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Trump provoca desconfianza, dudas y confusión de aliados

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Trabajadores municipales recogen escombros en la ciudad de Homs. Foto: Reuters

Una nueva realidad

En Unión Europea y Asia entienden que ya no pueden depender de EE.UU.

Los aliados de Estados Unidos en la Unión Europea (UE) y Asia creyeron que habían aprendido a digerir y compensar el instinto imprevisible del presidente Donald Trump. Sin embargo, la dura renuncia del ministro de Defensa, Jim Mattis y el abrupto anuncio que hizo el mandatario de los planes para retirar soldados de Siria y Afganistán son vistos como un punto de inflexión en las relaciones de Washington con el resto del mundo.

Trump sorprendió a todos al anunciar que retira 2.000 soldados de Siria porque el Estado Islámico fue derrotado, y 7.000 efectivos de Afganistán.

Muchos países ya intentaban recalibrar las relaciones con Estados Unidos a partir del acceso de Trump al gobierno, debido a que este ve a los aliados tradicionales como competidores. De Corea del Sur a Japón, y de Francia a Alemania y otros países integrantes de la OTAN, altos funcionarios se refieren a viva voz a cómo sus países deben actuar más por su cuenta y tener menos dependencia de Washington.

Pero, también tenían fe en el general Mattis, quien se presenta como un hombre de continuidad de las alianzas tradicionales, y que trabajó para fortalecerlas, más allá de los enfoques de la Casa Blanca. Asimismo, era considerado por los aliados tradicionales como la vía de aceso a Trump más comprensiva y efectiva, debido a que podía equilibrar e ignorar los impulsos de un presidente imprevisible.

"Este es un día de alarma en Europa", escribió el ex primer ministro de Suecia, Carl Bildt, en un posteo en Twitter. Agregó que Mattis era visto como "el último vínculo fuerte con el gobierno de Trump", porque "todos los otros, en el mejor de los casos, son débiles, y en el peor de los casos, están quebrados".

Sorpresa en Japón ante la renuncia de Mattis

(Fuente: The New York Times)

La última decisión de Donald Trump fue abrupta, causó la renuncia de Jim Mattis como ministro de Defensa y dejó a varios aliados marginados. El secretario de Defensa de Japón, Takeshi Iwaya, expresó su sorpresa por la dimisión. "El general Mattis no solo trabajó en estrecha cooperación con Japón, sino también mostró un liderazgo muy fuerte", sostuvo Iwaya. "Confío que continuará la política de cooperación como aliados que somos". 

Desdén.

François Heibourg, un ex alto funcionario de Defensa de Francia, estimó que es un momento decisivo para un presidente que está bajo fuego, en abierta oposición a sus estructuras militar y de inteligencia y actúa con absoluto desdén por los aliados tradicionales de Estados Unidos, como lo muestra su decisión súbita para retirar tropas de Siria y Afganistán.

Trump, con frecuencia, desprecia la red de alianzas multilaterales que Estados Unidos tiene desde hace décadas y las ve como una carga costosa. Fueron creadas después de la catástrofe que significó la Segunda Guerra Mundial, tanto en Europa como en Asia, y apuntarron a sostener a las frágiles y golpeadas democracias, así como a frenar las ambiciones ideológicas e imperiales de las dos potencias comunistas, Rusia y China.

Por cierto, esas alianzas le cuestan dinero a los contribuyentes estadounidenses, aunque los pagos no fueron altruistas, sino evitaron que Estados Unidos tuviera que involucrarse en otro conflicto global, es decir, en otra guerra mundial. Y, crearon mercados con creciente riqueza para los productos de Estados Unidos.

Varios aliados lucharon junto a Estados Unidos en las guerras propias de este —Corea, Vietnam, Irak y Afganistán. Y, cuando Al Qaeda atacó a Estados Unidos el 11 de septiembre de 2001, OTAN aplicó el Artículo 5 de su tratado: si un país de la alianza es atacado, todos sus miembros se consideran bajo ataque y se unen en la defensa.

Ayer, a medida que los líderes globales digerían las noticias de la última agitación en Washington, las reacciones divididas eran reveladoras de la situación. Mientras los aliados tradicionales están consternados y a ciegas, en cambio, Rusia, Turquía y China elogian la decisión de Trump.

Francia y Alemania se cuestionan su participación en Siria y Afganistán bajo el liderazgo de Estados Unidos.

El mandatario dispuesto a cerrar servicios si no se financia el muro

México se salvó del muro, pero su frontera es motivo de permanente tensión. Foto: AFP
Foto: AFP

¿Qué servicios públicos se paralizarían en Estados Unidos en caso de un "cierre"? Es decir, si no se llega a un acuerdo en el Senado sobre la financiación del muro que Donald Trump exige en la frontera con México.

Los estadounidenses están acostumbrados a estas estrategias fiscales que precipitan el cierre de servicios considerados "no esenciales" por el gobierno federal, que súbitamente se ven privados de fondos. Trump dijo que estaba listo para un bloqueo "muy largo", mientras persigue el objetivo de obtener fondos para el muro.

Aunque alrededor del 75% de los departamentos federales no se verán afectados porque están financiados, algunos departamentos importantes como Justicia, Comercio, Transporte, Vivienda y Tesorería, cerrarán Incluso el de Interior, que gestiona los parques nacionales, muy visitados durante este tiempo de celebraciones, como el Gran Cañón. (Fuente: AFP)

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