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Trump gana, oposición indaga

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“No hay colusión; no hay obstrucción. Fin del juego”, proclamó el presidente Donald Trump en su cuenta de Twitter, su medio de comunicación favorito con los ciudadanos, tras conocerse el informe. Foto: AFP.

ESTADOS UNIDOS

Informe del fiscal Mueller exonera al presidente, pero confirma que Rusia intervino en la elección presidencial.

Un triunfante Donald Trump proclamó que “se acabó el juego” para sus detractores, después de la esperada publicación del informe Mueller, de 448 páginas, que absuelve al mandatario estadounidense de los señalamientos de colusión con Rusia.

No tan rápido, respondieron prominentes demócratas, al tiempo que prometieron seguir investigando al presidente republicano por lo que consideran una conducta “inmoral” y “deshonesta” revelada por la investigación sobre Rusia.

“Para quienes odian la democracia y los demócratas radicales de izquierda, se acabó el juego”, tuiteó el mandatario con un mensaje que imitaba la iconografía de la aclamada serie Game of Thrones.

Después de una investigación de 22 meses, que tiene un costo de US$ 35 millones, sobre la interferencia rusa en las elecciones presidenciales de 2016, el fiscal especial Robert Mueller concluyó que el equipo de campaña de Trump no conspiró con Moscú.

Pero mientras el presidente cantó victoria y se declaró totalmente exonerado, el informe dejó en claro que los investigadores no comparten esa conclusión en el caso de la acusación de obstrucción de la justicia. Y es un punto que los demócratas han aprovechado.

“Donald Trump ha pasado toda su presidencia involucrado en una campaña continua de obstrucción, intimidación y abuso de poder”, afirmó el presidente del Partido Demócrata, Tom Pérez. “Nadie está por encima de la ley”, agregó.

Insisten

Con su mayoría recientemente adquirida en la Cámara de Representantes, los demócratas ahora tienen el poder de iniciar investigaciones, convocar a testigos y citar documentos.

Las acciones de Trump son “profundamente alarmantes” e “incuestionablemente deshonestas, poco éticas, inmorales y antipatrióticas”, disparó el demócrata Adam Schiff, presidente del poderoso Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes.

“Incluso en su versión incompleta, el informe de Mueller describe una evidencia perturbadora de que el presidente Trump participó en una obstrucción de la justicia”, agregó por su parte el presidente del Comité Judicial de también la Cámara baja, Jerry Nadler.

Ambos llegaron a la misma conclusión: “Ahora corresponde al Congreso responsabilizar al presidente por sus acciones”.

Coincide el senador Bernie Sanders, uno de los candidatos para la nominación demócrata a la presidencia. “Está claro que Donald Trump no quería nada más que cerrar la investigación de Mueller”, dijo. “Si bien tenemos más detalles por el informe de hoy que antes, el Congreso debe continuar su investigación sobre la conducta de Trump y cualquier intento extranjero de influir en la elección”.

Como parte de estas pesquisas, los demócratas llamaron a Mueller a declarar ante la Cámara de Representantes para el 23 de mayo. El gobierno anunció que no se opondrá. El fiscal general de Estados Unidos, Bill Barr, quien fue atacado por los demócratas por la forma en que manejó la publicación del informe, enfrentará al Congreso el 2 de mayo. El fiscal general es una de las pocas personas que ha visto el informe completo.

“El presidente Trump se enfrentó a una situación sin precedentes. Mientras asumía el cargo e intentaba dedicarse a sus responsabilidades como presidente, agentes y fiscales federales estaban escrutando su conducta antes y después de llegar al cargo y la de algunos de sus asociados”, dijo Barr. “Al mismo tiempo, hubo una especulación incesante en los medios sobre la culpabilidad personal del presidente. Pese a todo, tal y como dijo desde el principio, en realidad no hubo colusión con Rusia”.

Exonerado

Mueller tuvo la misión de investigar si existió colusión entre Donald Trump y miembros de su campaña electoral en 2016 y el gobierno de Rusia que preside Vladimir Putin para influenciar el resultado de la elección presidencial. El fiscal especial demuestra que “el Estado ruso se insmiscuyó en la elección presidencial de manera sistemática. Una organización rusa condujo una campaña en las redes sociales que favoreció a Trump y denigró a su rival Hillary Clinton”. Asimismo, indica que los servicios de inteligencia de Rusia condujeron operaciones contra Clinton y difundieron documentos robados. Si bien Rusia, como parte de su esquema de poder internacional, intentó afectar las elecciones, quedó probado que ni Trump, ni ninguno de sus allegados tuvo colusión ni connivencia con las autoridades rusas.

Obstrucción

Otro punto clave de la investigación fue si Trump intentó obstruir la acción de la Justicia en este tema. Mueller señala en el documento que ese punto “presenta aspectos difíciles que nos impiden detemerminar, de manera concluyente, que no hubo conductas ilícitas”. En la conferencia de prensa, el fiscal Barr afirmó que el informe detalla “diez episodios” que implican a Trump y “discuten potenciales teorías legales para conectar estas acciones con elementos de un delito de obstrucción a la Justicia”. Barr dijo que llegó a la conclusión de que Trump no obstaculizó la actuación de la Justicia. Barr indicó que él y su número dos, Rod Rosenstein -que nombró a Mueller como fiscal especial en mayo de 2017 y tiene una notoria postura contraria a Trump-, “no estamos de acuerdo con algunas de las teorías legales del fiscal especial y creemos que varios episodios examinados no equivalen a una obstrucción a la acción de la Justicia”.

Desafiado

Cuando el fiscal general Jeff Sesions le dijo en mayo de 2017 que fue designado el fiscal erspecial para investigar, Trump truvo furiosa reacción: “Estoy jodido”, dijo. “Creo que mi presidencia se arruina. Es lo que peor que jamás me ha pasado”. El informe dice que Trump intentó echar a Mueller, pero fue frenado por integrantes de su equipo de asesores y el abogado de la Casa Blanca, Don F. Mc Ghan, quien no llevó a la práctica la orden del presidente de despedir al fiscal. Corey Lewandowski, otro asesor, también evitó poner fin a la investigación.

MÁS

Una broma y treinta veces sin memoria

Donald Trump quería reunirse con el FBI y el equipo de Robert Mueller para responder diversas preguntas, pero sus abogados le aconsejaron que no lo hiciera y, en cambio respondiera por escrito. así lo hizo y dedicó menos de 2.500 palabras a dar respuesta a las 60 preguntas del fiscal especial.

Las respuestas fueron tan opacas que Mueller las consideró “inadecuadas”.

Trump “dijo en más de 30 ocasiones que no se ‘acordaba’ o no tenía un ‘recuerdo independiente’ de la información”, por ejemplo, si sabía o no que WikiLeaks planeaba publicar información dañina sobre los demócratas en 2016.

Trump justificó al menos un comentario que hizo en la campaña electoral y que inquietó a Mueller. “Hice esa declaración en broma y sarcásticamente, como era aparente para cualquier observador objetivo”, sostuvo en referencia a cuando pidió a Rusia, durante un acen julio de 2016, que “encontrara los 30.000 e-mails desaparecidos” del servidor de Hillary Clinton.

También minimizó el proyecto de su empresa para hacer una Torre Trump en Moscu, que finalmente no se concretó.

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