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Modificar las luces de las cabinas, la alimentación de los pasajeros y la temperatura del avión son algunos de los factores analizados
La baja del precio del combustible y la llegada de modelos Airbus y Boeing con consumos más eficientes han hecho que las aerolíneas hayan vuelto a apostar por los denominados "vuelos ultralargos", es decir, aquellos que superan los 13 mil kilómetros y se extienden por más de 15 horas para unir destinos como Doha o Auckland.
Por lo mismo, compañías como la australiana Qantas están trabajando para reducir los efectos del jet lag en sus pasajeros, intentando reducir síntomas como el insomnio y la fatiga, que se han vuelto característicos de estos viajes.
Modificar las luces de las cabinas, la alimentación de los pasajeros y la temperatura del avión son algunos de los factores analizados por el momento por los especialistas del equipo médico, quienes podrían compartir sus resultados con otras líneas que enfrentan el mismo problema.