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Cómo será la vuelta a las oficinas

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Foto: El País

Flexibilidad en el trabajo

Difícilmente el mundo del trabajo regrese a las lógicas y formas pre pandemia.

A la hora en que las organizaciones comienzan a definir su regreso a la presencialidad, se acumulan las preguntas: ¿qué aprendimos de todo lo que pasó? ¿Qué está ocurriendo hoy en otras partes del mundo? ¿Qué están haciendo las grandes empresas? ¿Qué podemos hacer, ahora, para que lo que vivimos y viviremos mejore la experiencia de las personas en el trabajo?

Estas interrogantes se las planteó la sicóloga Beatriz Martínez, directora de BM&Asoc, consultores en gestión humana, para abordar uno de los mayores desafíos que presenta la gestión de personas en la actual coyuntura.

Lo desconocido

Para un gran porcentaje de individuos en nuestro país, el trabajo remoto fue algo que hubo que aprender rápidamente, y en muchos casos, no de la mejor manera. Según una encuesta que realizó BM&Asoc durante la primera quincena de junio de 2021 en redes sociales, el 82% de los respondentes no habían teletrabajado antes de la pandemia. “Con base a esta información se puede concluir que muchas empresas no se encontraban preparadas para el trabajo remoto, y muy posiblemente muchos de los trabajadores tampoco lo estaban”, destaca el informe.

En la encuesta mencionada, a la fecha solamente el 13, 5% de los respondentes trabajaban cien por ciento presencial. El 42,6 % trabajaban cien por ciento remoto, y el 44% restante tenía un régimen de trabajo flexible.

La vuelta a otra realidad

Para Beatriz Martínez, “las empresas que dejamos hace poco más de un año cuando empezó la emergencia sanitaria, no son las mismas a las que regresaremos”.

Básicamente, porque el mundo cambió y el concepto de trabajo, también. “El concepto de flexibilidad (no sólo el de teletrabajo) ha llegado para quedarse, y pensar que las personas no van a recordar su existencia al volver a las oficinas, es negar los cambios que esta pandemia ha traído”.

“La pandemia ha puesto de cabeza al trabajo tal como lo conocíamos. Y es probable que muchos de nosotros recordemos el 13 de marzo como el fin del trabajo tal como lo entendíamos”, reafirma la profesional.

Al día de hoy, algunas organizaciones han flexibilizado las medidas y han vuelto a la semi presencialidad, en la medida que avanza la vacunación y se levantan restricciones.

¿Cómo será el retorno?

Es muy poco probable que el mundo del trabajo regrese a las lógicas y formas pre pandemia. Dependerá de cada organización cómo decida volver, pero es un tema que tiene que ser puesto en agenda, tiene que ser conversado, reflexionado y planificado, advierte el informe elaborado por Beatriz Martínez y su equipo.

Antes de la emergencia sanitaria muchas empresas insistían en que no se podía trabajar a distancia, porque si no los colaboradores no podían ser controlados disminuía la productividad. Sin embargo, la experiencia ha dejado en evidencia que, en aquellos casos en los que los líderes supieron gestionar a distancia, los colaboradores pudieron motivarse y lograr las metas, incluso aún más que yendo todos los días a la empresa. Además, el trabajo remoto permite bajar gastos de traslado e incluso a veces de alimentación.

A pesar de lo anterior, en la encuesta comentada, y ante la pregunta de si “los líderes en tu trabajo han hablado de cómo volver a la presencialidad”, solo el 32,9% responde afirmativamente. Parecería no ser un tema que –por el momento– esté ocupando las conversaciones en las empresas.

De las preguntas abiertas de la encuesta se desprende que, los pocos líderes que han puesto el tema en escena, se dividen entre quienes ya han resuelto y comunicado cómo volver (la mayoría como régimen flexible), y aquellos que están haciendo consultas a los colaboradores para conocer sus diversas realidades y motivaciones.

“Volver a las oficinas no resulta malo ni bueno en sí mismo, pero considerar que vamos a volver a las mismas organizaciones que dejamos aquel 13 de marzo, sí lo es”, destaca Martínez.

Entre aquel fatídico viernes 13 de marzo y hoy, cada persona probablemente haya perdido un familiar, un amigo o un compañero de trabajo. Quizás haya cursado la enfermedad y la presencia o no de los líderes en ese momento, habrá marcado un antes y un después en su experiencia como empleado, en su vínculo con la organización y en la identificación hacia su trabajo. Hay mucha bibliografía disponible acerca del impacto de la pandemia en la salud mental, pero todas coinciden en que las personas “sienten diferente” y pueden afrontar la vuelta de muchas maneras distintas.

Conocer las motivaciones y expectativas de los colaboradores resulta un pilar fundamental para esta vuelta.

Flexibilidad

La flexibilidad no implica solamente trabajo remoto. Es una nueva forma de cultura, de organización del trabajo, y otras políticas de gestión humana. Varios autores involucran en el término flexibilidad, tres conceptos centrales: la agilidad, el foco en el bienestar y las nuevas estrategias para asegurar una buena experiencia al empleado.

Aunque algunas organizaciones en nuestro país han empezado a trabajar sobre dichos temas, en la encuesta realizada por BM&Asoc, cuando se pregunta si las empresas uruguayas están preparadas para ofrecer una forma de trabajo flexible, que incluya el teletrabajo, el 67% de los respondentes concluye que no lo está. Entre quienes responden que no, un 37,5% elige como causa la cultura organizacional, un 30,8% la comunicación y un 26% que los líderes no saben cómo gestionar a distancia.

Una nueva cultura

Los cambios transcurridos pueden suponer un choque cultural para los colaboradores que se han acostumbrado a trabajar remoto. En algunos casos incluso, en que los equipos han pasado a trabajar totalmente remoto desde el inicio de la pandemia (46,8% según la encuesta), podríamos hablar de la necesidad de una re conexión (o re socialización) de los equipos, que, a la fecha de la vuelta concreta, se habrán acostumbrado a trabajar en equipo desde su casa, por casi 1 año y medio (y posiblemente con la incorporación de nuevos integrantes).

Para Beatriz Martínez, “aunque la conexión remota nos ha ayudado a integrar y colaborar a distancia, se hace difícil lograr el mismo impacto en la creación de confianza y en el desarrollo de un verdadero sentimiento de equipo”.

La experiencia del empleado se vuelve central para lo que las personas esperan de sus ámbitos laborales tras la pandemia. La encuesta de BM&asoc. incluía una otra pregunta: la posibilidad de teletrabajar ¿sería un diferencial para tu decisión de cambiar de trabajo o de aceptar uno nuevo? Quienes respondieron “sí” y “tal vez” suman 81,6% del total.

Cambio de escenario

Según Martínez, prácticamente todas las acciones de Gestión Humana de la organización deberán reverse. El desarrollo de líderes, la comunicación, la atracción de talentos, el onboarding, la generación de compromiso, la motivación, la evaluación, el sistema de remuneraciones, el foco en la salud mental, el desarrollo de equipos, etc, etc. Y como en cualquier cambio que sea necesario gestionar, la comunicación se vuelve un factor absolutamente estratégico.

Y no se trata de lindas carteleras, coloridos flyers o mails bien redactados. Se trata de asegurar en toda la organización, pero especialmente en los líderes, el desarrollo de conversaciones sanas, transparentes y orientadas a objetivos, donde todos los integrantes puedan expresar sus ideas y opiniones, compartir sus expectativas y preocupaciones, para poder construir una realidad diferente.

Hacer un checkin de cada una de estas prácticas nos permitirá saber dónde está el punto de largada, y conocer las expectativas nos dejará visualizar dónde y qué tan lejos se encuentra la llegada. “Cuando las personas vuelvan a su trabajo presencial ni ellas, ni sus equipos serán los mismos y las organizaciones pueden (y deben) gestionar ese cambio”, concluye el trabajo.

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