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Presidente húngaro recibió poderes extraordinarios para gobernar por decreto

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Viktor Orbán, este lunes en el parlamento húngaro. Foto: Reuters
Hungarian Prime Minister Viktor Orban arrives to attend the plenary session of the Parliament ahead of a vote to grant the government special powers to combat the coronavirus disease (COVID-19) crisis in Budapest, Hungary, March 30, 2020. MTI Zoltan Mathe/Pool via REUTERS
POOL/REUTERS

POR TIEMPO INDEFINIDO

El gobierno de Orbán justifica sus planes con la necesidad de tomar decisiones rápidas para poder frenar la epidemia, sin saber por ahora cuánto tiempo será necesario para ello.

En medio de críticas de analistas y de la oposición, el Ejecutivo húngaro del ultranacionalista Viktor Orbán recibió este lunes del Parlamento poderes extraordinarios para gobernar Hungría por decreto y por tiempo indefinido en su lucha contra la pandemia del COVID-19.

La mayoría parlamentaria del gobernante partido conservador Fidesz votó a favor de unas enmiendas que vacían el papel de la cámara y hacen que el gabinete pueda gobernar sin control alguno durante un tiempo indefinido.

Críticas de la oposición

La reforma ha sido criticada dentro y fuera del país, y la oposición húngara intentó al menos lograr que la enmienda incluyera un límite temporal de 90 días, pero sin éxito.

El gobierno de Orbán justifica sus planes con la necesidad de tomar decisiones rápidas para poder frenar la epidemia, sin saber por ahora cuánto tiempo será necesario para ello.

La oposición, que cuenta con menos de un tercio de los diputados del Parlamento, dijo hoy que apoya las medidas extraordinarias contra el virus, pero no el poder ilimitado de Orbán.

"En Europa ningún gobierno ha pedido algo semejante, ni ha recibido (esos poderes)", dijo Tímea Szabó, diputada del opositor partido izquierdista Párbeszéd (Diálogo).

Viktor Orbán, este lunes en el parlamento húngaro. Foto: Reuters
Viktor Orbán, este lunes en el parlamento húngaro. Foto: Reuters

Giro autoritario

Según lo adoptado hoy, el gobierno podrá suspender leyes y bloquear la divulgación de informaciones que "puedan obstaculizar o imposibilitar la defensa" frente a la epidemia, así como aplicar penas de hasta cinco años de cárcel para los infractores.

"El giro autoritario está en el aire", dijo Péter Krekó, director del Instituto Political Capital, quien agregó que "en esta situación es fácil aprovecharse de las circunstancias".

"¿Por qué vamos a confiar en un gobierno que se ha aprovechado (en el pasado) de todas las posibilidades de debilitar las instituciones democráticas?", se preguntó el analista el alusión a las políticas "iliberales" que aplica Orbán desde su llegada al poder en 2010.

Orbán y Europa

La relación de Orbán con las instituciones europeas es tensa, sobre todo desde que comenzó a centralizar su poder, debilitando los mecanismos de control, como la prensa o el Tribunal Constitucional, gracias a su mayoría de dos tercios en el Parlamento.

La situación actual es muy difícil no solo para Hungría, sino también para toda Europa, aseguró Krekó.

No se sabe "cuánto durará la situación, en una época extrema que requiere medidas extraordinarias", agregó.

"Tampoco se puede excluir que la política en todo el continente se mueva hacia situaciones extremas dentro de tres o seis meses", advirtió el renombrado analista.

El parlamento pierde peso

Los críticos de Orbán -sea en la ciudadanía, en la política o entre expertos independientes- se preocupan por la pérdida de peso del Parlamento y de la prensa, como instrumentos de control.

Más de 100.000 húngaros han firmado ya una petición online, lanzada por políticos de la oposición y grupos cívicos, contra el carácter indefinido de los nuevos poderes.

Según el Comité Helsinki Hungría, "garantías obvias -como un mandato definido o el acceso al Tribunal Constitucional- no fueron incorporadas en las enmiendas".

Todo ello, pese a que así el cambio legal hubiese sido "aceptable para la oposición y para los socios internacionales de Hungría", señala esta ONG defensora de los derechos humanos en un comunicado.

"Es inexplicable por qué el gobierno no accedió a un compromiso razonable (...) Eso hubiera sido en el interés de todos", concluyó el Comité, que anunció que intensificará sus esfuerzos para "luchar contra la destrucción del imperio de la ley" en Hungría.

Medidas contra la pandemia

El gobierno de Orbán ha introducido en las últimas semanas numerosas medidas para aliviar los efectos económicos de la pandemia y ha prometido más pasos en las próximas semanas, sobre todo para estabilizar el mercado laboral.

"Con o sin el apoyo de la oposición, venceremos el virus", aseguró Orbán recientemente en el Parlamento.

El Ejecutivo afirma que respetará las normas democráticas y el presidente de la República, János Áder, firmó las enmiendas solo dos horas después de su aprobación, por lo que entrarán en vigor este martes.

Hungría ha registrado hasta hoy 447 contagios confirmados de coronavirus, con 15 fallecidos, frente a los más de 9.500 contagios y 108 muertos en la vecina Austria.

Delicada situación para la prensa

Especialmente delicados son los nuevos poderes para la prensa independiente, ante la amenaza de hasta cinco años de cárcel por informaciones falsas en torno del coronavirus.

Varias organizaciones internacionales, como el Instituto Internacional de Prensa (IPI), han expresado su preocupación en los últimos días y periodistas húngaros hablan de creciente autocensura.

También el analista Krekó considera que "se trata de un mensaje para los periodistas".

En ese sentido, recuerda que en países como Rusia o Brasil se ve cómo, "bajo la bandera de la lucha contra las informaciones falsas, quieren acallar la prensa libre".

"Es muy difícil no ver esto en la situación actual", sentencia Krekó.

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