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Trump promete gran acuerdo al Reino Unido cuando deje la Unión Europea

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Donald Trump y Theresa May. Foto: Reuters

MÁS ALLÁ DEL BREXIT

El presidente reiteró su apoyo a Boris Johnson para suceder a la primera ministra Theresa May.

Cuando el 31 de octubre los británicos dejen la Unión Europea (UE) -esa es la última fecha fijada tras los fracasos anteriores-, Donald Trump los estará esperando con los brazos abiertos para firmar un acuerdo comercial con Estados Unidos. El Reino Unido debía abandonar la UE el 29 de marzo, pero ante el rechazo del Parlamento al acuerdo alcanzado con el bloque por la primera ministra Theresa May, la fecha tuvo que ser aplazada dos veces, ahora hasta el 31 del octubre.

Los partidarios del Brexit reivindican poder firmar acuerdos de libre comercio con terceros países, y tienen sus esperanzas puestas en Estados Unidos, su mayor socio comercial, con quien los intercambios alcanzaron 240.000 millones de dólares en 2018.

El Brexit es el acontecimiento geopolítico más significativo para Reino Unido desde la Segunda Guerra Mundial y, de materializarse, la economía británica será más dependiente de Estados Unidos mientras se debilitan los lazos con los otros 27 países miembros de la UE.

“Hay un potencial tremendo en ese acuerdo comercial”, afirmó Trump ayer martes en rueda de prensa al término de un encuentro con May en el segundo día de su visita de Estado. Horas antes, durante una reunión con empresarios había afirmado: “creo que tendremos un acuerdo comercial muy, muy sustancial”.

Sin embargo, la polémica estalló cuando Estados Unidos sugirió que el Reino Unido debería permitir la entrada de productos agrícolas estadounidenses como el pollo tratado con cloro y autorizar a empresas privadas norteamericanas a participar en el servicio público de sanidad británico, NHS.

“Cuando usted negocia sobre comercio, todo está sobre la mesa. Entonces también el NHS y todo el resto, y mucho más aún”, dijo Trump.

“Podemos diferir a veces sobre cómo enfrentar los desafíos”, reconoció May, quien sin embargo no tendrá mucho que negociar con Trump porque, como anunció hace diez días, dimitirá oficialmente este viernes, aunque permanecerá en el cargo hasta que se designe a su sucesor.

Trump May
Conferencia de prensa de Trump y May. Foto: Reuters

Algunos candidatos a suceder a May se apresuraron a garantizar que, de llegar al poder, no consentirán la venta o privatización de la sanidad pública.

“Señor presidente, el NHS no está sobre la mesa en las negociaciones comerciales, ni lo estará, si yo soy el responsable”, tuiteó el ministro de Salud, Matt Hancock.

El exministro Dominic Raab, candidato del sector favorable a un Brexit duro, subrayó a su vez que, aunque desea un acuerdo “justo” con Estados Unidos, “el NHS no está en venta a ningún país y nunca lo estaría si yo fuera primer ministro”.

May fue la primera mandataria extranjera que Trump recibió en la Casa Blanca, pero la relación entre ambos no es idílica: han tenido diferencias sobre el acuerdo nuclear con Irán y el acuerdo climático de París, de los que Estados Unidos se ha retirado.

Trump, por su lado, presiona para que el Reino Unido excluya al gigante tecnológico chino Huawei de su red 5G, sugiriendo que no hacerlo podría dañar la cooperación de inteligencia entre ambos países.

Según la prensa británica, May decidió permitir que Huawei construya partes de su próxima generación de internet móvil. Pero Trump afirmó estar “absolutamente seguro” de que ambos países llegarán a un acuerdo al respecto.

Reuniones polémicas.

El presidente dijo haber rechazado reunirse con el líder laborista Jeremy Corbyn y calificó de “noticias falsas” las informaciones sobre manifestaciones masivas contra su vista a Londres.

En lo que muchos consideran una nueva intromisión en la política británica, Trump conversó sin embargo con candidatos a suceder a la primera ministra May.

Mantuvo una conservación telefónica de 20 minutos con el exministro de Relaciones Exteriores, Boris Johnson, uno de los favoritos a ocupar el cargo de primer ministro. Pidió también reunirse con el secretario de Medio Ambiente, Michael Gove, y según la prensa iba a verse con el canciller Jeremy Hunt hoy miércoles.

Downing Street, la sede del gobierno británico, consideró “inevitables” estos contactos, y señaló que Trump había tenido la “cortesía” de informar a May.

Por la tarde, Nigel Farage, líder del partido del Brexit y descrito como “amigo” por Trump, escribió en Twitter que había mantenido una “buena reunión” con el presidente.

En opinión de Trump, Johnson y Hunt serían “buenos candidatos” a primer ministro. “Conozco a Boris, me gusta, me ha gustado por mucho tiempo. Creo que haría un muy buen trabajo”, dijo Trump en la conferencia de prensa, al lado de May. “Conozco a Jeremy. Creo que haría un muy buen trabajo”, añadió.

Boris Johnson. Foto: Reuters
Boris Johnson, uno de los favoritos a ocupar el cargo de primer ministro. Foto: Reuters

Trump consideró sin embargo como “fuerzas negativas” al laborista Corbyn, y a su correligionario el alcalde de Londres, Sadiq Khan, al que tildó de “perdedor” nada más llegar al Reino Unido.

La visita de Estado de Trump fue presentada como una oportunidad para celebrar la “especial relación” de Reino Unido con Estados Unidos, fortalecer los lazos comerciales en un escenario posterior al Brexit y reafirmar la cooperación en seguridad.

Pero el fin del gobierno de May por el estancamiento del Brexit y la tendencia de Trump a ignorar las convenciones de la diplomacia moderna han hecho de este viaje una de las visitas de Estado menos convencionales de la historia británica reciente.

Después de los actos de ayer, que culminan con una cena en la embajada estadounidense, a la que asistió el príncipe Carlos, Trump participará hoy miércoles en las conmemoraciones por el 75 aniversario del desembarco de Normandía. Mañana jueves se trasladará a la costa francesa para otros actos junto a Emmanuel Macron.

Sucesión de May: más requisitos

El Partido Conservador británico anunció ayer martes que ha endurecido las normas para los candidatos a suceder a la primera ministra saliente, Theresa May, después de que 13 aspirantes hayan hecho pública su intención de competir por el cargo. Los candidatos deberán contar con el respaldo de al menos ocho diputados “tories”, en lugar de los dos necesarios hasta ahora. Así, el partido espera limitar el número de aspirantes y agilizar el proceso de primarias que comenzará el lunes, una vez May haya dimitido.

Protestas, pero menos intensas

Miles de personas protestaron ayer martes en el centro de Londres contra la visita de Donald Trump, pero eran menos de las que se reunieron para oponerse a su viaje del año pasado. Manifestantes gritaron, tocaron tambores y agitaron pancartas en lo que los organizadores llamaron el “Carnaval de la Resistencia” en la Plaza Trafalgar. El líder opositor laborista Jeremy Corbyn se dirigió a los manifestantes, calificando la protesta como “la encarnación viva de lo que es una sociedad democrática”.

Con el líder del partido del Brexit

El líder del Partido del Brexit, Nigel Farage, se reunió ayer martes con Donald Trump. “Buena reunión con el presidente Trump”, afirmó en Twitter el líder del partido eurófobo, que fue fotografiado esta tarde en un vehículo que accedía a la residencia del embajador estadounidense en Londres, donde se aloja el mandatario. Farage, que ganó las últimas elecciones al Parlamento Europeo en el Reino Unido con el 32% de los votos, subrayó que Trump “cree en el Brexit” y que le está “encantando su viaje a Londres”.

Advertencia a republicanos por aranceles a México
Trump May

El presidente Donald Trump advirtió ayer martes a sus camaradas republicanos en el Congreso que no bloqueen sus esfuerzos para imponer aranceles a México, parte de su lucha contra la migración ilegal.

Trump, en una rueda de prensa en Londres durante su visita de Estado a Reino Unido, dijo que dudaba de que hubiera algún reproche de los republicanos en el Congreso y que esperaba que los aranceles a bienes importados de México se impongan la próxima semana.

“No creo que lo hagan. Creo que si lo hacen sería una tontería”, dijo, tras mencionar que hay un amplio apoyo entre los miembros del partido Republicano a su medida.

Frustrado por la crisis migratoria en la frontera sur con México, Trump anunció la semana pasada que impondría aranceles a las importaciones mexicanas a partir del 10 de junio, a menos que México detenga el flujo de migrantes centroamericanos que cruzan el país para llegar a Estados Unidos.

El diario Washington Post había informado que los republicanos en el Congreso estaban discutiendo si era posible bloquear los aranceles propuestos por Trump, que han sido criticados por la Cámara de Comercio de Estados Unidos y grupos sectoriales, a quienes preocupa el aumento de los costos para las empresas y los consumidores. Los republicanos y los demócratas también están preocupados por el impacto económico de la última amenaza arancelaria de Trump, en particular para la agricultura y el sector automotor de Estados Unidos. Los aranceles también podrían descarrilar un acuerdo para reemplazar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, que el gobierno de Trump está tratando de lograr que el Congreso apruebe.

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