¿Es grave que hackers rusos hayan robado información al Partido Demócrata para favorecer la campaña de Trump? Es doblemente grave. El robo tiene, en sí mismo, un antecedente que prueba la gravedad: el caso Watergate.

Nixon renunció por un juicio político, precisamente por haber robado información a la campaña demócrata que sirviera para vencer en las elecciones de 1972 a Geroge McGovern.

El agravante actual, es que al espionaje lo habría realizado una potencia extranjera cuyo líder y Trump se expresan mutua admiración. A eso se suma que quien manejará la Secretaría de Estado, Rex Tillerson, es un allegado de Putin con fuertes intereses en Rusia.

Otras decisiones también quedan en duda. Por caso, el choque con China. En esto, Trump es el revés de Nixon. Aquel presidente aisló a la URSS mediante un acercamiento a la China comunista.

Con la llamada diplomacia del ping pong, hubo tratativas secretas que desembocaron la cumbre con Mao en 1972. Chou En-lai y Kissinger negociaron el acuerdo que puso fin al "terror amarillo" y, probablemente, definió que en la ONU sólo esté representada la República Popular al aprobarse la Resolución 2758, que quitó su asiento a la China Nacionalista, considerando a Taiwán una "provincia china en rebeldía".

Mientras la CIA afirma que Rusia colaboró con el triunfo de Trump, el millonario se ha dedicado a elevar las fricciones con China. Desde las primarias republicanas hasta la campaña presidencial, puso a las exportaciones chinas como uno de los principales problemas de EE.UU. Y a poco de ganar en el Colegio Electoral, se contactó con la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen.

¿Ignoraba que un contacto de ese tipo está prohibido por tratados bilaterales? ¿O buscó dinamitar el vínculo con Beijing? Tratándose de Trump, la ignorancia no puede descartarse. Pero la respuesta a la queja china avala otra sospecha. Trump podría retrotraer la relación con China a 1970. Sería, además de un fuerte posicionamiento de Putin en el tablero mundial, la venganza de Rusia por la alianza con el "enemigo capitalista" que hizo Mao contra Leonidas Brezniev.

LA BITÁCORA