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Trump se pone austero y frena el avión presidencial

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Obama: ayer en Tampa, Florida, volvió a defender el cierre de Guantánamo. Foto:AFP

Afirma que los costos son “ridículos” y que él usará su propio jet privado.

Donald Trump retomó ayer su tour postelectoral en Carolina del Norte con el nuevo jefe del Pentágono James Mattis, y continúa con las negociaciones para completar su equipo de gobierno. Pero en el medio se encargó de abrir una nueva polémica, cuando todavía no cerró la del fin de semana con China por su diálogo con la "rebelde" Taiwán. Esta vez buscó "aterrizar" el proyecto del presidente saliente Barack Obama de dejar un nuevo Air Force One, el avión que usan los mandatarios en Estados Unidos.

Fiel a su estilo, Trump abrió la nueva polémica en Twitter. "Boeing está construyendo un nuevo 747 Air Force One para los futuros presidentes, pero los costos están fuera de control, más de 4 mil millones de dólares. Cancelen el pedido!", escribió.

"Los costos son ridículos", explicó más tarde en rueda de prensa en la Trump Tower.

El portavoz de Trump, Jason Miller, señaló que el magnate se libró en junio pasado de las acciones que tenía en la compañía aeroespacial norteamericana, lo que le facilita tener menos potenciales conflictos de intereses.

La Casa Blanca respondió a las cifras, sin brindar demasiados detalles. "Algunos de los números que fueron citados no parecen reflejar la naturaleza del acuerdo financiero entre Boeing y el Departamento de Defensa", dijo el portavoz Josh Earnest.

También respondió Boeing, que precisó que por el momento tiene solo un contrato de 170 millones de dólares para determinar la capacidad del nuevo aparato presidencial.

El gobierno negoció con Boeing la construcción de dos o más Air Force One que entrarán en servicio alrededor de 2024. Los costos previstos por el presupuesto para los años fiscales desde el 2015 al 2021 son de 2.870 millones de dólares.

Pero más allá de las cifras, parece inevitable la colisión entre las ambiciones económicas de la compañía aeronáutica y la batalla para reducir costos de parte del nuevo gobierno que asumirá el 20 de enero, con un Trump que prefiere volar en su propio jet y que ya anunció que renunciará a su sueldo.

La amenaza de Trump de cancelar la orden a Boeing por los Air Force One, sin embargo, ya tiene antecedentes, porque Obama llegó a eliminar de un plumazo los pedidos por los helicópteros presidenciales, los Marine One.

En 2005, la Infantería de Marina había abierto una licitación por 28 aeronaves iguales para trasladar al presidente, en un contrato que fue adjudicado a Lockheed para su helicóptero VH-71 Kestrel, cuyas primeras cinco unidades debían ser entregadas en 2010. Sin embargo, el costo inicial de 6.100 millones de dólares, rápidamente aumentó a nada menos que 11.200 millones, elevando a unos 400 millones de dólares el costo de cada unidad. Finalmente, en 2009 Obama decidió aceptar las protestas del Congreso por los exorbitantes costos del programa y ordenó su cancelación definitiva.

Kissinger.

Pero la polémica por el avión presidencial no apagó la encendida con China por la conversación de Trump con la presidente de Taiwán, Tsai Ing-wen.

Tal vez por eso Trump se reunió ayer con Henry Kissinger, el otrora poderoso secretario de Estado en tiempos de Richard Nixon y Gerald Ford.

El diálogo de Trump con la mandataria de Taiwán se trató de un gesto que violó la política norteamericana en vigencia desde 1979 de reconocer una sola China. Y fue solo el primer ejemplo de cómo podría cambiar la política exterior norteamericana hacia muchos países, desde Japón hasta Corea del Sur, desde Siria hasta Israel, desde Irán a Rusia, pasando por la OTAN.

Así, mientras trata de encontrar a su secretario de Estado, Trump buscó los consejos de Kissinger que volvió a ponerse el traje de gran mediador. Kissinger acababa de retornar de Pekín donde el viernes se reunió con el presidente chino Xi Jinping, precisamente en momentos en que estallaba la polémica por el llamado telefónico con la presidente taiwanesa.

Xi Jinping y Kissinger analizaron el futuro de las relaciones bilaterales tras la llegada de Trump. "Desde China estamos observando la situación muy de cerca y ahora estamos en una transición", le dijo Xi a Kissinger, y añadió que Pekín "espera que los vínculos chino-estadounidenses continúen de forma sostenida y estable".

Guantánamo.

A todo esto, Obama ignoró ayer el planteo de Trump de cancelar los nuevos aviones presidenciales, pero sí respondió a los republicanos que se niegan a cerrar la cárcel de Guantánamo, en la base estadounidense en Cuba.

Guantánamo es "una mancha en el honor nacional", dijo Obama, y lamentó que el Congreso estadounidense no haya cooperado con él para cerrarla, como prometió nada más llegar al poder en 2009.

"Hasta que el Congreso cambie de rumbo (respecto a Guantánamo), la historia lo seguirá juzgando duramente, y yo seguiré haciendo todo lo que pueda para eliminar esta mancha en nuestro honor nacional", dijo Obama en su último discurso sobre política exterior, en Tampa (Florida).

"Estamos gastando cientos de millones de dólares para mantener a menos de 60 personas en un centro de detención en Cuba. Eso no es ser fuertes", agregó el mandatario.

Obama argumentó que "muchos líderes militares" respaldan la idea de cerrar Guantánamo, y recordó que a lo largo de su presidencia ha trabajado para reducir el número de reclusos de los 242 que había cuando llegó al poder, a los 59 que quedan ahora allí.

Pero Trump ha prometido llenar de nuevo Guantánamo de "tipos malos".

Inversión japonesa de US$ 50.000:

El japonés SoftBank invertirá 50.000 millones de dólares en Estados Unidos. Donald Trump hizo el anuncio por Twitter luego de reunirse en Nueva York con el director ejecutivo de SoftBank, Masayoshi Son. Luego, Trump y Son confirmaron los planes de inversión en un breve encuentro con periodistas en el lobby de la Trump Tower. Al anunciar los planes, Son mostró un documento en el que figuraban los nombres del SoftBank y Foxconn, el gigante tecnológico taiwanés.

EL EFECTO TRUMP.

LeBron no se aloja en hotel de Trump.

LeBron James, alero de los Cleveland Cavaliers, campeón defensor de la NBA, se negó a alojarse en un hotel que es propiedad del magnate Donald Trump, presidente electo de Estados Unidos por el Partido Republicano.

James, que respaldó públicamente a la demócrata Hillary Clinton, comandó un grupo de jugadores de los Cavaliers que rechazaron dormir en el Trump SoHo cuando viajen a Nueva York para enfrentar a los "Knicks" este domingo.

Lo anunció ayer martes el mánager de los Cavaliers, David Griffin, quien declaró que "un grupo se organizó para ir a otro lado". ANSA.

Finalista para el personaje del año.

Donald Trump y el líder del UKIP Nigel Farage, que logró el sorpresivo Brexit, son dos de los 11 finalistas elegidos por la redacción de la revista Time para la portada del personaje del año. Farage y Trump están acompañados en la lista, entre otros, por el presidente ruso Vladimir Putin, el fundador de Facebook Mark Zuckerberg, la cantante Beyonce y por la ex candidata demócrata Hillary Clinton, la primera mujer en estar tan cerca de ganar la Presidencia. Time dedica todos los años el título de Persona del Año al grupo o individuo que tuvo el mayor impacto, tanto positivo como negativo. ANSA

El eterno femenino de una imaginativa pintora
Obama: ayer en Tampa, Florida, volvió a defender el cierre de Guantánamo. Foto:AFP

DE POLÉMICA EN POLÉMICAANSA, AFP, EFE

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