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Venezuela está quebrada y abre mesa de diálogo

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Manifestantes a favor de Maduro frente a la Asamblea Nacional. Foto: Reuters.
MARCO BELLO

Chavismo y oposición ajustaban iniciar hoy las negociaciones.

Todos lo esperaban, pero el hombre no apareció. Nicolás Maduro faltó ayer a la Cumbre Iberoamericana en Cartagena, Colombia, y así evitó mirar las caras de pocos amigos que le iban a poner algunos de los presidentes de la región.

Pero Maduro tenía la excusa para no viajar: el gobierno chavista y la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) preparaban la apertura del diálogo en Caracas, aunque hasta última hora todo estaba en la nebulosa, incluso la fecha misma del inicio de las conversaciones.

La MUD, que agrupa a la mayoría de los partidos de oposición, no había logrado definir quiénes representarán al bloque antichavista.

En principio estas negociaciones iban a tener lugar en la isla de Margarita, según lo acordado con el Vaticano que sirvió de mediador. Pero ayer fuentes de la MUD dijeron que el diálogo sería en Caracas, como quería la oposición.

Algunos sectores de la oposición planteaban que a la primera reunión solo asistiera el secretario ejecutivo de la MUD, Jesús Torrealba, para presentar una lista de condiciones para avanzar en el diálogo.

Diálogo.

La exploración del diálogo se inició con el auspicio de Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y un grupo de mediación integrado por los ex presidentes José Luis Rodríguez Zapatero de España, Martín Torrijos de Panamá y Leonel Fernández de República Dominicana. En las últimas semanas se sumó un delegado del Vaticano.

En medio de toda esta movida, Maduro decidió quedarse en Caracas y enviar a la ministra de Exteriores, Delcy Rodríguez, a la cumbre de Cartagena.

La canciller de Argentina, Susana Malcorra, había abrigado esperanzas de escuchar a Maduro. "Estando la cuestión de Venezuela tan en el candelero, con tanta preocupación por parte de todos, es bueno que sea él quien venga y dé su perspectiva y los presidentes puedan intercambiar con él las preocupaciones y alentar, como estamos haciendo por todos los medios, al diálogo", aseguró antes de la cumbre de Cartagena.

Justamente la crisis económica y política en Venezuela era uno de los asuntos que esperaban abordar los mandatarios, tras una petición expresa de varios países. Pero Maduro no fue el único que faltó a la cumbre, a la que solo asistieron los presidentes de México, Guatemala, Chile, República Dominicana, Honduras, Perú y Panamá, además del rey de España y los mandatarios de Portugal y Andorra. El resto de países están representados por cancilleres y vicepresidentes, como es el caso de Uruguay que envió a Raúl Sendic.

El presidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, igual puso ayer a Venezuela en el centro de la discusión de la Cumbre Iberoamericana. Tras alabar a Colombia por su esfuerzo para lograr la paz, el peruano apuntó a que este tema les "lleva a Venezuela" y la "tremenda crisis económica y de derechos políticos y humanos" que atraviesa.

"Es muy difícil tener una reunión como esta sin hablar de esos temas, porque si no, nos van a decir que hablamos de educación y otras cosas muy bonitas, pero que no nos estamos ocupando de los temas candentes", aseguró.

Pese a que el peruano ha sido el mandatario que más ha insistido en la necesidad de que la Cumbre aborde la situación del país sudamericano, aclaró que en sus palabras "no hay ningún afán de intervenir ni ideológico, sino un afán de que todos los iberoamericanos vayan adelante y no retrocedan".

Al margen de la cumbre de Cartagena, los cancilleres del Mercosur iba a analizar la situación en Venezuela, que se adjudicó la presidencia pro tempore del bloque en este segundo semestre del año cuando la dejó Uruguay.

Sin embargo, Argentina, Brasil Paraguay y Uruguay decidieron ejercer la presidencia a modo de colegiado, en virtud de que Venezuela no ha cumplido con algunas de las normas del bloque y la crisis institucional por la que atraviesa.

De concretarse, el diálogo llega en el momento de mayor tensión entre el gobierno y la oposición.

El viernes Maduro aseguró haber "derrotado" un intento de golpe de Estado al "fracasar" la huelga general convocada por la oposición, a cuyos líderes amenazó con encarcelar si le hacen un juicio político.

"Yo no me voy a quedar cruzado de brazos ante ese golpe de Estado, más temprano que tarde les llegará la justicia, que les quede claro a los golpistas", advirtió.

Maduro fue citado a comparecer el próximo martes ante el Parlamento para que escuche las acusaciones de "abandono del cargo", como parte de lo que los opositores consideran un "juicio político" de responsabilidad por el agravamiento de la crisis política y económica.

"Estoy dedicado las 24 horas del día (...) a gobernar", se defendió.

La acusación parlamentaria, una huelga que se cumplió parcialmente este viernes y una marcha a Miraflores convocada para el próximo jueves son parte de una nueva ofensiva de la oposición contra el gobierno, tras la suspensión del referéndum revocatorio contra Maduro.

El paro del viernes se hizo en medio de amenazas del gobierno de que tomaría represalias contra la empresas que cerraran. Más de 1.000 empresas fueron inspeccionadas por la Fuerza Armada, cuyo alto mando declaró "lealtad incondicional" al presidente.

Durante su concentración, Maduro firmó el decreto de aumento del 40% en el ingreso mínimo, llegando a unos 140 dólares a la tasa de cambio oficial.

Pese a ser el cuarto aumento que decreta en 2016, los venezolanos se quejan de que los salarios no alcanzan para nada, ante una inflación que el FMI calcula en 475% para este año, la más alta del mundo.

Según la firma Venebarómetro, Maduro enfrenta una impopularidad de 76,4% y un 67,8% revocaría su mandato, que concluye en enero de 2019.

Para Maduro, la huelga y el llamado a marchar a Miraflores repiten el "libreto" del 11 de abril de 2002, cuando una masiva movilización hacia la sede presidencial acabó en enfrentamientos que causaron 19 muertos y un golpe de Estado que sacó del poder a Hugo Chávez durante tres días.

Diosdado Cabello, número dos del chavismo, advirtió que deberían ser llevados "presos" los directivos de Fedecámaras y el empresario Lorenzo Mendoza, presidente del grupo Polar, mayor productor de alimentos de Venezuela, a los que acuso de fraguar el "golpe".

Agentes de inteligencia rodearon una planta de Polar y la casa de Mendoza, acusado por el gobierno de ser punta de lanza de la "guerra económica" con que los opositores buscan derrocarlo.

Pero Fedecámaras afirma que se trató de una "huelga ciudadana", no patronal.

Cumbre Iberoamericana centrada en el proceso de paz en Colombia.

La XXV Cumbre Iberoamericana de Cartagena, Colombia, se centró ayer sábado en la búsqueda de la paz en este país.

Ante la ausencia del presidente de Venezuela, la paz de Colombia fue la protagonista de la apertura y del primer bloque de intervenciones del encuentro, con el envío de mensajes de los asistentes en apoyo al fin del conflicto armado de más de medio siglo.

De la cumbre saldrá una resolución para respaldar la búsqueda de la paz en Colombia, presentada por México, España y Chile. El rey Felipe VI fue uno de los que expresó en su intervención "el apoyo de España a los esfuerzos por la paz que está realizando el pueblo colombiano, una paz que todos los amigos de Colombia deseamos fervientemente".

Anfitrión y flamante Premio Nobel de la Paz, Manuel Santos recibió el esperado espaldarazo de la comunidad internacional en sus intentos para acabar con la confrontación interna a través de los procesos de negociación con las guerrillas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, comunistas) y Ejército de Liberación Nacional (ELN, guevarista).

Se pensaba que en la cumbre se celebraría la concreción de la paz con las FARC, pero más bien ha servido para dar nuevo aliento al presidente colombiano tras el rechazo en un plebiscito a comienzos de octubre del acuerdo negociado con esa guerrilla.

El jueves se instalará en Ecuador la mesa de diálogos con el ELN.

Jefe policial detenido por represión en un marcha.

Un jefe de policial fue detenido por su presunta responsabilidad en hechos de violencia contra una marcha opositora en la ciudad de Maracaibo que dejaron cuatro heridos, tres por bala, informó ayer sábado la Fiscalía. Danilo José Vílchez, comisionado de la policía del municipio San Francisco en el estado Zulia, cuya capital es Maracaibo, es acusado de ser "presunto determinador" en los delitos de homicidio calificado con alevosía en grado de frustración, lesiones y uso indebido de arma de fuego, señaló un comunicado del Ministerio Público. El pasado miércoles, la oposición realizó masivas manifestaciones en todo el país tras la suspensión del proceso de referéndum revocatorio que impulsa contra el presidente Nicolás Maduro. Organizaciones de derechos humanos denunciaron un ataque armado contra la movilización en Maracaibo.

El eterno femenino de una imaginativa pintora
Manifestantes a favor de Maduro frente a la Asamblea Nacional. Foto: Reuters.

CRISIS POLÍTICA Y ECONÓMICA

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