Horas decisivas
Bolsonaro reafirma que será candidato y Justicia pone plazo al izquierdista.
La campaña política en Brasil sumó un polémico capítulo en la jornada de ayer: mientras el herido candidato derechista Jair Bolsonaro reafirmó que continúa en carrera, miles de sus fieles le manifestaron su apoyo en las calles y en TV y los demás candidatos se batieron en un debate con el mensaje de terminar con el radicalismo.
Además, el Tribunal Superior Electoral de Brasil dio un ultimátum al Partido de los Trabajadores (PT) para que suspenda la propaganda que promueve a Luiz Inácio Lula da Silva como su candidato para las elecciones presidenciales del 7 de octubre pese a que el expresidente fue inhabilitado por estar condenado por corrupción.
El Tribunal recordó que la autoridad electoral ya declaró a Lula inelegible y que dio un plazo al PT hasta mañana martes para que anuncie a su nuevo candidato presidencial.
El PT ha dicho que la hará recién cuando agote todos los recursos para habilitar a Lula. El más probable sucesor de Lula como candidato es su exministro de Educación Fernando Haddad, actualmente su compañero de fórmula como candidato a vicepresidente.
Mientras tanto, Bolsonaro, líder en los sondeos para las elecciones presidenciales del 7 de octubre, escribió un mensaje en Twitter para reafirmar que sigue en carrera luego de la puñalada que recibió durante una manifestación en la calle.
"De ninguna forma estamos fuera del pleito. No le daremos ese gusto a quien deseó ese desenlace", aseguró el polémico candidato y coronel de la reserva del Ejército.
Continuamos à frente na disputa, contando com a espontânea ajuda de sempre que parte de cada um de nós, dentro das condições possíveis. De forma alguma estamos fora do pleito! Não daremos esse gosto a quem desejou este desfecho! Brasil Acima de Tudo! Deus acima de todos!
— Jair Bolsonaro 1??7?? (@jairbolsonaro) 9 de septiembre de 2018
En varias ciudades del país, los simpatizantes del candidato se movilizaron para darle mayor impulso a la candidatura y capitalizar electoralmente el ataque.
Bolsonaro y sus aliados quieren transmitir el mensaje de que el ataque fue orquestado por sus rivales. Refutan la tesis de un atacante solitario y con problemas psiquiátricos.
"No fue un enfermo mental. Lo planeó todo y es obvio que había otras personas involucradas. Fue una acción muy bien planeada pero no consiguieron su objetivo de sacar a Bolsonaro de las elecciones porque Dios intervino", aseguró su hijo.
Debate.
Con Bolsonaro hospitalizado, los principales candidatos a las elecciones presidenciales defendieron ayer el fin del radicalismo en el país durante un nuevo debate en televisión, organizado por la televisión Gazeta y el diario O Estado de Sao Paulo.
"Este es un momento muy difícil en nuestro país. Estamos en un debate en el que faltan dos candidatos: uno por impedimento judicial y otro porque está en el hospital", aseguró la líder ecologista Marina Silva, candidata del partido Red Sustentabilidad y que, con 12 % del favoritismo, escolta a Bolsonaro en los sondeos. "Brasil tiene que repensar la situación porque la violencia no nos llevará a ningún lugar", agregó.
El candidato laborista Ciro Gomes, que comparte con la ecologista el segundo lugar en los sondeos con el 12 %, igualmente alertó sobre la necesidad de combatir la violencia, que se ha convertido en uno de los principales retos del país.
En la primera pregunta del debate, el exministro de Hacienda Henrique Meirelles, candidato por el Movimiento Democrático Brasileño (MDB), el partido liderado por el presidente Michel Temer, pidió de sus colegas propuestas para "eliminar el radicalismo".
"El episodio lamentable de Bolsonaro confirma la necesidad de cambios en el país", afirmó Meirelles.
"Necesitamos de un gran esfuerzo conciliatorio. El país dividido no avanza. Yo antes de ser candidato ya pedía ese esfuerzo de conciliación contra cualquier tipo de radicalismo", respondió Geraldo Alckmin, exgobernador de Sao Paulo, candidato por el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) y cuarto en los sondeos con un 9 % del favoritismo.
Luego del ataque, los candidatos cambiaron los ataques a Bolsonaro por un discurso mediador.
Bolsonaro es el candidato más polémico debido a que es un defensor de la dictadura militar en Brasil (1964-1985); ha generado diversas protestas por sus insistentes declaraciones machistas, y homófobas.
El comandante en jefe del Ejército brasileño lanzó una advertencia contra la candidatura del encarcelado expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, provocando una nota de repudio del Partido de los Trabajadores (PT). El general Eduardo Villas Boas dijo que el pedido del Comité de Derechos Humanos de la ONU para que el líder de la izquierda pueda mantener su candidatura "es un intento de invasión a la soberanía nacional". El PT criticó a Villas Boas y llamó a repudiar "la tutela militar sobre la democracia".