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Un tsunami de recorte de empleos está por golpear a Europa

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Lufthansa es una compañía aérea alemana. Foto: EFE.

EFECTOS

Intentan limitar el daño, pero hay 59 millones de empleos en riesgo a raíz de la pandemia de COVID-19 que golpeó el continente.

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En BP son 10.000 empleos. En Lufthansa, 22.000. En Renault, 14.600. Cuando los países de la Unión Europea (UE) ordenaron el cierre de los negocios y los empleados tuvieron que permanecer en sus hogares a medida que el COVID-19 se extendió, los gobiernos tomaron medidas extremas para proteger a los trabajadores del desempleo masivo, otorgando miles de millones de euros a las empresas para mantener los puestos de trabajo. Pero, los despidos llegan de cualquier manera.

Un tsunami de recorte de empleos está por golpear a Europa, mientras las empresas se preparan para aplicar amplios planes de reducción con la finalidad de evitar el colapso de los negocios desde el comienzo de la pandemia. Mecanismos de licencias especiales que han ayudado a mantener alrededor de un tercio de la fuerza laboral europea financieramente segura dejarán de tener efecto en los próximos meses.

Unos 59 millones de empleos se encuentran en riesgo por recortes en las horas y en los salarios, licencias temporarias o despidos, sobre todo en sectores como el transporte y los comercios minoristas, de acuerdo con un estudio realizado por McKinsey & Co.

Los gobiernos advierten que millones perderán sus salarios, en tanto el Banco Central Europeo advirtió la semana pasada que el desempleo probablemente se dispare y permanezca alto aun cuando comience la recuperación de la pandemia.

“Europa tuvo éxito al amortiguar los efectos iniciales de la crisis”, dijo John Hurley, jefe de investigación de Eurofound, el brazo de investigación de la UE. “Pero, lo más probable es que el desempleo llegue, especialmente cuando terminen los generosos programas de licencias”, indicó. “Habrá un sacudón y será bastante feo”.

En comparación con Estados Unidos, que perdió más de 20 millones de empleos solo en abril, los programas de licencia especial en la UE previnieron que el desempleo se disparara. Alemania, Francia, Dinamarca y Gran Bretaña aplican programas de ayuda para asegurar los pagos a unos 60 millones de empleados del sector privado.

Inevitable.

Parecería que esos costosos programas solo aplazaron el dolor para algunos trabajadores. Gigantes corporativos y empresas minoristas que operan por debajo de su capacidad desde el comienzo de la crisis, ahora deberán hacer un giro para eliminar decenas de miles de empleos a partir del otoño del norte y hasta el próximo año. Algunas empresas estiman que la disrupción es el mejor momento para avanzar en las reducciones que contemplaban desde hace tiempo.

Airbus, BP, Renault, Lufthansa, Air France, la cadena de tiendas Debenhams, el Banco de Irlanda, el minorista W. H. Smith y hasta el Grupo McLaren, que incluye el equipo de carreras de la Fórmula 1, junto con otros innumerables negocios más chicos, se encuentran entre los que planean recortes que empujarán desde empleados de fábricas hasta los de más altos salarios en las empresas a las filas de los desempleados.

Los despidos aumentan pese a que Europa emite algunas señales de recuperación, en una situación de contracción de las tasas de crecimiento.

Esta ruta se inauguró en 2013. Foto: archivo El País
Air France es una aerolínea que nació en 1933. Foto: archivo El País

Zombies.

La escala y velocidad de los recortes enfatiza el desafío que enfrentan los líderes a medida que recalculan su enfoque para limitar el daño que provoca la pandemia. Los costos de los programas de ayuda crecen. Los líderes de la UE acordaron en fecha reciente un histórico programa de estímulo por 750.000 millones de euros, que se suman a los cientos de miles de millones gastados desde el comienzo de la crisis, disparando las deudas nacionales y déficit. Muchos de los empleos subsidiados son de industrias que enfrentan daños irreversibles de la pandemia.

Alrededor de 9 millones de trabajadores -la quinta parte de los que se encuentran en programas de labor parcial- tienen trabajos que el banco alemán Allianz llama “empleos zombies” porque los sectores automotor, de las aerolíneas, restaurantes, comercios y hoteles, entre otros, no están en condiciones de abordar el cambiante comportamiento de los consumidores. Muchos de esos empleos siguen figurando en las empresas solo porque reciben subsidios de los gobiernos, señaló el banco.

“Los programas en Europa son más generosos que en Estados Unidos, pero no durarán por siempre”, consideró Simon Tilford, autor de un informe del Centro de Reforma Europea sobre los riesgos económicos de la pandemia. “Numerosas empresas despedirán trabajadores más allá de que tengan acceso a esquemas de subsidios salariales debido a que no ven que la demanda se vaya a recuperar a corto plazo”, señaló.

Mientras, los gobiernos “están ante una opción difícil de si seguir subsidiando a trabajadores de sectores cuyo futuro a largo plazo está en duda”, como el automotriz y el aeroespacial, puntualizó.

Licencias y cambios de los hábitos

La pandemia crea mayor incertidumbre a sectores de actividad que son transformados por el teletrabajo y los hábitos cambiantes de los consumidores.

“Los ejecutivos se dan cuenta que el daño durará mucho más de lo que se puede sobrevivir con los programas de apoyo de los gobiernos, por lo que ya están reestructurando”, dijo Sebastien Stern, socio senior de McKinsey en Alemania. Comentó que, por ejemplo, los directivos de Lufthansa probablemente pensaron en marzo y abril que esta crisis sería como la del SARS, en la que es necesario sobrevivir ahora, para después retomar el ritmo de actividad. “Hoy, dicen que no podremos volver a los niveles de actividad previos a la pandemia antes de 2025”, señaló.

Los despidos generan el riesgo de encender tensión social, a medida que Europa sobrelleva la peor recesión desde la Segunda Guerra Mundial. La Comisión Europea espera que la economía tenga una caída de 8,3% este año, con contracción de más de 10% en Italia, España y Francia, antes de que se produzca un resurgimiento a fines de 2021.

En algunos países, los trabajadores salen a las calles.

Ansiosos por evitar la agitación social, los gobiernos intentan amortiguar el golpe que significarán los despidos o al menos aplazarlo hasta que puedan obtener créditos del nuevo programa de 100.000 millones de euros de la Comisión Europea, destinado a respaldar los esquemas de apoyo salarial.

Italia y España se encuentran entre los países que extienden temporariamente los programas de licencias especiales hasta diciembre, aunque con menos dinero para los negocios y con la eliminación de algunos beneficios, como es la exoneración de los aportes patronales a los sistemas de salud y jubilatorio. Francia extendió los subsidios a los salarios por dos años, pero le pide a los empresarios que paguen una mayor parte del costo.

Gran Bretaña mantiene el límite del 31 de octubre para su plan de 30.000 millones de libras (US$ 37.800 millones) para “proteger, apoyar y crear empleos”, después de lo cual se espera que sufra pérdidas significativas de empleos.

Alemania extiende subsidio para los salarios de jornada reducida

La cúpula de la coalición de gobierno de Alemania entre conservadores y socialdemócratas acordó ampliar de 12 a 24 meses, hasta diciembre de 2021, la opción de las empresas de acogerse al régimen de jornada reducida subvencionada para evitar despidos.

La posibilidad de ampliar el régimen de Kurzarbeit, por el cual el Estado asume temporalmente entre el 60% y el 87% del salario que deja de percibir el trabajador por la reducción de jornada debido al impacto de la pandemia, está abierta a empresas que hayan introducido esta modalidad hasta el 31 de diciembre.

El ministro de Trabajo, Hubertus Heil, subrayó que es “el puente más estable” para la economía alemana en la actual situación y una muestra clara de que el gobierno lucha por cada puesto de trabajo. Agregó que aunque el país parte de una reactivación de la economía para 2021, la actual es “la crisis económica más profunda” de esta generación. Por eso, lo correcto es ampliar el mecanismo de 12 a 24 meses, facilitar su acceso a empresas y empleadores y elevar la prestación hasta el 80% del salario que se deja de percibir -el 87 % en el caso de trabajadores con niños- para aquellos que ven prolongada su situación.

Heil reconoció que esta modalidad de jornada reducida subvencionada “es muy cara”, pero que “el desempleo masivo resultaría económicamente y socialmente mucho más caro” al país, y agregó que el subsidio no se eternizará y se saldrá de éste de forma ordenada. (Con información de Efe)

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