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¿Cómo se componen los ingresos de los ricos?

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El 1% de los mayores ingresos percibe en promedio dinero de tres empresas. Foto: Pixabay

DIFERENCIAS EN LA PROCEDENCIA DEL DINERO

En proporción reciben menos por salario que el resto de las personas y más utilidades y rentas mixtas.

El 10% más rico de la población es el único decil donde los ingresos por utilidades empresariales cobran relevancia y también donde aparecen en mayor medida los perceptores de rentas mixtas (salario y rentas de capital). Esas tendencias en la distribución del ingreso aumentan al observar el 1% más rico y se profundizan aún más en el 0,1% de mayor riqueza.

El comportamiento de este grupo de contribuyentes fue abordado por investigadores del Instituto de Economía (Iecon) de la Facultad de Ciencias Económicas en un reciente trabajo elaborado a partir de los registros administrativos de la Dirección General Impositiva (DGI) en el período 2009-2012.

"La idea básica era vincular la distribución funcional del ingreso con la personal. Cuando se habla de distribución o Índice de Gini estamos acostumbrados a ver la distribución a nivel de hogares o personas y ese nivel es independiente de la fuente de ingresos. Nosotros tratamos de ir hacia atrás y ver de dónde surgen esos ingresos y en particular cómo se distribuyen trabajo y capital", explicó Joan Vilá, quien presentó el estudio la semana pasada en las X Jornadas Tributarias de DGI.

Del análisis del origen de los ingresos percibidos por la población (ver gráfica) surge que entre el decil 2 y 9 prácticamente la totalidad responden a salario y jubilaciones, teniendo el decil 1 (el 10% más pobre) la particularidad que aumenta la categoría "otros ingresos" presumiblemente por las transferencias económicas del Estado.

A la interna del decil 10 se observa cómo crecen los perceptores de utilidades, que llegan a ser aproximadamente el 10% de las entradas totales en el 1% de mayores ingresos y el 20% entre el 0,1% más rico. Las rentas mixtas siguen una tendencia similar, llegando a significar cerca del 35% de lo percibido por el 0,1% de ingresos más altos.

En efecto, Vilá analizó que los resultados muestran "lo sobrerrepresentados que están los ingresos por capital en la cola alta de la distribución (decil 10) y la participación bastante alta en los grupos de mayores ingresos de los perceptores de renta mixta, que básicamente son profesionales de altos ingresos que deciden declarar IRAE y así combinan ingresos laborales y por capital".

Asociado a esto último, los investigadores se ocuparon de ver de cuántas fuentes de ingresos reciben dinero los individuos. "Hasta el decil 9, es decir el 90% de menores ingresos, básicamente tienen un ingreso y es laboral (salario). Es entre los ingresos más altos (decil 10) donde se empieza a recibir ingresos de varias empresas, con el 1% de mayores ingresos que percibe en promedio dinero de tres empresas, y eso se explica porque son perceptores de utilidades", expresó Vilá.

Agregó que esa población en general "combina ingresos laborales pero además de esa misma empresa o de otra reciben utilidades". Por tanto, se trata de personas que probablemente realicen una planificación previa a la hora de tributar, viendo la combinación más favorable (por la que pagarán menos impuestos) de ingresos laborales y utilidades.

En ese sentido, el investigador del Iecon expresó que "una de las principales debilidades" de la base de datos utilizada (registros administrativos de DGI) es "el escaso número de perceptores de utilidades", que llegaron a ser 6.117 personas durante el período analizado —fueron 0,34% de los individuos en 2012.

Posiblemente visualizando esto mismo, el gobierno modificó a partir de 2017 el tratamiento fiscal sobre las utilidades de empresas retenidas por más de tres ejercicios, que pasaron a pagar 7% de IRAE (lo mismo que las utilidades repartidas).

Ese comportamiento observado en los contribuyentes más ricos "no parece racional" dado que "cuanto mayor es el ingreso más conviene declarar todo como capital (utilidades) para minimizar el pago de impuestos" con las actuales tasas de IRAE e IRPF, remarcó Vilá.

Para ratificar lo expuesto acerca de la planificación impositiva, se analizó al subconjunto de personas que tenían ingresos por trabajo y por rentas empresariales, detectando que "el año que declaran utilidades tienen menos salario, por lo que sospechamos que cuando reciben utilidades se bajan el ingreso por salario".

La relación histórica entre salario y PIB.

Otra parte del trabajo se centró "en la distribución funcional en el largo plazo" para lo que los investigadores reconstruyeron la serie histórica del Producto Interno Bruto (PIB) en el siglo XX para observar la participación de los ingresos salariales. La década del 50 y al principio de los 60 es casi el único período donde las remuneraciones superan claramente el 40% del PIB e incluso alcanzan el 50%. "En los resultados hay tendencias esperables: los máximos están al finalizar la ISI (el modelo de sustitución de importaciones que aplicó el neobatllismo) y con la instauración de los Consejos de Salarios (en 1944). Después hay una caída fuerte y en el período 1997-2014 la población asalariada está estable en torno al 40% excepto en la crisis, donde tuvo un comportamiento procíclico y la reducción de ingresos fue mayor a la pérdida total de la economía", señaló Vilá. Luego intentaron determinar las causas de esos movimientos en la masa salarial y vieron "que en casi todos los períodos el 90% de la variación es por salario" y no por una mayor cantidad de empleo.

Lo expuesto por Vilá es un adelanto del trabajo "Distribución funcional y desigualdad personal del ingreso en Uruguay" que realizó junto a Mauricio De Rosa, Sabrina Siniscalchi, Andrea Vigorito, y Henry Willebald.

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