ESTADOS UNIDOS

Acusó de “traición” a los que no aplaudieron su discurso.

Una semana después de su discurso sobre el Estado de la Unión, donde llamó al diálogo dejando de lado los intereses partidarios, Donald Trump volvió a condicional cualquier acuerdo sobre los inmigrantes a la construcción del muro en la frontera con México, y además arremetió contra los legisladores que no lo aplaudieron el martes 30 en el Congreso. Son, en palabras de Trump, "traidores".

"Cualquier acuerdo sobre el DACA que no incluya una seguridad fronteriza FUERTE y el desesperadamente necesario MURO es una pérdida total de tiempo. El 5 de marzo se acerca rápidamente y a los demócratas parece no importarles el DACA. ¡Consigan el acuerdo!", escribió el mandatario republicano ayer lunes en Twitter.

Trump se refería a las negociaciones para reemplazar el programa Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por su sigla en inglés), instaurado en el 2012 por el demócrata Barack Obama y que perderá vigencia en marzo.

Además, la solución para los "dreamers", como se conoce a los beneficiarios del DACA, sobrevuela el debate sobre el presupuesto para 2018.

Cuatro veces se aprobaron leyes de financiación temporales, la última a fines de enero luego de que el gobierno debió cerrar por tres días por falta de fondos.

La próxima fecha límite es el jueves a la medianoche.

Para complicar aún más el calendario legislativo, el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, advirtió al Congreso que el gobierno tiene efectivo para pagar sus facturas hasta el 28 de febrero sin alcanzar el tope de la deuda, y utilizando medidas extraordinarias para mantener el flujo de pagos.

Este ambiente es el que rodea a los legisladores que negocian una salida para los inmigrantes. La propuesta de Trump puso en un aprieto a los demócratas. Por un lado, ofrece abrir la vía para que 1,8 millones de inmigrantes, incluidos unos 700.000 "dreamers", puedan obtener la ciudadanía. Pero a cambio, Trump exige reforzar la seguridad fronteriza, para lo cual pide 25.000 millones de dólares para construir el muro. También elimina la lotería de visas de residencia (green cards) y acaba con la "migración en cadena" (reunificación familiar).

Además, Trump se ha encargado de provocar a los demócratas. El presidente describió ayer lunes a los legisladores que no aplaudieron su discurso sobre el Estado de la Unión como "antiestadounidenses", e incluso culpables de "traición". En Cincinnati, el mandatario evocó su primera presentación anual ante el Congreso la semana pasada para cuestionar el comportamiento de sus adversarios demócratas.

"Dije que la tasa de desempleo de los negros estaba en su nivel histórico más bajo (...) Silencio total, ni una sonrisa", contó. "Llegó a tal punto que ni siquiera quería mirar en esa dirección porque, sinceramente, había mala energía", continuó.

El mandatario dijo que "preferirían" que a él le fuera mal y eso es "muy egoísta".

"Antiestadounidenses. Alguien habló de traición, ¿por qué no? Podemos llamarlo traición, ¿por qué no?", agregó.

Un supremacista blanco que niega el Holocausto va camino a convertirse en candidato republicano para obtener un escaño en el Congreso por el estado de Illinois.

Art Jones, cuyo sitio web incluye una parte que se llama "The Holocaust Racket" (Ndlr: el chantaje del Holocausto) y propone volver a tener barrios separados por razas, no tiene contrincante para presentarse a las primarias republicanas locales del 20 de marzo por su circunscripción, que comprende una parte de Chicago y sus alrededores. En principio, si es elegido, Jones le disputará el lugar en el Congreso a un candidato demócrata durante las elecciones legislativas de noviembre.

Jones apoyó la campaña de Donald Trump. El exlíder del Partido Nazi Americano dirige el grupo America Flirts Comité, que solo permite el ingreso de personas blancas sin sangre judía. AFP