OTRO CAPÍTULO 

Demócratas denuncian que fue alterado por los republicanos.

Un memorándum secreto de cuatro páginas sobre la vigilancia del FBI a la campaña electoral de Donald Trump provocó un nuevo cortocircuito entre el presidente republicano, el Partido Demócrata y los servicios de inteligencia de Estados Unidos, y agregó un nuevo condimento a la ya novelesca trama rusa.

Trump se dispone a hacer público hoy viernes este informe, por lo que la expectativa es grande en los círculos del poder en Washington. El informe fue redactado por el equipo del congresista republicano Devin Nunes, quien supuestamente entregó al presidente una versión "secretamente alterada" del memorando, con "cambios sustanciales", denunció el legislador demócrata Adam Schiff.

Trump ha tomado la decisión de autorizar la publicación del memorando después de un proceso de revisión de su contenido en la Casa Blanca, destinado a asegurar que "no revela demasiadas cosas en términos de información clasificada", explicó una fuente del entorno presidencial.

El Comité de Inteligencia de la Cámara votó este lunes a favor de publicar el informe y dio a la Casa Blanca cinco días para decidir si lo hacía o no.

El FBI expresó el miércoles en un comunicado "preocupaciones serias" sobre los planes de la Casa Blanca de permitir la publicación del informe, y alertó de que contiene algunas "omisiones de hechos materiales" que podrían comprometer su "exactitud".

La líder demócrata de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, pidió al presidente de esa Cámara, el republicano Paul Ryan, que retire a Nunes de la presidencia del Comité de Inteligencia, debido a sus presuntas modificaciones del memorando.

En tanto, el líder demócrata en el Senado, Chuck Schumer, envió una carta urgente a Ryan, para alertarlo de que la maniobra de Nunes se propone "desacreditar al FBI" con un documento plagado de "conspiraciones".

Según varios medios, el informe secreto alega que el ex espía británico que escribió un famoso dossier lleno de detalles sórdidos sobre Trump, Christopher Steele, proporcionó información falsa al FBI. Con base en esa información, en 2017 el FBI decidió ampliar sus actividades de vigilancia sobre Carter Page, que hasta septiembre de 2016 asesoró en política exterior a la campaña electoral de Trump, por sospechar de que actuó como agente ruso.

Rod Rosenstein, el "número dos" del Departamento de Justicia, que tenía autoridad sobre la investigación del FBI acerca de la trama rusa, solicitó entonces a un juez efectuar ese espionaje.

El memorando republicano acusa a Rosenstein y al FBI de no haber informado correctamente al juez que autorizó la vigilancia sobre los motivos para pedirla.

La oposición demócrata teme que el presidente use el informe como una excusa para deshacerse de Rosenstein y, más adelante, del propio fiscal que investiga la trama rusa, Robert Mueller.

El fiscal especial Mueller conduce una investigación independiente del Departamento de Justicia sobre la alegada colusión del equipo de Trump con Rusia durante las elecciones de 2016, y para esa tarea utiliza agentes del FBI especialmente seleccionados. En los corredores del Congreso, legisladores republicanos ya defienden abiertamente la suspensión de la investigación de Mueller.