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El «Juego de las Estrellas» o All-Star Game de la NBA volvió a convocar el domingo 16 a millones de fanáticos de la mejor liga de basquetbol del mundo. Y también fueron millones (de dólares) los que movilizó el espectáculo, celebrado este año en Chicago. De hecho, la ciudad u2014hogar del legendario Michael Jordanu2014 facturó en grande con la organización del evento.

A propósito de Jordan, su marca (que es parte de Nike) fue una de las protagonistas del partido; apareció en las camisetas y en muchos de los championes que lucieron los jugadores esa noche.

Aunque no tiene el nivel de expectativa y repercusión que la tanda del Super Bowl, el All-Star Game también es una cita para las marcas.
Como detalle, el último cuarto del partido no tuvo publicidad, en un gesto que resaltó el homenaje que los jugadores rindieron en cancha al recientemente fallecido Kobe Bryant, uno de los ídolos de Los Ángeles Lakers.

El actual líder de ese equipo, LeBron James, llevó a su quinteto de estrellas al triunfo frente al elenco capitaneado por Giannis Antetokoumnpo, el joven astro de los Milwaukee Bucks. El score fue 157 a 155, pero a diferencia del resultado económico que lograron las empresas que apostaron al evento, los números del marcador final poco importan.

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La TV y la NBA le sacan jugo a los patrocinios. Así, para este All-Star Weekend la pauta disponible se agotó «mucho más temprano de lo que hemos visto antes», dijo Jon Diament, vicepresidente ejecutivo de Turner Sports, la cadena emisora de la liga. La lista de sponsors incluyó a Kia, State Farm, Autotrader, Intel, American Express, Corona, Snickers, Taco Bell, Mtn Dew, entre otras marcas de diversos sectores. Se estima que en temporada regular, un aviso de 30 segundos en ESPN sale unos US$ 35.000.

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«La ciudad de los vientos» fue una de las ganadoras del «Partido de las Estrellas» gracias a su rol como ciudad anfitriona. Se estima que el «Fin de Semana de las Estrellas» genera un impacto de al menos US$ 100 millones, con una contrapartida de US$ 6 millones en gastos de organización.

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Nike arrasó como la principal marca deportiva del All-Star Game. La multinacional desde hace un par de años sirve de proveedor oficial de la NBA, y en esta ocasión especial estampó el logo de su marca subsidiaria Jordan (que distingue a los productos de la leyenda de la liga, Michael Jordan) en los uniformes del All-Star Game. El «Partido de las Estrellas» es una vidriera para las empresas deportivas, que buscan sobresalir con sus modelos en un evento global. En esta velada, Nike y Jordan ganaron por paliza: de los 24 jugadores citados, 17 portaron la «pipa» o el logo de Jordan, como LeBron James y Giannis Antetokounmpo. La alemana Adidas calzó a cinco basquetbolistas (encabezados por James Harden), Under Armour a uno (Joel Embiid), lo mismo que New Balance. Al menos, esta última puede presumir que su embajador, Kawhi Leonard, resultó el «Jugador Más Valioso» de la noche.

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Una atracción deportiva global, el All-Star Game se transmite cada año a más de 200 países. En EE.UU. y tras una tendencia a la baja en los últimos años, el partido registró un crecimiento del 8% en el rating televisivo (con una audiencia promedio de 7,3 millones de personas), según reportó la cadena TNT.

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Asistir al «Juego de las Estrellas» exige un desembolso considerable para los aficionados. Pero en Chicago los precios superaron en la reventa los US$ 4.000, el valor más alto -con diferencia- de los últimos 10 años, según el sitio especializado Ticket IQ. Como comparación, el año pasado en Charlotte los tickets para el All-Star Game valían en promedio US$ 1.650 en la reventa.