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Trump sale a afianzar el liderazgo

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Donald Trump en visita oficial en Arabia Saudita. Foto: EFE

Habla con líderes de 54 países musulmanes y fortalece acción antiterrorista.

El presidente Donald Trump, inició en Riad, la capital de Arabia Saudita, su primera gira internacional con metas concretas como plantear una "OTAN árabe", explorar un proceso de paz en Medio Oriente y conectar con sus aliados europeos, en medio de una grave crisis interna de credibilidad y competencia.

El mandatario estadounidense realiza el viaje de nueve días, en medio de la mayor crisis de su corto mandato, después que despidió al jefe del FBI, James Comey y ante el nuevo impulso que tiene la investigación de sus supuestos nexos con Rusia.

Trump, que terminó con la tradición de sus predecesores más inmediatos de elegir como destino de su primer viaje al exterior México o Canadá, es acompañado de la primera dama, Melania Trump, su hija mayor, Ivanka, su yerno, Jared Kushner, el jefe de gabinete, Reince Priebus y el principal asesor económico, Gary Cohn.

Quiere también que este viaje le sirva para averiguar si la OTAN o el Acuerdo climático de París encajan con su máxima de "Estados Unidos primero" y si merece la pena que mantenga esos compromisos, según explicó un alto funcionario de la Casa Blanca bajo anonimato en un encuentro con un reducido grupo de medios extranjeros, entre ellos Efe.

El viaje comenzó a gestarse en noviembre pasado, después de las elecciones, y la Casa Blanca vio enseguida a los sauditas "realmente" dispuestos a ser "líderes" en la región en la lucha contra el Estado Islámico (EI) y en contener a Irán.

Será por eso que Riad es el lugar elegido para que Trump se encuentre con líderes de 54 países de mayoría musulmana y les plantee su intención de iniciar un proceso para crear una "OTAN árabe", que permitiría, en palabras del alto funcionario, formar "una alianza de seguridad regional" de largo plazo.

Esta nueva organización supondría un renovado impulso a la ya existente "alianza islámica antiterrorista" de carácter claramente suní y que los sauditas anunciaron en diciembre de 2015.

"Esta alianza será suní por naturaleza y estará lista para intervenir cuando las milicias chiíeas persistan en su política destructiva contra los territorios árabes", comentó el redactor jefe del diario saudita Al Yazira, Munif al Safuqi. Estima que para los países del Consejo de Cooperación del Golfo (Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Catar, Kuwait, Omán y Bahrein), el peligro ya no es tanto el grupo yihadista EI, en continuo retroceso, sino las "milicias chiítas terroristas que se han extendido por Irak, Siria y Yemen".

Este anuncio, en presencia de Trump, pretende también ser un mensaje al Irán chiíta, el otro gran polo de la región, y a quien los Estados del Golfo acusa de contínuas injerencias en los países árabes, especialmente en Siria, Yemen, Irak, el Líbano y Bahrein.

De acuerdo con un estudio de Pew Forum, en el mundo hay 1.600 millones de musulmanes, de los que casi 90% son suníes y el resto chiítas.

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Influyentes.

La casa de los Saud y sus socios del Consejo de Cooperación del Golfo quieren sacar provecho de la visita del presidente y de la buena sintonía reinante para intentar avanzar en el proceso de paz entre israelíes y palestinos y presentarse como socios influyentes en esta cuestión, en la que Egipto ha ejercido tradicionalmente de mediador.

Además, la Casa Blanca anticipa que "una gran cantidad" de los países presentes firmarán un compromiso para declarar ilegal la financiación a organismos que promueven el terrorismo y el extremismo. Asimismo es la oportunidad para la firma de acuerdos millonarios sobre compra de armamento e inversiones en Estados Unidos.

Y sobre el "inspirador" discurso a favor de una "visión pacífica del Islam" que realiza hoy domingo en Riad, Trump quiere hablar a "todo el mundo musulmán" y, según el alto funcionario, no para "disculparse" sobre acciones pasadas de Estados Unidos, como hizo el entonces presidente Barack Obama en una visita a El Cairo en 2009.

Tras pasar el fin de semana en Riad, Trump se desplazará a Israel, donde mantendrá reuniones con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abbas.

Los dos líderes han visitado a Trump en la Casa Blanca y el mandatario estadounidense ha insistido en que quiere mediar para tratar de relanzar las negociaciones de paz entre ambas partes, pero dejando claro que ningún país puede imponer las condiciones a israelíes y palestinos, y sin plantear una iniciativa concreta.

Según el alto funcionario, en los últimos meses el Gobierno ha estado "escuchando mucho" a israelíes, palestinos y otros actores de la región, de una manera "muy silenciosa".

Trump ha dejado de lado su plan de trasladar la embajada estadounidense en Israel de Tel Aviv a Jerusalén para no poner en peligro la posibilidad de que se reanuden las negociaciones de paz.

Afirma que echó al director del FBI porque "estaba loco".

El presidente Donald Trump le dijo a las autoridades rusas con las que se reunió este mes, que despedir al director del FBI, James Comey, le había quitado gran presión, indica un documento que resume la reunión.

"Acabo de despedir al jefe del FBI. Estaba loco, realmente estaba chiflado", manifestó Trump, según el documento que fue leído a The New York Times por un funcionario estadounidense. "Enfrenté gran presión a causa de Rusia. Ahora, eso ya fue quitado". Trump agregó: "No estoy bajo investigación".

Un día después que despidió al hombre que lideraba la indagatoria, Trump lo menospreció en la reunión con los funcionarios rusos.

Al margen de lo que ocurrió en ese encuentro, Trump considera que hay una "caza de brujas" en su contra, como nunca ocurrió contra un gobernante en la historia del país.

Ante las afirmaciones del presidente, después de su despido fulminante como jefe del FBI, Comey ha revelado, a través de información facilitada a los medios por confidentes y amigos, que el presidente le exigió lealtad, y quería obstaculizar la investigación que el FBI abrió sobre los supuestos vínculos de su campaña y Rusia. Según The New York Times, Trump pidió a Comey poner fin a la investigación pendiente sobre su ex asesor de seguridad nacional Michael Flynn, algo que el mandatario negó rotundamente el jueves.

Mientras, el fiscal general adjunto, Rod Rosenstein, designó a Robert Mueller, que dirigió el FBI entre 2001 y 2013, como fiscal especial de la investigación sobre la presunta injerencia rusa en las elecciones y las posibles conexiones con el equipo de Trump.

En el Congreso, tanto demócratas como republicanos apoyan la designación de Mueller.

Aunque ha dicho respetarlo, Trump estima que el nombramiento de Mueller daña a Estados Unidos y "es una excusa para los demócratas" por haber perdido las elecciones.

El presidente evalúa el sustituto de Comey. El favorito es el ex senador Joe Liebermann. Fuentes: THE NEW YORK TIMES Y EFE

"EE.UU. está otra vez en el mundo"

La Casa Blanca presenta el viaje como la refirmación del liderazgo estadounidense en el mundo, después de lo que califica de periodo vacío bajo el presidente Barack Obama.

"Hay expectativa y se da una gran bienvenida a Estados Unidos porque retorna a la escena mundial", dijo el secretario de Estado, Rex Tillerson. Muchos líderes extranjeros quieren ver que llegue el final de lo que estiman es desdén hacia sus preocupaciones, agregó. "Están prontos para volver a encontrarse con Estados Unidos".

Tillerson restó importancia a las preguntas sobre los hechos que ocurren en Estados Unidos, que seguramente acosarán al presidente Trump durante los días en que se encuentra en el exterior. "La gente en el resto del mundo no tiene tiempo para prestarle atención a lo que ocurre internamente aquí", sostuvo Tillerson. "Están mucho más preocupados por ver lo que nosotros ofrecemos ante los grandes desafíos que nos afectan a todos". Fuente: THE NEW YORK TIMES

Diálogo y divergencia con el Papa.

La etapa europea de la gira del presidente Donald Trump comenzará el miércoles con la visita al Vaticano. El mandatario, que siente "un gran respeto" por el papa Francisco, acudirá al encuentro "dispuesto a ser flexible y amplio de miras" sobre temas en los que ambos discrepan, como el cambio climático o la situación de los refugiados.

El jueves, Trump abordará con los líderes de la OTAN, en Bruselas, el gasto en Defensa y el terrorismo, dos prioridades para su Gobierno, y se reunirá por primera vez con las instituciones de la Unión Europea, que esperan conocer sus objetivos en relación con Europa.

En el encuentro con los 28 miembros de OTAN, se abordará la necesidad de tener planes claros antes de fin de año para cumplir el compromiso, adquirido en 2014, de llegar a invertir el 2% del PIB en Defensa para 2024. Asimismo, tratarán qué papel reforzado puede desempeñar la OTAN en la lucha antiterrorista, y en la coalición internacional contra el Estado Islámico en Siria e Irak, aunque el secretario general aliado, Jens Stoltenberg, dejó claro que la alianza no tendrá un papel de combate. Fuente: EFE

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Donald Trump en visita oficial en Arabia Saudita. Foto: EFE

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