Grupo de unos 35 diputados republicanos impone su línea y condiciones al presidente.

El ala más conservadora gana terreno e influencia en Estados Unidos. Hace nueve días, el House Freedom Caucus, como se conoce al grupo de 35 congresistas, consiguió bloquear una de las grandes promesas del presidente Donald Trump durante su campaña electoral: el reemplazo de la reforma del sistema de salud de su antecesor Barack Obama, conocido como Obamacare. Su victoria es una más en la reciente historia legislativa del país y representa una bofetada para el presidente que durante la campaña prometió ser el mejor negociador, capaz de convencer a todos los políticos de Washington.

Tras fracasar en su primer intento en un tema de repercusión nacional, ahora puede enfrentar nuevos obstáculos del ala más derechista de su partido cuando presente la reforma del sistema impositivo.

Desde su formación en 2015, el Freedom Caucus (Asamblea de la Libertad) —compuesto mayoritariamente por congresistas conservadores de Estados del sur— ha desafiado al establishment de Washington y dificultado la agenda general del Partido Republicano, eligiendo cuidadosamente sus batallas y actuando en bloque para oponerse a medidas impulsadas por su propio partido cuando consideran que no son suficientemente conservadoras.

Su objetivo original era la reducción del gasto público, pero hoy también se oponen al intervencionismo del Estado en asuntos sociales.

No negocian, o negocian poco. Sus miembros se mantienen muy fieles a sus valores compartidos y una vez que más del 80% de ellos decide apoyar o rechazar una medida, el resto está forzado a seguir esa decisión, según un estudio del laboratorio de ideas Pew Research Center.

Su empeño quedó demostrados en 2015, cuando el grupo forzó la destitución del presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, después de numerosos desencuentros y la poca cohesión de los republicanos en el legislativo. Ahora desafían a Trump.

Estos 35 legisladores consiguieron la doble humillación de retrasar el voto del nuevo proyecto de reforma de la salud, una medida central de la campaña de Trump y posteriormente bloquearla.

Después de una ronda de frenéticas negociaciones, Trump y el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, fueron incapaces de convencer a los ultraconservadores, que consideran que el proyecto de ley presentado para sustituir Obamacare representa demasiada intervención del Estado en un asunto que ellos consideran debería ser cuestión personal de cada familia. Otro punto que objetaron es que el proyecto no asegura la disminución de las primas del seguro de salud, que es una de las críticas más fuertes de los republicanos a la reforma impulsada por Obama.

En Fox News, los miembros del Freedom Caucus argumentaron que los costos del seguro se abatirían durante un tiempo y después volverían a ascender, perjudicando a los ciudadanos de ingresos medio altos, medios y bajos.

Asimismo, señalan que el proyecto fue estructurado casi en secreto y sin abrir las consultas previas necesarias con los legisladores republicanos.

¿Quienes integran el Freedom Caucus? La BBC señala que "saber exactamente quién está en el grupo y cómo votarán, es difícil. La incorporación al sector es solo por invitación con una membresía secreta". Agrega que "se congregan en reuniones a puertas cerradas. Los miembros individuales muchas veces se niegan a comprometer el voto sin consultar al resto".

La BBC señala que su poder reside en la unión y al tener alrededor de 35 miembros, representan un poco más del 15% de los congresistas republicanos. En su calidad de bloque al votar, cuentan con suficiente número de integrantes como para alterar la ventaja de 237 a 193 que los republicanos tienen sobre el Partido Demócrata en el Congreso.

El grupo es liderado por el congresista Mark Meadows, de 57 años, —nacido en un hospital militar estadounidense en Verdún (Francia) cuando su padre prestaba servicio en las Fuerzas Armadas y su madre era enfermera—, que representa en el Congreso, desde 2012, a un distritp del oeste de Carolina del Norte. Desde que accedió a una banca de diputado, defiende la responsabilidad fiscal, un gobierno que rinda cuentas, políticas económicas que impulsen el crecimiento, y tiene posición en favor de la familia y en defensa de la vida.

Otros miembros prominentes del grupo son los diputados Jim Jordan (Ohio), Raúl Labrador (Idaho), Mark Sanford (South Carolina), Mo Brooks (Alabama) y Justin Amash (Michigan).

El diputado por Texas, Ted Poe indicó a Fox News, que se apartó del grupo debido a que estuvo a favor del proyecto impulsado por Trump y Ryan. El legislador estima que es un buen proyecto.

El presidente Donald Trump, amenazó con hacer campaña contra los congresistas ultraconservadores del Freedom Caucus de cara a las elecciones legislativas de 2018 si ese grupo no apoya su agenda.

En su cuenta personal de Twitter, Trump alertó que el Freedom Caucus "dañará toda la agenda republicana" si no se une "rápido" a defender las prioridades del partido y de la Casa Blanca."¡Debemos luchar contra ellos, y los demócratas, en 2018!", advirtió a continuación sobre los miembros del grupo.

En varios tuits posteriores, el presidente señaló a los representantes Mark Meadows, Jim Jordan y Raúl Labrador, todos miembros destacados del Freedom Caucus.

"Si @RepMarkMeadows, @Jim_Jordan y @Raul_Labrador estuvieran de acuerdo, tendríamos una gran reforma sanitaria y de enormes recortes fiscales", escribió. "¿Dónde están @RepMarkMeadows, @Jim_Jordan y @Raul_Labrador?", se preguntó el presidente.

Por contra, Trump elogió el "gran artículo de opinión" publicado por el congresista Ken Buck, también miembro del grupo ultraderechista, en defensa de su reforma sanitaria. "Parece que alguien en el Caucus de la Libertad me está ayudando", dijo Trump, en referencia a Buck.

Además de deshacer la ley sanitaria de Obama, otra de las prioridades legislativas de Trump es aprobar una reforma fiscal, algo para lo que también necesita a los conservadores radicales. Fuente: EFE

Melania Trump, prometió que su país estará "vigilando" a aquellas naciones que no hagan lo suficiente para proteger los derechos de las mujeres y luchar contra la violencia de género.

La primera dama se posicionó así en la gala "Mujeres Valientes" del Departamento de Estado, una iniciativa que sirvió para reconocer la labor de trece mujeres de diferentes países.

"Todas estas mujeres heroicas tienen extraordinarias historias de poder, han conseguido más de lo que nos podemos imaginar. Sus vidas nos recuerdan que el espíritu humano no tiene límites. Han luchado por sus derechos y los derechos de otros".

Melania, que lució un elegante vestido blanco, pidió al público que se pusiera en el lugar de las mujeres premiadas y se preguntara si ellos tendrían "la fuerza interior" para rebelarse contra la censura, el terrorismo, los abusos a los niños o la violencia de género.

"La fuerza de las premiadas y de otros desencadenará una lucha contra la brutalidad global. Juntos con la comunidad internacional, Estados Unidos debe enviar el mensaje de que está vigilando".

"Juntos, debemos declarar que la era de permitir la brutalidad contra las mujeres y los niños ha terminado, debemos afirmar que el momento de empoderar a las mujeres de todo el mundo ya ha llegado", añadió Melania en un discurso que puso al público en pie. Pareció sentirse cómoda entregando a las mujeres los galardones.

Entre las galardonadas figura la colombiana Natalia Ponce de León, convertida en el símbolo de la lucha contra las agresiones con ácido en Colombia, uno de los países con más casos en el mundo. Logró que el Congreso de Colombia aprobara, en 2016, una ley que impone una pena máxima de 50 años de cárcel para quien cometa una agresión con ácido. Fuente: EFE

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