaya había crecido 2,2% en el tercer trimestre del año en términos interanuales (inferior al incremento alcanzado en el segundo trimestre de 2017 respecto al mismo período de 2016 de 2,8%) .

En términos desestacionalizados, en tanto, creció 0,1% respecto a abril-junio del 2017.

El Informe de Cuentas Nacionales divulgado por el Banco Central (BCU) en la tarde de ayer mostró que el Producto Interno Bruto (PIB) continuó expandiéndose, pero también que la actividad se está desacelerando. Entre enero y marzo de este año la actividad había crecido 4,28% frente al mismo periodo de 2016, mientras que en el segundo trimestre de 2017 ese guarismo bajó a 2,84%, también interanual.

¿Cuáles son los motores que explican el incremento en el periodo julio-septiembre? El informe del BCU indica que del lado de la oferta, es producto del "desempeño positivo" de Transporte, almacenamiento y comunicaciones (tuvo una suba de 8,9% frente a igual trimestre de 2016, como consecuencia de la expansión en la actividad de comunicaciones, así como por el crecimiento en el transporte y almacenamiento) y de Comercio, reparaciones, restaurantes y hoteles (creció 8,8%).

La demanda interna, agrega la autoridad monetaria, tuvo un incremento en volumen físico gracias al aumento del gasto de consumo final (3,1% interanual). Esto se vio impulsado principalmente por una expansión en el gasto de los hogares (3,8%), que registró una mayor incidencia en el incremento total . La otra cara de la moneda del lado de la demanda es la contracción de la formación bruta de capital, de 6,3% (ver aparte). De todas maneras, mostró una mejoría respecto al trimestre anterior, cuando cayó un 11,7%.

Por su parte las exportaciones de bienes y servicios aumentaron a un ritmo superior al trimestre anterior ya que registraron un incremento de 9,3%, cifra superior a 7,7% registrado en el segundo trimestre de este año respecto a igual período del 2016.

Las importaciones también crecieron: 6,8% en la comparación interanual.

En la oferta, hay sectores que caen, la construcción lo hizo 4,1% en comparación con el mismo trimestre de 2016. Esto, indica el BCU, se explica por una baja en la construcción de edificios y también en las obras de infraestructura vinculadas a la generación eléctrica.

El valor agregado de la industria manufacturera cayó 7,7% respecto a igual trimestre del año anterior (si no se tiene en cuenta el cierre de la refinería de Ancap, que estuvo parada entre mediados de febrero y reabrió a fines de octubre, se contrajo 2,8%).

El sector agropecuario se contrajo 2% en términos interanuales, como resultado de una menor producción de los cultivos de invierno.

Visiones.

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El socio de Deloitte Pablo Rosselli dijo que el dato del tercer trimestre fue un "poco menor" al previsto, pero agregó que también se sabía que los registros de los trimestres anteriores "no se iban a sostener".

El economista indicó que durante estos meses la economía tuvo al menos tres "impulsos muy favorables": un aumento fuerte del salario real, un buen desempeño de la industria turística y condiciones climáticas "excepcionales" durante el verano, que ayudaron a algunos cultivos.

Por su parte, la senior manager de Servicios Económicos de PwC, Mercedes Comas, coincidió en que este "enlentecimiento" era "previsible". En parte, agregó, esto responde a que se está comparando frente a un trimestre de 2016 donde se experimentó una recuperación de la actividad luego de un crecimiento magro en 2015.

Comas dijo que el del tercer trimestre es un crecimiento "con debilidades", que se apoya sobre todo en el consumo privado y en las exportaciones de bienes y servicios (especialmente el turismo).

La "morfología" del crecimiento de la actividad en Uruguay, señaló el supervisor del Departamento de Economía de CPA Ferrere, Santiago Rego, "no cambió mucho" respecto a los trimestres anteriores: tiene como telón de fondo una región que está jugando a favor del país y una apreciación del peso, que fomenta el consumo.

Para Comas este último fenómeno fue una "sorpresa" en el año, dado el deterioro del mercado de trabajo y también los cambios tributarios introducidos en enero que, a priori, podrían haber desalentado el consumo.

La inversión, en tanto, no corrió la misma suerte. Si se mira qué sucedió con ella en el trimestre, se nota que sigue "chueca", graficó Rego, lo cual "preocupa", porque es una de las vías por las cuales se consigue un crecimiento sostenible.

Para adelante.

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Más allá del dato trimestral, los economistas consultados entienden que no ajustarán de forma importante sus perspectivas de crecimiento para este año y el siguiente.

Rosselli dijo que este año cerrará alrededor de 3%, mientras que en 2018 estará con un ritmo "más moderado", de entre 2,5% y 3% (depurando el efecto de rebote de la refinería de Ancap, aclaró).

En CPA Ferrere manejan una expansión de 3,2% para el PIB este año, aunque ese número podría tener una "corrección a la baja", pero leve, dijo Rego. Para 2018 la proyección marca un aumento de 3,1%.

"Seguís creciendo, pero la economía se está desacelerando", sintetizó el economista.

El Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) aún no ajustó sus proyecciones para este año y el próximo. En la Rendición de Cuentas previó una expansión del PIB de 2% para 2017 y de 2,5% para el siguiente.

Por su parte, el FMI prevé que la economía uruguaya crezca 3,1% este año y alrededor de 3% en 2018.

Del lado de la demanda

Consumo y ventas al exterior los motores

Los dos motores del lado de la demanda son el consumo y las exportaciones. El primero creció 3,1% en el tercer trimestre frente a igual período del año pasado, debido al gasto de los hogares y empresas (aumentó 3,8%) ya que el del gobierno cayó 2%.

En el segundo trimestre, también se había dado que el consumo creció más que lo que lo hizo la economía en su conjunto. Los factores que lo explican son el aumento del poder de compra de los salarios y por otro lado, el dólar "planchado" que ha oscilado entre $ 28 y $ 29 ayuda a la compra de bienes durables (electrodomésticos, vehículos, etc.).

Por el lado de las exportaciones de bienes y servicios, aumentaron 9,3% con respecto al tercer trimestre de 2016. "El incremento registrado en las exportaciones de bienes se debió a las mayores ventas al exterior de productos de las actividades primarias, como soja y en menor medida, productos de la cría de ganado. Dentro de las exportaciones industriales, destacó el incremento de la pulpa de celulosa contrarrestado en parte por el desempeño negativo de las ventas al exterior de productos lácteos, dijo el BCU. "En cuanto a los servicios, se destacó el aumento en el turismo receptivo debido al mayor número de turistas (en particular argentinos) y al mayor gasto", agregó.

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PIB sube 3,1% en acumulado

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El Centro de Investigaciones Económicas (Cinve) publicó ayer luego de conocido el dato trimestral que la economía uruguaya creció 3,1% en el periodo enero-septiembre frente a los mismos nueve meses de 2016.

"Esto se dio en el contexto de una industria estancada en esos mismos meses y con la refinería de Ancap parada por mantenimiento desde mediados de febrero", señaló el informe.

Pese a esto, "un marcado aumento de comercio, reparaciones, restaurantes y hoteles más que compensó el mal desempeño de la industria", añadió.

Comas, de PwC, también hizo hincapié en los datos del acumulado enero-septiembre.

En este periodo, comentó la economista, el consumo del sector privado creció 4,1% en términos interanuales. En todo 2016 había aumentado 0,7%, ilustró.

Las exportaciones, por su parte, registraron un aumento de 7,8% hasta el mes de septiembre, lo que marcó una mejora sustancial respecto a la caída de 1,4% que habían experimentado durante 2016.

La nota negativa la dan las inversiones. En el acumulado enero-septiembre cayeron 38% en el sector público y 3,7% en el privado.

El crecimiento más importante en este periodo fue para transporte, almacenamiento y comunicaciones: 9,6%. Esto es gracias, sobre todo, a la telefonía celular y la transmisión de datos. Comercio, restaurantes y hoteles se expandió 8,1%.

La construcción no tuvo un buen desempeño en los primeros nueve meses del año, y descendió 4,8%.

Un Llamado de Atención

Inversión: caída en la privada y la pública

La formación bruta de capital cayó 6,3% en términos interanuales "por el efecto de un descenso en la formación bruta de capital fijo (-10,2%) y una menor desacumulación de stocks respecto a igual período", de 2016 marcó el BCU.

Si se tiene en cuenta quién realizó la inversión, "la formación bruta de capital fijo del sector privado disminuyó 6% con respecto a igual período del año anterior, así como también cayó la realizada por el sector público (-27,3%)", señaló el informe.

Esta contracción de la inversión privada responde, indicó Santiago Rego de CPA, a que el crecimiento reciente es todavía "relativamente frágil", lo cual dificulta la detección de oportunidades de negocio por parte de los empresarios. Por otra parte, el encarecimiento que estas firmas han tenido que enfrentar "reduce su salud financiera", lo que achica los márgenes para realizar inversiones. En esta línea, el economista Ignacio Munyo compartió en su cuenta de Twitter una gráfica que permite observar cuál fue la evolución tanto del consumo como de la inversión privados desde diciembre de 2014 hasta septiembre de este año: mientras que el primero creció 5%, la segunda se contrajo 15%.

La situación de la inversión es peor si se incluye al Sector Público. pic.twitter.com/hk55it9kVR
u2014 Ignacio Munyo (@IgnacioMunyo) 14 de diciembre de 2017

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