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El vocabulario de Hitler reaparece en Alemania

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Las autoridades están preocupadas. Foto: Youtube

Manifestaciones callejeras en rechazo a la ola de migrantes.

Durante mucho tiempo tabú, el vocabulario de insultos y términos surgido en el período nazi vuelve a aparecer en Alemania en manifestaciones callejeras donde el debate público está cada vez más polarizado en torno a los migrantes, causando preocupación en el país.

"Tenemos un verdadero problema de democracia en este país, pagamos el precio por haber rechazado durante años abrir los ojos", dijo la vicepresidenta de la Cámara de Diputados, Claudia Roth, del partido ecologista, en una reciente entrevista al Spiegel.

La controversia alcanzó su paroxismo cuando la canciller Angela Merkel fue abucheada el día de la fiesta nacional, el 3 de octubre, en Dresde, a gritos de "traidora a la patria" por un pequeño grupo de manifestantes cercanos a la extrema derecha, que acudieron para denunciar su política de apertura con los refugiados.

Entre las pancartas mostradas, una llevaba citas de Joseph Goebbels, el jefe de la propaganda del régimen del Tercer Reich.

Aunque estas palabras no pueden ser penalizadas pues no incitan al odio racial, causaron conmoción.

Y condujeron a algunos a hacer paralelismos con los años 1920 y 1930 de la República de Weimar en Alemania, que se disolvió bajo la presión callejera del partido nazi.

Desinhibidos.

"Ya hubo una República de Weimar, que no haya una de Dresde", dice con preocupación el diario de centro-izquierda Süddeutsche Zeitung. La capital de Sajonia (este) también es el bastión del movimiento islamófobo Pegida.

"La muchedumbre desinhibida de Dresde gritó como durante el Tercer Reich y esta mentalidad étnica no es conciliable con el Estado de derecho", afirmó por su parte el diario conservador Die Welt, preocupándose por "palabras provenientes de un sombrío pasado".

Desde hace meses los simpatizantes de Pegida o del partido de derecha populista Alternativa por Alemania (AfD), que suma éxitos electorales, denuncian en cada manifestación a los "traidores a la patria" (Volksverräter en alemán) del gobierno o de los partidos establecidos. Ese término alemán fue difundido por Adolf Hitler en sus arengas en el tiempo de entre guerras.

La consigna contra la "prensa mentirosa", surgida a comienzos del siglo XX y popularizada por los nazis, está presente ahora en cada manifestación anti-inmigrantes.

La responsable de la AfD, Frauke Petry, quiere rehabilitar el calificativo "étnico" en el discurso político -"völkisch" en alemán-, rechazando "que sea utilizado solo de manera peyorativa".

Sin embargo, el adjetivo sigue estando muy marcado por el nazismo, que se servía de él para celebrar la "superioridad" de la raza aria.

El historiador Hans Vorländer, especialista de la extrema derecha, habla "de un nuevo código del discurso político" en Alemania. "Se están levantando tabús sobre conceptos que abogan por la homogeneidad étnica", afirma.

"Gran reemplazo".

Las salidas de tono semánticas no se limitan a los movimientos radicales. Una diputada del partido conservador de Angela Merkel (CDU), Bettina Kudla, creó una controversia al llamar en un tuit a la canciller para que se detenga el movimiento de "Umvolkung" en Alemania.

Este concepto, cercano al "Gran reemplazo" en francés, tiene profundos significados: fue elaborado por los nazis para calificar la "germanización" de las zonas conquistadas en Europa y es hoy muy utilizado por movimientos identitarios que denuncian la sustitución de la población europea "de origen" por los inmigrantes.

La diputada retiró su tuit, pero no quiso excusarse. Algunos representantes de la CDU rompen otro tabú al abogar por coaliciones de poder con la AfD para detener a la izquierda. Las salidas de tono siguen siendo minoritarias la Alemania de hoy.

Presidente de Nigeria sorprende a Merkel.

El presidente de Nigeria, Muhammadu Buhari, colocó en situación algo incómoda a la canciller alemana, Angela Merkel, durante su visita de trabajo a Berlín, al afirmar que el lugar de su esposa Aisha está en la cocina, no en la política.

"No sé exactamente a qué partido pertenece mi mujer. En realidad su lugar es mi cocina, mi comedor y el resto de habitaciones de mi casa", dijo el presidente nigeriano a la pregunta de un periodista sobre un pronunciamiento político de su esposa.

La respuesta de Buhari puso en una delicada situación a Merkel, quien hasta entonces había elogiado los esfuerzos de Nigeria en la lucha contra el terrorismo internacional y hecho votos para una intensificación de la cooperación bilateral.

La canciller puso cara de circunstancias y luego soltó una sonrisa algo displicente, mientras el presidente proseguía con su discurso acerca del papel que, a su parecer, le corresponde desempeñar a la primera dama.

Aisha Buhari, la segunda esposa del líder nigeriano, apoyó activamente a su marido en la última campaña electoral, pero en una reciente entrevista con la BBC cuestionó que fuera a hacerlo de nuevo si éste no cambiaba su rumbo político y no remodelaba su Gobierno.

El presidente nigeriano, general retirado de 72 años que lideró el país entre 1983 y 1985 después de dar un golpe de Estado, ascendió al cargo el pasado 2015 tras ganar las elecciones al partido opositor.

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Las autoridades están preocupadas. Foto: Youtube

ECOS DE LA ERA NAZIAFP, EFE

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