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Ucrania "desmantelará" grupos prorrusos que "desestabilicen" al país

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Activistas sostienen un cartel con banderas británicas y ucranianas que dice "¡Gracias!" fuera de la embajada británica en Kiev. Foto: AFP

CRUCE

Reino Unido acusa a Rusia que querer instalar al ex diputado Yevgeny Murayev como líder en Ucrania; el Kremlin lo niega.

El gobierno ucraniano prometió ayer domingo seguir combatiendo a las personas y entidades prorrusas que pretenden desestabilizar Ucrania, después de que el Reino Unido acusara a Rusia de querer instalar a un líder favorable a Rusia en Kiev.

“Nuestro estado continuará su política de desmantelamiento de cualquier estructura oligárquica y política que pueda estar trabajando para desestabilizar Ucrania o ayudar a los invasores”, dijo Mykhailo Podolyak, asesor del jefe de gabinete del presidente Volodymyr Zelensky.

El nombre del ex diputado Yevgeny Murayev, mencionado por Londres como posible líder que Moscú buscaría instalar en Kiev, “no es una sorpresa”, dijo el funcionario. “Los gobiernos de nuestros socios han empezado a llamar a las cosas por su nombre y a desenmascarar a los ‘amigos de Rusia’”, añadió.

El funcionario recordó la reciente decisión de Washington de sancionar a cuatro ucranianos, entre ellos dos diputados en activo, acusados de colaborar con los servicios secretos rusos. “La información británica completa” la lista de personalidades “seleccionadas” por el Kremlin para “tratar de promover los intereses rusos”, dijo.

Nombres y apellidos

En la lista de personas -mencionadas en el comunicado británico- que habrían sido sondeadas por los servicios rusos, figura, además de Murayev, el ex primer ministro Mykola Azarov, que huyó a Rusia junto al entonces presidente Viktor Yanukovic en 2014, tras un levantamiento popular en Kiev.

Los otros son el ex jefe del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa Vladimir Sivkovich (sancionado esta semana por Estados Unidos junto a otros tres políticos ucranianos por su supuesta cooperación con los servicios de inteligencia rusos), el ex viceprimer ministro Serhiy Arbuzov y el ex jefe de gabinete presidencial Andriy Kluyev.

Información

La declaración de Reino Unido de que posee informaciones fidedignas sobre maniobras de Rusia para “instalar un dirigente prorruso en Kiev”, se produce en momentos en que crecen los temores de que Moscú lance una invasión a Ucrania.

Según un comunicado del Foreign Office del sábado, los servicios de inteligencia rusos mantuvieron contactos con varios políticos ucranianos y “el exdiputado Yevhen Murayev es considerado como un dirigente potencial” de esta exrepública soviética, “aunque no el único”.

Rusia rechazó la versión y acusó a Londres de propagar “desinformación”.

“Desinformación que circuló el (gobierno británico) es otra muestra de que los países de la OTAN, encabezados por naciones anglosajonas, son los que están provocando tensiones sobre Ucrania”, indicó el Ministerio ruso de Relaciones Exteriores en Twitter.

La secretaria británica de Relaciones Exteriores, Liz Truss, citada en el comunicado, dijo que el informe revela “la magnitud de la actividad rusa destinada a desestabilizar Ucrania”.

Estas acusaciones se publican al día siguiente de que los jefes de la diplomacia rusa, Serguéi Lavrov, y estadounidense, Antony Blinken, se reunieran en Ginebra para tratar de rebajar las tensiones en la frontera ruso-ucraniana y acordaran proseguir sus conversaciones “francas” la próxima semana.

Para Estados Unidos, las acusaciones del Reino Unido son “profundamente preocupantes”.

Los países occidentales acusan a Rusia de desplegar tanques, artillería y unos 100.000 soldados en la frontera con Ucrania para preparar un ataque.

El Kremlin niega cualquier intención bélica, pero condiciona la desescalada a tratados que garanticen la no expansión de la OTAN, en particular a Ucrania, así como la retirada de la Alianza Atlántica del este de Europa, algo que los occidentales consideran inaceptable.

El martes pasado, la Casa Blanca afirmó que el presidente ruso Vladimir Putin podría ordenar el ataque “en cualquier momento” y advirtió que occidente “no descarta ninguna opción”.

Próximas reuniones

El ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, aceptó una invitación para reunirse con su par británico, Ben Wallace, para hablar de la crisis en la frontera ucraniana. El encuentro tendrá hoy lugar en Moscú.

La reunión bilateral, que sería la primera desde 2013, pretende “explorar todas las vías para lograr la estabilidad y la resolución de la crisis ucraniana”, indicó una fuente del Ministerio de Defensa británico.

Asimismo, los ministros de Exteriores de la UE, junto con el Secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, discutirán hoy lunes la situación de Ucrania, así como la amenaza militar rusa al país europeo.

Kiev refuerza sus capacidades de defensa ante el poderío ruso

Pocos expertos militares creen que las fuerzas de Kiev puedan repeler una invasión rusa, si bien se están modernizando rápidamente.

Pero los llamamientos de Ucrania a los aliados occidentales para reforzar sus capacidades de defensa han hecho que Estados Unidos, Gran Bretaña y los países bálticos hayan acordado enviar armas, incluyendo misiles antitanques y antiaéreos, a Kiev.

En ese contexto, la ministra británica de Asuntos Exteriores, Liz Truss, advirtió que es Moscú el que corre el riesgo de verse envuelto en un “terrible atolladero” si decide invadir.

En un discurso pronunciado en Australia el viernes, la jefa de la diplomacia británica lanzó una advertencia contundente y personal al presidente ruso, Vladimir Putin, avisándole que podría estar a punto de cometer un gran error estratégico.

“No aprendió las lecciones de la historia”, dijo Truss en el Instituto Lowy de Sídney. “Los ucranianos lucharán contra esto, podría ser un atolladero”, añadió.

En 2014, cuando Rusia se anexó ilegalmente la península de Crimea, la UE aprobó sanciones económicas e industriales en solo 72 horas, que incluían la prohibición de que Rusia y grandes empresas rusas pudieran tomar dinero prestado de los mercados financieros europeos. En esta ocasión la UE dice estar dispuesta a adoptar medidas restrictivas fuertes nuevamente.

El Vaticano

El papa Francisco dijo que seguía “con preocupación” las crecientes tensiones en Ucrania y convocó una jornada de oración por la paz.

“Sigo con preocupación por el aumento de las tensiones que amenazan con infligir un nuevo golpe a la paz en Ucrania, y ponen en cuestión la seguridad del continente europeo, con repercusiones cada vez más amplias”, dijo tras su oración dominical del Ángelus en la Plaza de San Pedro.
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Exdiputado ucraniano espera disculpas de Londres
Yevhen Murayev

El exdiputado ucraniano Yevhen Murayev espera disculpas de Londres tras calificarle el Ministerio de Exteriores británico como un líder prorruso al que Moscú pretendería instalar en Kiev.

“Es una tontería. Desde hace cuatro años me han prohibido siquiera entrar en Rusia”, dijo Murayev en una entrevista con el rotativo Ukrainskaya Pravda.

Rusia acusó ayer domingo al Reino Unido de desinformar al rechazar que pretenda instalar un líder prorruso en Ucrania, como había divulgado el Foreign Office.

Londres afirmó el sábado tener información que indica que Rusia pretende instalar un dirigente prorruso en Kiev mientras considera invadir y ocupar Ucrania.

El exdiputado Murayev es considerado como posible candidato, según el Foreign Office.

Según Murayev, Ucrania debe ser “fuerte y soberana”, algo que, según él, contradice la visión rusa del desarrollo del país vecino.

“Es difícil de imaginar que pueda tener comunicación alguna con los rusos. Por eso, la información que vemos ahora es poco profesional. Espero unas disculpas”, dijo el exdiputado.

A su vez, la Embajada rusa en Londres consideró “anecdóticas” las declaraciones de Exteriores británico sobre la intención de promover la llegada al poder en Ucrania de una persona que “está bajo sanciones en Rusia”. 

Caso Ucrania pone en aprietos a Alemania
Olaf Scholz. Foto: AFP

El incidente diplomático con Ucrania provocado por las declaraciones del jefe de la marina alemana puso en aprietos al gobierno de Olaf Scholz quien, desde su llegada al poder, ha tenido dificultades para convencer sobre su voluntad de mantenerse firme con Rusia.

Un episodio que Berlín habría querido evitar: al calificar de “sandez” la idea de que Rusia podría invadir Ucrania y considerar que Vladimir Putin “probablemente merece” respeto, el jefe de la marina alemana, Kay-Achim Schönbach, desató gran agitación.

Pese a su destitución forzada el sábado de noche, 24 horas después de difundirse tales declaraciones realizadas en India, la irritación de Kiev continúa. Ésta también se alimenta de la persistencia de Alemania en no brindarle armas.

En tanto Estados Unidos, Reino Unido y los países bálticos anunciaran el envío de armas a Ucrania, Berlín considera que esta forma de apoyo exacerbaría las tensiones.

“La única política pertinente es permitirnos defendernos”, replicó ayer domingo, en entrevista con el diario alemán Welt am Sonntag, el ministro de Relaciones Exteriores ucraniano, Dmitro Kuleba, volviendo a mencionar su “decepción” por la posición alemana.

A comienzos de esta semana, había recibido en Kiev a la jefa de la diplomacia alemana, la ecologista Annalena Baerbock, quien le aseguró que su país haría “todo lo posible para garantizar la seguridad de Ucrania”.

La misma intransigencia ha mostrado el canciller, el socialdemócrata Olaf Scholz, quien no cesa de repetir que cualquier agresión rusa a Ucrania tendrá un “elevado costo” para Moscú, como repitió en una entrevista publicada ayer por el Süddeutsche Zeitung, en la que, no obstante, hace también un llamado a la “prudencia”.

“Hasta ahora, el canciller Scholz se ha limitado a un mínimo sobre la crisis ruso-ucraniana: declaraciones muy breves, estereotipadas y, solamente respondiendo a preguntas”, tuiteó el pasado sábado Ulrich Speck, experto de la oficina en Berlín del German Marshall Fund (GMF).
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