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El tuit de la “lluvia dorada” que escandaliza a Brasil

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Las comparsas callejeras (blocos) fueron duramente criticadas por Bolsonaro. Foto: EFE

BOLSONARO Y EL CARNAVAL

Jair Bolsonaro en el centro de la polémica por un video.

Brasil cerró su Carnaval 2019 en medio de un escándalo a partir de un tuit del presidente Jair Bolsonaro. “¿Qué es una golden shower (lluvia dorada)?”, preguntó Bolsonaro ayer miércoles, al día siguiente de publicar en la red social el video que desató el escándalo, y que llegó a ser tendencia en Twitter.

El video, de 40 segundos de duración, muestra a tres hombres bailando sobre el techo de un parada de taxis en una concurrida calle de la ciudad de San Pablo durante un bloco (comparsa) de Carnaval. Uno de ellos, con un arnés de parafernalia sadomasoquista que le deja las nalgas descubiertas, dirige su trasero al público y simula que se introduce un dedo en el ano. Acto seguido, agacha la cabeza y otro de los hombres orina sobre su pelo, lo cual desata la euforia de los espectadores.

“No me siento cómodo mostrando esto, pero (...) esto es en lo que se han convertido las fiestas de calle en el Carnaval brasileño. Comenten y saquen sus conclusiones”, tuiteó el presidente junto al video, filmado en la ciudad de San Pablo.

Bolsonaro tiene 3,46 millones de seguidores en Twitter.

El legislador izquierdista Paulo Teixeira dijo en Twitter que pediría a los fiscales que investiguen si Bolsonaro había violado leyes de privacidad. Se desconoce el autor del video.

La publicación del video, que hasta ayer miércoles por la mañana tenía 2,43 millones de visualizaciones, se convirtió en tendencia dominante absoluta de la red social mundial, con tres hashtags: el de los adversarios de Bolsonaro, que reclaman su destitución (#ImpeachmentBolsonaro), el de sus defensores (#BolsonaroTemRazao) y un tercero más ecléctico (#goldenshowerpresident).

Algunos de los mensajes críticos acusaron al mandatario de usar una escena aislada para desprestigiar el carnaval. Otros le reprocharon una falta de decoro al no haber colocado la alerta de contenido no apto para menores y preguntaron si la publicación viola las reglas de Twitter.

“Bolsonaro, mi nieta de seis años se enteró de esta escena en su Twitter. Ella y otros millones de niños cuyos padres le siguen a usted. Quiero ver cómo el Presidente de la República le va a explicar lo que vieron. Necesitas tratamiento médico con urgencia”, denunció el conocido periodista Fábio Pannunzio en su cuenta @blogdopannunzio.

“No lo comparta!!!! Es crimen! Denuncie, (es) impropio para cualquier persona verlo. Sobre todo niños”, escribió por su parte la presentadora de televisión Astrid Fontenelle.

Al principio, el video era de acceso libre, pero horas después apareció con visualización restringida.

El mandatario llegó al gobierno con el apoyo de las iglesias pentecostales y con un discurso de defensa de los valores tradicionales de la familia. Bolsonaro escogió a Damares Alves, una pastora evangelista ortodoxa, como ministra de Mujer, Familia y Derechos Humanos.

En este Carnaval el presidente fue objeto de burla y crítica en varios “blocos” callejeros, y por las más prestigiosas escuelas de samba que desfilaron en el Sambódromo de Río de Janeiro.

Es que el Carnaval de este año se politizó a raíz de la elección de Bolsonaro y el asesinato hace casi un año, aún sin resolver, de la concejala de Río de Janeiro, Marielle Franco, una activista por los derechos de los homosexuales y negros. Mangueira, que homenajeó a la concejala, fue proclamada campeona del Carnaval.

Carnaval récord

Más allá del escándalo por el video, este año el Carnaval de Río de Janeiro parece que fue un éxito económico. Al menos así lo manifestó el alcalde de Río, Marcelo Crivella, que destacó los récords alcanzados, como el de la inversión privada para la fiesta y la ocupación hotelera.

Crivella dijo que fue “el carnaval de los récords”, según un comunicado divulgado por su despacho.

El alcalde, obispo de una iglesia evangélica, ha defendido desde que asumió el mandato que el carnaval sea financiado por las empresas privadas y no por el sector público.

Crivella destacó el récord de 41 millones de reales (unos 13,7 millones de dólares) invertidos por empresas privadas en el Carnaval este año.

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