"No se detectó ningún artefacto explosivo en la sede, pero ante la amenaza es necesario activar los protocolos de seguridad", dijo un funcionario del gobierno.
Quedó superada la tensión en la Casa Blanca, tras el desalojo apurado de algunas áreas de este martes, pues sólo se trató de una falsa amenaza de bomba, informaron miembros de la seguridad del edificio.
Se recibió una amenaza de bomba por vía telefónica y se desalojó la sala de prensa y el ala oeste donde se encontraba el presidente Barack Obama en esos momentos, pero fue sólo un procedimiento preventivo.
"No se detectó ningún artefacto explosivo en la sede, pero ante la amenaza es necesario activar los protocolos de seguridad", dijo un informante.
Primero fue desalojada la sala de prensa de la sede gubernamental en Washington, justo cuando el vocero Josh Earnest daba a los periodistas su reporte diario, que quedó interrumpido.
Obama ha sido "claro sobre la necesidad de perfeccionar la estrategia contra Estado Islámico", llegó a decir Earnest.
También sostuvo que Estados Unidos está concentrado "en debilitar" las fuerzas del grupo yihadista en Irak.
Tras esas palabras, el funcionario, los reporteros y otros miembros del personal de la Casa Blanca debieron abandonar la sala de prensa ante una amenaza que inicialmente no fue precisada.
Poco después se desalojó el ala oeste, donde estaba el presidente.
La división de canes entrenados para detectar explosivos entró en acción pero no se encontró ningún artefacto ni bulto sospechosos.
Este martes también tuvo que ser desalojado en Washington un edificio del Senado, también por una amenaza falsa de bomba.
ESTADOS UNIDOSANSA