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La cervecera japonesa Kirin pondrá fin a sus alianzas en Birmania tras el golpe

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Kirin. La empresa nipona de cerveza había iniciado su proceso de inversiones en Birmania en 2015. (Foto: Reuters)

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La multinacional nipona posee el 51 % de dos firmas birmanas, Myanmar Brewery y Mandalay Brewery, que se convirtieron en sus subsidiarias

Kirin. La empresa nipona de cerveza había iniciado su proceso de inversiones en Birmania en 2015. (Foto: Reuters)
Kirin. La empresa nipona de cerveza había iniciado su proceso de inversiones en Birmania en 2015. (Foto: Reuters)

La cervecera nipona Kirin anuncióayer que pondrá fin a sus dos empresas conjuntas enBirmania a raíz del golpe de Estado, debido a que la compañía considera ese acontecimiento "contrario a sus estándares sobre derechos humanos".

La multinacional nipona posee el 51 % de dos cerveceras birmanas, Myanmar Brewery y Mandalay Brewery, que se convirtieron en sus subsidiarias y cuya propiedad se reparte con Myanmar Economic Holdings Limited (MEHL), dirigida por militares en activo y retirados.

"Decidimos invertir en Birmania en 2015, con la creencia de que, a través de nuestros negocios, podríamos contribuir de forma positiva al pueblo y a la economía del país cuando entraba en una importante fase de su democratización", señaló en un comunicado la empresa con sede en Tokio.

Las automotrices Suzuki y Toyota y la aerolínea ANA se han visto afectadas en su operativa por la situación política

Ante las "circunstancias actuales", Kirin Holdings ha decidido ahora "terminar sus alianzas" con MEHL, "que provee servicios de gestión de fondos para el Ejército", explicó el productor de cerveza y otras bebidas.

Kirin añadió que "dará los pasos necesarios con urgencia para que la terminación sea efectiva", aunque no precisó cuándo se completará su proceso de salida del país.

El gigante cervecero se convierte así en la primera empresa nipona en anunciar una medida de este tipo tras el golpe de Estado perpetrado el lunes en Birmania, y que también ha afectado a las operaciones de otras empresas japonesas como las automotrices Suzuki y Toyota o la aerolínea ANA.

Las inversiones de Kirin Holdings en colaboración con la entidad relacionada con los militares habían sido objeto de denuncias de ONG como Amnistía Internacional (AI) y Human Rights Watch (HRW), que consideraban que la empresa habría donado dinero al Ejército durante las operaciones de limpieza étnica contra la minoría rohinyá en 2017.

Una misión de la ONU que investigó los abusos de los derechos humanos en Birmania concluyó en 2018 que hacer negocios con MEHL presentaba "un alto riesgo de contribuir" a ese tipo de crímenes.

Kirin Holdings, por su parte, encargó el año pasado una auditoría independiente para tratar de determinar quiénes eran los principales beneficiarios de Myanmar Economic Holdings Limited, cuyos resultados fueron no concluyentes debido a la falta de información suficiente.

La antes citada Human Rights Watch dio hoy la bienvenida a la "esperada" decisión de la empresa nipona de terminar sus alianzas en Birmania."Otras empresas extranjeras con vínculos al Tatmadaw (Ejército birmano) deberían seguir los pasos de Kirin de forma urgente y transparente", dijo a Efe el responsable de la oficina de Tokio de HRW, Teppei Kasai.

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